Foto: Romy |
La transformación que está experimentando el núcleo poblacional de Trubia y
la apertura de la autovía abre nuevas expectativas de futuro para esta
localidad ovetense.
Texto: Marisa Tabarés
Más cerca
De todos es sabido que el tener unas buenas
vías de comunicación es lo que permite que una determinada zona progrese. La
nueva autovía Oviedo-La Espina que se está realizando, próximamente hará que
se acorten los trece kilómetros que separan a Trubia de la capital del
Principado, y que los casi quince minutos que nos lleva por la N-634 se
reducirán a tan sólo siete. Esta nueva infraestructura va a facilitar que
Trubia sea observada con otros ojos y considerada como lugar estratégico para
nuevos residentes. En este sentido, aunque a largo plazo, se está contemplando
la construcción de 450 viviendas. Por otro lado el Ayuntamiento de Oviedo ha
comenzado a promover la construcción de 44 nuevas viviendas de protección
oficial. Esto permitirá que nuevas familias, particularmente jóvenes, puedan
optar a vivir en este lugar, lo cual va a favorecer que el índice de población
envejecida de esta localidad descienda. En toda esta coyuntura la afluencia de
nuevos vecinos abre expectativas de creación de diferentes negocios, entre
ellos los de instalaciones hosteleras como cafeterías y restaurantes, apenas
existentes en Trubia, y que permitirán crear nuevos espacios de relación y
ocio entre los vecinos.
Las obras de mejora que se están llevando a cabo en el centro de Trubia, con
la adecuación de una avenida en la calle del Vasco y la planificación de zonas
ajardinadas, cambiará la fisonomía de esta localidad ovetense.
La Senda Verde, un bello trazado que comunica el Parque de Invierno, en
Oviedo, con Trubia, es un atractivo más para acceder a esta localidad. Desde
allí este recorrido continúa en la famosa Senda del Oso hacia tierras
teverganas, atravesando los verdes parajes del Valle del Trubia.
Lo que en el pasado había sido un valle tranquilo y casi salvaje, fue elegido
como enclave para establecer la primera fábrica del concejo y así nació en
1794, la Real Fábrica de Municiones y Armas Portátiles, que a lo largo de la
historia ha sufrido varias transformaciones hasta el momento actual. Esta
fábrica marcó la configuración y evolución del asentamiento poblacional de lo
que hoy es conocido como Trubia. La guerra de 1914 trajo un tiempo de
florecimiento para la fábrica, que se había especializado en la construcción
de cañones y otros enseres. Nuevos talleres, edificios administrativos,
viviendas para los ingenieros y los obreros, un casino, una iglesia... fueron
algunas de las aportaciones de esta época dorada que comenzó su declive en los
años cincuenta. Actualmente la Fábrica de Armas continúa dando trabajo a 500
vecinos y entre los proyectos que se van a iniciar se encuentra la creación de
un museo dedicado a la Fábrica. El emplazamiento elegido para este fin es un
grupo de tres antiguas edificaciones: las que correspondían al casino, a la
residencia de ingenieros y a la vivienda del director de la Fábrica.
Los trubiecos son amantes de sus tradiciones y les gusta que la alegría
esté presente en sus vidas, motivo por el cual tienen asociaciones de festejos
para cada zona de esta localidad, aunque adolecen de una asociación vecinal. A
pesar de ser una población envejecida cuenta con un importante espíritu
asociativo, que se manifiesta en las numerosas agrupaciones del barrio. El
Centro Social, se ha conformado como el epicentro de la vida cultural y social
de la localidad. Este edificio fue en su día el antiguo Casino de Trubia, hoy
remozado y adecuado a las necesidades de esta zona y con un magnífico teatro
para diferentes actividades culturales. ∆ |