u vida ha
transcurrido muy ligada al concejo de Pravia donde ejerció como
concejala desde el año 91 hasta 1999, cuando fue nombrada Presidenta de
la Junta General del Principado.
Vive desde los tres años en la capital del concejo, aunque nació en una
pequeña localidad cercana, Peñaullán. Con 41 años es la mayor de tres
hermanos y reconoce que su infancia en un lugar tranquilo como el
concejo praviano le dio muchas alegrías.
"Recuerdo sobre todo el estar en la calle y en el parque con los amigos.
Cuando teníamos diez años en verano sacábamos las bicicletas porque no
había apenas tráfico y experimentábamos una gran sensación de libertad y
de independencia".
Ahora es ella la que lleva a sus hijos pequeños al parque. Su agenda,
normalmente muy ocupada no le deja muchos ratos de ocio pero los exprime
con su familia saboreando al máximo su tiempo libre.
-¿Cuándo descubrió su vocación política?
-Me afilié al partido socialista en el año 90, aunque venía ya
colaborando con anterioridad con la agrupación socialista en los
momentos especialmente dinámicos de la agrupación. Me afilié porque
después de haber participado en movimientos asociativos percibes que es
la política la mejor forma de transformar la realidad, y porque yo creo
que es bueno involucrarse en los problemas que tenemos todos, en los
problemas de la gente para tratar de resolverlos.
La política bien entendida, la política con mayúsculas es la política en
la que yo creo, y por la que procuro trabajar en la medida de mis
posibilidades. Es un instrumento fundamental; es el instrumento.
-Durante varios años fue concejala en Pravia.
Actualmente ¿añora algo de lo que fue su vida con responsabilidades
municipales?
-Hombre, la vida municipal es muy intensa y también a veces muy
dura. Yo siempre digo que los concejales hacen una tarea no siempre
suficientemente valorada porque se suele personalizar mucho la gestión
en la figura del alcalde y además del alcalde hay siempre un equipo de
concejales y concejalas que todos los días trabajan con toda seriedad al
servicio de la comunidad en la que viven. Yo tengo muy buenos recuerdos
de mi vida municipal. He vivido también momentos difíciles y duros pero
yo creo que el balance es positivo. Lo que más valoro de la política
municipal es que se está actuando sobre el entorno, las políticas se van
diseñando en el día a día y el resultado es muy inmediato.
-Imagino que la Presidenta de la Junta tendrá una agenda
muy apretada. ¿Cómo hace para conjugar su vida personal y profesional?
-Lo consigo sobre todo porque tengo mucha colaboración, tanto en
la parte institucional, donde tengo un buen equipo, como desde el ámbito
familiar, donde todos colaboran para que yo pueda desempeñar mi función
de forma óptima. Pero no siempre es fácil, porque a veces la agenda se
recarga mucho y queda poco espacio para el terreno de lo personal, que
es muy importante y que hay que procurar no dejar de lado. Es
fundamental tener un espacio para los amigos, para la familia, para uno
mismo.
"Vivimos
en un territorio que siempre ha tenido presente a la mujer, quizá
porque en nuestra región las mujeres han sido siempre muy
luchadoras y se han sabido hacer un hueco" |
-En su trayectoria ¿se ha sentido valorada como mujer?
-Yo siempre me he sentido valorada, pues en mi agrupación se me
propone para formar parte de una candidatura municipal y se confía en mí
para una serie de responsabilidades. En ese sentido creo que se me ha
valorado. Pero es verdad que vivimos en una sociedad en la que no
siempre se valora a todas las personas en lo que valen. El factor del
sexo ha tenido que ver, y la política es un ámbito en el que las mujeres
hemos ido accediendo a puestos de responsabilidad muy recientemente, y
fundamentalmente porque los partidos de izquierda nos autoimpusimos el
sistema de cuotas.
En Asturias creo que en ese sentido somos un tanto pioneros, yo soy la
segunda mujer que preside este Parlamento en veintitantos años de
autonomía y ésa es una realidad que no se da en todo el territorio
español. En ese sentido vivimos en un territorio que siempre ha tenido
presente a la mujer, quizá porque en nuestra región las mujeres han sido
siempre muy luchadoras y se han sabido hacer siempre un hueco.
-¿Hay diferencias a la hora de gobernar entre hombres y
mujeres por sus diferentes cualidades?
-Hay diferencias entre las personas fundamentalmente, yo no creo
que las haya tanto en función del sexo. De todas formas y aunque
generalizar siempre es caer en alguna percepción que puede ser injusta,
yo sí percibo que las mujeres son muy constantes, minuciosas, y muy
trabajadoras, que aportamos a otras cualidades individuales una
capacidad de trabajo que yo creo que es muy alta.
-Después de una legislatura como Presidenta, este año se
ha renovado la confianza en usted. ¿Qué le ha supuesto?
-No deja de ser un reto desde el punto de vista personal el que
se revalide la confianza en mi persona. Me hace sentir orgullosa, no lo
voy a negar, pero sobre todo creo que acucia mi responsabilidad ante
esta segunda ocasión en que se confía en mí para presidir esta
institución.
-De todo el tiempo que lleva aquí ¿cuál ha sido el
momento más difícil a nivel personal?
-Durante la legislatura pasada hubo momentos realmente difíciles
en los que esta institución se vio sometida a grandes presiones, pero
los viví no tanto como una cuestión personal, sino en el conjunto y en
el ámbito de la propia institución. Son momentos muy duros, que se viven
con mucha intensidad y que además dejan muchos recuerdos, pero creo que
los problemas hay que afrontarlos e intentar resolverlos, no hay que
esconderse de ellos.
-¿Hace falta tener mano izquierda para ostentar este
cargo?
-Yo creo que hay que tener transparencia a la hora de trabajar
con los grupos parlamentarios y hay que hablar las cosas, procurar
adelantarse a las situaciones que puedan sobrevenir y sobre todo
trabajar con diálogo y con transparencia con todos los que forman parte
del parlamento, porque al final sí que es una labor de todos los grupos
políticos lo que aquí hagamos.
Hay que procurar que las diferencias en un ámbito como éste sean
políticas y no personales, y que el debate por muy duro que sea, que a
veces lo es, sea un debate en el cual se están confrontando diferentes
ideologías. No tiene que haber lugar para la descalificación personal o
para otro tipo de cuestiones.
La verdad es que en este Parlamento existe a nivel personal un buen
trato y una buena relación de los diputados de los diferentes grupos y
yo creo que eso es sano desde el punto de vista de la propia institución
y de la vida democrática de esta región.
"Los problemas hay que
afrontarlos, intentar resolverlos, y no hay que esconderse de
ellos" |
-¿En algún momento le importa lo que piensen de usted?
-Pues me imagino que como a cualquier persona. En todo caso yo
creo que hay que escuchar lo que se diga de cada uno. Yo suelo escuchar
lo que se dice de mí porque creo que hay que hacer autocrítica, y que es
importante escuchar cómo los demás perciben lo que haces, cómo lo haces
y hay que estar permanentemente autochequeándose para poder mejorar.
Creo que forma parte de mis actitudes vitales el estar permanentemente
poniéndolo todo en cuestión para intentar que las cosas funcionen cada
día mejor.
-A nivel personal ¿qué proyecto le ilusiona?
-Hombre yo creo que es importante formar parte de las
instituciones en estos años en concreto, porque estamos en un momento
crucial para Asturias. De alguna forma es el haber puesto tu grano de
arena para que esta comunidad pueda vislumbrar un horizonte más
razonable para los asturianos, donde la gente realmente entienda que
esta comunidad es un sitio donde se puede vivir, donde se puede
trabajar, donde desarrollar un proyecto personal y profesional, y si en
alguna medida puedes contribuir, mejor.
-¿Qué cuestiones le han indignado en la vida política?
-Me indigna la injusticia y la mentira, me indigna que se hagan
las cosas mal a sabiendas, pero sobre todo que se pervierta el sistema
democrático, que no se quiera reconocer el papel de cada cual. Yo creo
que tenemos que trabajar todos por una sociedad más justa, más igual.
Por lo tanto cuando percibo la desigualdad o la injusticia en mi entorno
me indigna profundamente.
-¿Es importante tener memoria histórica?
-Es fundamental, yo tengo 41 años y por lo tanto los momentos de
la transición no los viví muy en primera persona porque tenía pocos
años, pero siempre me he interesado por escuchar a los mayores, por
conocer sus experiencias, por informarme, y creo que los jóvenes
españoles no conocen del todo lo que fue la dictadura en este país, no
conocen el gran esfuerzo de todos los partidos pero especialmente de los
de izquierdas, el esfuerzo de generosidad por superar ese pasado, esas
dos Españas, y no querer mirar al pasado sino querer construir el
futuro. Para no repetir la historia hay que conocerla, y es importante
que los jóvenes conozcan lo que supuso y lo puedan valorar en toda su
magnitud porque la izquierda hizo un esfuerzo importante para que un
país democrático y moderno pudiera superar cuarenta años de dictadura. ∆