Revista Fusión

 Subscripción RSS

FUSION también eres tú,  por eso nos interesan tus opiniones,  tus reflexiones y tu colaboración  para construir un  mundo mejor

Recibe nuestras noticias en tu correo

 


 

SUPLEMENTO ASTURIAS  -  NOVIEMBRE   2003

FRANCISCO JAVIER GARCIA VALLEDOR

Consejero de Justicia, Seguridad Pública y Relaciones Exteriores

"Ha habido una clarísima involución en las políticas fundamentalmente de cohesión social y de construcción de un Estado autonómico, vertebrado y solidario"


Le gustan los retos. Por eso, nada mejor que estar al frente de una Consejería con un fortísimo componente político y que abarca campos tan diferenciados.
Texto y foto: Lupercio González

Otra Asturias es posible

Francisco Javier García Valledor ha dejado su cargo parlamentario de portavoz de Izquierda Unida en la Junta General del Principado para hacerse cargo de la consejería de Justicia. Se define como cristiano y de izquierdas, y defiende la idea de que Asturias debe tener un autogobierno mucho más amplio. "La transferencia de Justicia, sobre la que ya se ha iniciado la negociación, -señala García Valledor- conlleva aspectos relativos al desarrollo del autogobierno de Asturias. El área que se llama de Justicia, es en realidad de Justicia y Desarrollo Autonómico. Se le ha puesto ese encabezamiento porque es la primera aspiración de ese Desarrollo Autonómico".

-¿Qué líneas se han establecido en los tres aspectos que abarca esta consejería?
-En relación con el Estado, hay una negociación abierta en aspectos relativos a Justicia y a la transferencia del Instituto Social de la Marina. Por otra parte, hay bloqueos importantes en otros apartados, que aún siendo competencia del Estatuto de autonomía en Asturias, el Estado hoy por hoy no quiere entrar en la negociación. Se trata del tema de las cuencas hidrográficas y los ferrocarriles, para que circulen íntegramente por territorio asturiano; en definitiva, se trataría de agotar el estatuto vigente. Está también el desarrollo de lo que es la institucionalización política de la comunidad, con dos retos importantes: la creación del Procurador General de Asturias, ese Defensor del Pueblo en Asturias, y la puesta en marcha de la ley que regulará y creará el Consejo Consultivo. A partir de ahí Asturias tiene que hacer una reflexión sobre el nuevo horizonte de autogobierno. Es fundamental que el Estado se construya desde el reconocimiento de la igualdad de derechos políticos, lingüísticos, competenciales y financieros con el resto de las comunidades históricas de España. También queremos que el Pacto por la Justicia implique una dotación presupuestaria para lo que va a ser el futuro inmediato de la Justicia en Asturias.

-En cuanto a Seguridad Pública, ¿qué se contempla?
-Aquí queremos hacer un planteamiento que es cada vez más necesario en las sociedades democráticas y en las comunidades avanzadas, frente al desmantelamiento del Estado y de los instrumentos públicos. La izquierda tiene el reto de reconstruir todo un discurso en torno a cómo, desde el propio espacio público, se asegura a los ciudadanos un concepto integral de seguridad. Desde aquí gestionamos todo el sistema de emergencias en Asturias. Y tenemos un reto, de un contenido político muy de fondo: una nueva Ley de Coordinación de policías locales, que puede ser una fórmula hacia una policía autonómica y hacia el desarrollo también de un modelo policial de carácter federal.

-¿Y en el ámbito de Relaciones Exteriores?
-Este último ámbito comprende: Asuntos Europeos y Relaciones Exteriores. Tenemos que sacar a Asturias fuera y que participe en todos los foros; en primer lugar europeos, porque en Europa se toman decisiones trascendentales sobre nuestro futuro. Hay una reclamación, no sólo por parte de Asturias, sobre la manera en que se articula la presencia de las Comunidades Autónomas en Europa a través del Estado. Este es un debate que se está produciendo en estos momentos en el conjunto del Estado y que tiene una concreción inmediata muy importante. Por mero efecto estadístico, Asturias a partir del 2006 va a dejar de ser "región objetivo uno". En este punto tenemos un reto fundamental y vamos a seguir trabajando para arbitrar las fórmulas que permitan que Asturias siga recibiendo fondos europeos a partir del 2006.
Las dieciocho regiones europeas que estamos en esta situación, vamos a crear un marco de encuentro aquí en Asturias, donde se pueda generar un ámbito de diálogo y de presión ante la UE. Más allá de Europa, queremos que Asturias juegue un papel en el mundo. Queremos estar presentes en todos los ámbitos de carácter interregional.

"Hay que decirle al ciudadano que es responsable de la dirección política y del rumbo de las cosas"

-Al parecer en esa línea se han creado algunas agencias.
-Sí, por primera vez se ponen en marcha en Asturias dos agencias; una, la Agencia de Cooperación al Desarrollo y otra, la Agencia Asturiana de Emigración. Todas las políticas de cooperación al desarrollo y relativas a nuestros emigrantes, van a ser también coordinadas y desarrolladas a través de estas agencias. Tenemos el acuerdo de gobierno de llegar al 0'7 de los recursos propios para dedicarlos a cooperación al desarrollo. Creemos que hay otro mundo posible por construir, otro mundo necesario por desarrollar, y ese desarrollo y esa construcción son la alternativa frente a la visión neoliberal del mundo. Significa la solidaridad, la cooperación y la apuesta porque los más favorecidos -aunque también tengamos problemas-, pongamos a disposición de ese mundo empobrecido instrumentos para generar desarrollo. Y luego, tenemos el reto de nuestros emigrantes, la emigración histórica y la nueva emigración. Se trata de ayudar a que no se pierdan los lazos con esta comunidad, y también a que las políticas hacia la emigración se sitúen en el nuevo contexto.

-Se alude a "Seguridad de Estado" para justificar determinadas acciones del Gobierno Central. ¿Piensa que la política del PP en cuanto a los derechos fundamentales de las personas es regresiva?
-Creo que ha habido una clarísima regresión e involución en las políticas fundamentalmente de cohesión social y de construcción de un Estado autonómico, vertebrado y solidario. Su proyecto político ha consistido en transferir a las Comunidades Autónomas los elementos nucleares de las políticas sociales, educación, sanidad y política social en sí misma; los grandes elementos del gasto social, sin correlativamente establecer los mecanismos de financiación para que ese gasto fuese asumido de forma razonable por las Comunidades Autónomas. Esa propaganda, en torno a la rebaja de la presión fiscal, no ha sido otra cosa que encubrir una fiscalidad cada vez más desigual, y no ha supuesto rebaja para las rentas bajas y medias, pero sí para los grandes ingresos. Esto ha conllevado a un debilitamiento de las propias estructuras del Estado. Se ha visto en lo del Prestige; un Estado anoréxico incapaz de dar respuesta ni siquiera a emergencias, no por un problema de incapacidad, sino porque los instrumentos fundamentales del Estado han ido debilitándose.

-Por ejemplo, ¿cuáles?
-Salvamento Marítimo, tiene hoy unas condiciones en el Estado español con una debilidad mucho mayor. Los problemas de inseguridad ciudadana que se han dado están vinculados al progresivo desmantelamiento que se ha hecho de la Seguridad Pública. Parte del discurso conservador sobre esa inseguridad ciudadana se vincula hoy a fenómenos como la inmigración. De esta manera se trata de ocultar el proceso de disminución real que ha habido en el mantenimiento de una estructura estatal fuerte de Seguridad Pública. La izquierda tiene el reto de reconstruir un discurso alternativo, y ser capaz de llegar al conjunto de la ciudadanía.

-La impresión que se tiene es que se quiere legislar desde Madrid pero sin contar con las autonomías.
-Una parte fundamental de la involución política y de la regresión política está en torno al Estado Autonómico. El Estado, a través de la legislación básica, está invadiendo competencias de las Comunidades Autónomas, pero con el agravante además, de situarnos en el "yo, Estado, legislo y tú, Comunidad Autónoma, pagas". Hay elementos escandalosos, como por ejemplo, toda la involución que se hace en torno a la educación, con la nueva ley orgánica irónicamente llamada de "Calidad" de la Enseñanza, que no tienen la correspondencia en la financiación a las Comunidades Autónomas. Otro ejemplo: la Ley del Menor, que obliga y responsabiliza a las Comunidades Autónomas a determinadas actuaciones, no ha tenido la correspondencia en la financiación. Se está produciendo una involución y un vaciamiento de las competencias, ahogando a las Comunidades Autónomas en la medida en que éstas no tienen capacidad para dar respuesta a lo que la legislación básica del Estado está generando.

-La democracia no sólo es el gobierno de la mayoría, sino el gobierno en el que se respeta la minoría. ¿Un equilibrio difícil de conseguir?
-Creo que es posible. Lo que ocurre es que después de veinticinco años todavía hay un déficit de conciencia democrática. Eso lo demuestra también la tensión que se da tanto en el debate estatal como en el debate en Asturias. Este Gobierno que tenemos es el primero de coalición en Asturias. Tenemos que ser capaces de escuchar la crítica como un elemento constructivo. Siempre que se haga desde esa premisa, la oposición, la minoría en este caso, no realiza una labor puramente destructiva. A través de la crítica, imprescindible en una sociedad democrática, se corrigen los defectos y se avanza hacia nuevas soluciones.

"El gran reto que tenemos por delante es el aprendizaje democrático"

-En la calle el ciudadano no confía mucho en la justicia. ¿A qué cree que se debe?
-Desgraciadamente en estos años del gobierno del PP, se ha producido una deslegitimación de lo que es precisamente la clave de la bóveda de la justicia: la independencia del poder judicial. En un sistema democrático, desde su origen, desde su teorización primigenia, la independencia de los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, era la piedra básica. Estos dos siglos de experiencia democrática, o de regímenes democráticos, han ido poniendo en entredicho en muchas ocasiones, precisamente, esa independencia de los tres poderes. Estamos viendo que los parlamentos son en muchos aspectos apéndices de las mayorías de los gobiernos mismos. Vemos cómo el poder judicial tiene influencias muy pesadas y pone en cuestión en muchas ocasiones esa independencia real del poder judicial. Creo que en ese sentido es el gran interrogante que se le pone a la justicia hoy. El reto fundamental está en construir una justicia suficientemente independiente y capaz de tener una dotación adecuada para resolver los problemas de los ciudadanos. A pesar de todas las dificultades que padecemos, en Asturias tenemos una estructura judicial de las menos conflictivas del conjunto del Estado. Eso nos puede dar idea de cual es la situación de deterioro en otras comunidades del propio sistema judicial.

-Si Aznar, como presidente electo, miente al Parlamento y al pueblo español y la justicia no hace nada, ¿qué esperanza le queda al ciudadano?
-El ciudadano tiene que tener su esperanza fundamentada en sí mismo también. Lo que se está produciendo es una falta de corresponsabilización de la responsabilidad de los ciudadanos en el quehacer público. La crítica ciudadana es necesaria, pero los ciudadanos tienen que estructurar la crítica en una actuación coherente en la movilización social y en su voto en las urnas. Hemos observado cómo a pesar de esa crítica y a pesar de esa tremenda movilización ciudadana con el tema del Prestige, el Partido Popular ha aguantado mucho más de lo que se preveía con el apoyo ciudadano. Por tanto, también hay que decirle al ciudadano que es responsable de la dirección política y del rumbo de las cosas. Ese proceso de involución que se ha producido en los últimos años por parte del PP, se ha hecho con la complicidad de una parte muy importante de la ciudadanía española.

-¿Cual sería su Asturias ideal?
-Pues sería un país con capacidad real de autogobernarse, orgulloso de su identidad y que quiera compartirla con el resto de los pueblos de España, de Europa y del mundo. Un país en el que, digamos, los elementos básicos que están anunciados en la Constitución española como derechos fundamentales de los ciudadanos, fuesen algo más que una declaración, es decir, fuesen una realidad. En definitiva, un país orgulloso de sí mismo, de su identidad y de su historia, una historia de lucha por la igualdad, por la libertad y, sobre todo, con la solidaridad del movimiento obrero que se fue construyendo a lo largo de muchos años. ∆

   

   
INDICE:   Editorial Nacional, Internacional, Entrevistas, Reportajes, Actualidad
SERVICIOS:   Suscríbete, Suscripción RSS
ESCRÍBENOS:   Publicidad, Contacta con nosotros
CONOCE FUSION:   Qué es FUSION, Han pasado por FUSION, Quince años de andadura

 
Revista Fusión.
I  Aviso Legal  I  Política de privacidad 
Última revisión: abril 07, 2011. 
FA