armen Rodríguez,
presidenta de AMCA, sonríe al presentar este libro. Recuerda las horas
pasadas con muchas de las "abuelas de Asturias", que les abrieron las
puertas de su hogar y su conocimiento ancestral. Gracias a ellas es
posible tener en nuestra biblioteca todo un compendio de gastronomía
tradicional, costumbres populares, tradiciones y folclore.
-Este libro se ha hecho a fuego lento...
-Pues sí, porque el trabajo de campo lo hicimos en 1994 y mira
cuándo ha salido el libro. Ha sido mucho el material que recogimos,
luego lo transcribimos, se archivó; primeramente tuvimos una subvención
de Medio Rural, más tarde tocamos en diferentes puertas hasta que al
final el Instituto de la Mujer nos escuchó.
-Teníais tanto material recogido que tuvisteis que hacer
una selección. ¿Habrá una continuación en el futuro?
-A mí me gustaría, pero bueno las cosas buenas suelen ser a
fuego lento.
-¿Valora la mujer rural todo este conocimiento?
-Pues precisamente este libro creo que será un aval para que a
partir de ahora se valoren mucho más ellas mismas. Fuimos nosotras las
propias protagonistas de ello y al mismo tiempo las que lo sacamos a la
luz, y ellas mismas se sienten muy orgullosas al ver que lo que saben
también aporta a la sociedad.
-¿Cómo ha sido la aceptación del libro?
-Muy buena, de hecho está a punto de agotarse la edición.
Nosotras lo enfocamos como un libro que fuera para tener en todas las
librerías, y sobre todo de aquellas personas que se marcharon del
pueblo, que muchas veces sienten con añoranza aquellas cosas que hacían
cuando eran jóvenes, aquellas comidas, aquellas tradiciones que había en
los carnavales, en Semana Santa, en las fiestas patronales, en la
matanza. Queríamos recuperar eso al mismo tiempo que las recetas que más
o menos se comían en las diferentes épocas del año.
-¿Qué otras iniciativas se podrían tomar para rescatar
del olvido ese conocimiento ancestral?
-Iniciativas pueden ser muchas, pero junto con las iniciativas
hay que tener primero espíritu luchador y ganas de trabajar, porque esto
es el fruto de mucho trabajo, de muchas personas, y de dedicar muchas
horas desinteresadamente.
-¿Qué recuerdos destacas de todo el proceso de
elaboración?
-Hombre, los mejores recuerdos que tenemos fueron en el trabajo
de campo, cuando llegábamos a una casa, y ya nos tenían preparado un
dulce, la merienda, y cuando nos queríamos ir era imposible porque te
seguían contando y contando y te decían "cómo vas a marchar sin cenar".
Son esos detalles, esa familiaridad que tiene la gente del medio rural.
-Para muchas mujeres verse reflejadas en el libro
supondría una gran ilusión.
-Bueno, yo concretamente lo viví con Cándida, la señora de la
portada. Le llevé el libro para el día de Reyes y me dijo su nieta que
casi pasó la noche sin dormir, leyéndolo. Luego me llamó por teléfono
para contármelo y es que el haber puesto sus manos ahí era como si le
hubiéramos hecho un regalo enorme. Es cierto que con estas mujeres se
perderán cantidad de cosas que nunca recuperaremos. ∆
Sabores y saberes de las mujeres rurales asturianas.
Ediciones Nobel. Fotografías: Foto Mendiela, Juanjo Arrojo, AMCA,
Archivo Ediciones Nobel e Instituto Asturiano de la Mujer.