| |
SUPLEMENTO ASTURIAS
- ABRIL 2004
SALAS |

Foto: Romy |
El Narcea riega las tierras de este concejo, que guarda en su interior
auténticas joyas arquitectónicas. Sus piedras hablan de historia y sus
castañedos y robledales invitan a disfrutar de un paisaje puro, típicamente
asturiano.
Privilegio monumental
Salas está cada día más cerca. La mejora de las comunicaciones con la
apertura de la vía rápida Oviedo-Grado hace que el viaje desde el centro de
la región, resulte sencillo y rápido. Este concejo del centro-occidente de
Asturias puede ahora mostrar con mayor facilidad todo lo que reserva al
visitante en sus 225,36 km2: montañas de mediana altitud, ríos de pesca
abundante, y un patrimonio histórico-artístico como pocos hay en Asturias.
De hecho, en la villa de Salas, capital del concejo, hay varios Monumentos
Nacionales: La Colegiata, la Iglesia de San Martín, el Palacio de Valdés
Salas y la Torre del antiguo Castillo.
Salas es precisamente la cuna del inquisidor general del Reino y Fundador de
la Universidad de Oviedo, el arzobispo Valdés Salas.
Dirigiéndonos hacia otros rincones del concejo, podremos conocer en
Cornellana el Monasterio Cisterciense de San Salvador, del sXI., y la
iglesia de San Juan del s.XII. En Doriga hay un espléndido palacio rural del
s.XIV, y se puede visitar la Iglesia de San Esteban, construida en el s.XIII.
Otros edificios de interés son la Casona de El Caleyo, en Camuño, la Venta
de Ramón en Espinedo, el Palacio de Toreno en La Granja, el Palacio de la
Condesa de Casares, en Salas, la Casa de Longoria en Laneo. La lista podría
ser interminable, porque todo el concejo se halla jalonado de casonas y
palacios, así como de interesantes ejemplos de arquitectura religiosa.
La riqueza paisajística del concejo ha propiciado la existencia de una
importante red de turismo rural. Así, desde la tranquilidad de una casa de
aldea son muchos los que eligen este rincón asturiano para disfrutar y
recuperarse del estrés urbano. A la caza, la pesca del salmón, o la práctica
del piragüismo, entre otras posibilidades, hay que sumar también la
existencia de una gastronomía destacada y generosa. Los guisos y potajes de
Salas, las fabadas, y la preparación de carne de formas variadas sólo es
comparable a la afición que tienen sus habitantes por la elaboración de
postres artesanales, que han dado fama al concejo. Los carajitos del
profesor es el postre más emblemático pero tampoco desmerecen en nada las
tartas, los frixuelos, las casadielles, el brazo de gitano o el requesón con
miel, todos ellos facilitan que Salas sea recordado con un buen sabor. ∆
Carajitos, un sabor único
La gastronomía de Salas es motivo de orgullo en este concejo interior de
Asturias. Entre sus productos más destacados sobresale uno cuya fama ha
traspasado muchas fronteras: los denominados carajitos. Estos postres
típicos, elaborados con avellanas y de un apreciado sabor, son un elemento
indiscutible en cualquier cita culinaria de esta localidad. ∆
Amigos del paisaje de Salas
Saben que sólo se ama aquello que se conoce, por eso dedican gran parte de su
tiempo a recopilar conocimientos sobre el medio natural de Salas. Con su
trabajo se han convertido en una parte importante del tejido social del
concejo.
Mejorando el presente
Trabajan sin ánimo de lucro en la defensa de valores paisajísticos,
estéticos y medioambientales del concejo de Salas, incluyendo la flora y
fauna del lugar. Les interesan aquellos temas que supongan un mayor
desarrollo del municipio, por eso se han preocupado de cuestiones referentes
a basuras, la tala de árboles autóctonos o la defensa del Camino de
Santiago. De esta manera fomentan actividades de difusión cultural, creación
artística y desarrollo social con el fin de lograr una mejora de la calidad
de vida en este entorno.
Como asociación de ámbito cultural se interesan por el patrimonio artístico,
etnográfico, arqueológico y urbanístico del concejo, y reúnen a gente de un
amplio abanico ideológico en torno a un criterio común: el concejo de Salas.
La asociación pronto cumplirá dos años de funcionamiento y Juan Menéndez
Arango, su presidente, recuerda los inicios, "nació de una manera
circunstancial, a causa de unos problemas medioambientales nos congregamos
unos pocos y así se constituyó la asociación. Tuvo un éxito inesperado, se
fue extendiendo por el concejo y empezamos a desarrollar una actividad que
hasta ahora hemos resumido en seis ejemplares de nuestra revista El Nonaya".
La revista recibe su nombre del único río que nace y muere en el mismo
concejo, el Nonaya, y mantiene una línea independiente basada en una línea
crítica tocando, la mayoría de las veces, temas polémicos.
El número cuatro de esta revista es una edición especial, incluye un CD, y
contiene un estudio muy completo del entorno geográfico del concejo. En sus
88 páginas a color hace una revisión de los principales valores naturales
del concejo, un volumen imprescindible para los amantes del concejo. ∆ |
| |
|