on cerca de
veinte años los que lleva Mari Luz Fernández en la profesión médica.
Después de trabajar en Andalucía y Extremadura, regresa a Asturias en
1992, donde ocupa el cargo de subdirectora médica del Hospital Central.
Ha sido directora regional de Planificación Sanitaria y directora de la
Fundación Municipal de Servicios Sociales de Gijón. En 1999 asume la
dirección general de Ordenación de Servicios Sanitarios de Principado
hasta la fecha actual.
-¿Cómo valoraría la "salud" de los servicios sanitarios
asturianos?
-La verdad es que tenemos unos servicios sanitarios con muy
"buena salud". Contamos con unos profesionales sanitarios, tanto médicos
y enfermeros, como personal sanitario en general, con una formación
excelente y una alta cualificación. El Sistema Nacional de Salud español
es, aunque parezca paradójico en algunos ámbitos, uno de los mejores de
nuestro entorno. En Asturias hace poco más de un año, hemos asumido las
transferencias en materia sanitaria de la Seguridad Social y eso nos
sitúa en condiciones para desarrollar también el autogobierno y hacer un
sistema sanitario ajustado a las necesidades de los asturianos y
asturianas. Somos la región más envejecida de Europa, y tenemos una
serie de problemáticas como la salud mental, los pacientes terminales,
los pacientes con grandes discapacidades... que no están suficientemente
bien atendidos por el Sistema Sanitario. Este va a ser uno de los retos
a contemplar. En Asturias tenemos una red adecuada en cuanto a la
hospitalización de media y larga estancia. Tenemos trece hospitales de
uso público, algunos son fundaciones benéficas sin ánimo de lucro. Hemos
introducido, en la última revisión del mapa sanitario, que se hizo en
2001, tres nuevas zonas básicas de salud.
-Al parecer el Libro Blanco de los Servicios Sanitarios
ha sido un documento valiosísimo para todo este trabajo.
-Al inicio de esta legislatura desarrollamos el Libro Blanco de los
Servicios Sanitarios. Fuimos la única comunidad autónoma que lo hizo,
porque apostamos por la planificación. Ha sido un instrumento muy útil
para gestionar todas las transferencias y desarrollar todos los
proyectos que estamos acometiendo. Aparte de los hospitales, tenemos 220
establecimientos de atención primaria, con centros de salud,
consultorios periféricos, consultorios locales. Nuestros profesionales
sanitarios han tenido una formación extraordinaria. Ese es nuestro gran
capital. Si se compara ratios tanto de infraestructuras, centros
sanitarios, como de personal sanitario, con otros sitios de España e
incluso de Europa, estamos muy bien situados.
-A pesar de que el Sistema Sanitario es bueno siguen
existiendo largas listas de espera. ¿Qué está fallando?
-Nuestro Sistema Sanitario es muy bueno, sólo tiene pequeños
problemas de gestión. Tenemos la mejor tecnología, los mejores
profesionales, sin embargo muchas veces la gente sigue teniendo la
sensación de que no está bien atendida o que se la atiende tarde. Es
cierto que hay listas de espera, y éste es un tema que queremos trabajar
directamente para empezar a reducirla. No obstante hemos reducido de una
manera bastante importante listas de espera que eran históricas. Nuestro
Sistema Sanitario tiene una única puerta de entrada que es la atención
primaria, es decir, en la que un equipo multiprofesional es responsable
de la trayectoria de salud o enfermedad de cualquier ciudadano. Después
hay toda una red de atención especializada, que ante la demanda de esa
atención primaria, para casos que desbordan su capacidad de resolución,
es llamada a intervenir para atender a ese paciente. Después de las
transferencias, nos hemos dotado en la consejería de dos Direcciones
Generales más. Una de ellas es la Dirección General de Calidad y
Atención Ciudadana. Todos los departamentos nos estamos volcando ahí
para desarrollar un proyecto que se denomina Salud Próxima, con el
objetivo de acercarle al ciudadano todo lo que tenga que ver con su
salud, facilitándole el acceso a esos servicios y una mejor gestión de
todos ellos.
"La
dedicación exclusiva se colocó
como una opción, y por tanto, el profesional puede elegir si la
quiere o no" |
-El nuevo Hospital Central ¿qué va a aportar a la
sanidad?
-El nuevo Hospital Universitario Central de Asturias viene a
completar el potente sistema sanitario que tenemos. El actual Hospital
Universitario Central de Asturias desarrolla su actividad en múltiples
edificios lo que supone una gran disfuncionalidad. Queremos que sea un
hospital de vanguardia, un referente no sólo para los asturianos sino,
con el resto de la red sanitaria, también para el resto de los sistemas
sanitarios de otros países.
-¿Y se solucionará el tema de las camas?
-Queremos que sea un hospital que no se base en la cama, como
antes, cuando por cualquier cosa que había que hacer se ingresaba al
paciente. Hoy, en el primer mundo, las personas cada vez vivimos mejor,
tenemos mejores condiciones en la vivienda, y por tanto, no queremos
dormir en el hospital, y denota calidad el que nos resuelvan las
cuestiones lo más rápidamente posible. Por tanto, la estructura del
hospital en vez de pivotar en torno a la cama, pivota en torno a las
consultas externas. Gran parte de las patologías, incluso quirúrgicas,
pueden no necesitar un ingreso.
Queremos además que sea un hospital amigable y agradable para los
trabajadores. Incluso se habla de guarderías, de espacios para cuidados
de personas mayores. Se dice que éste siglo es el siglo de los
hospitales, del sistema sanitario en red, y ese es un tema clave: que
todo circule. No vale sólo Internet, también tienen que circular la
profesionalidad, que en salud tiene que ver con el respeto y el trato
humano, la tecnología ya viene dada.
-La dedicación exclusiva de los profesionales es, ¿una
obligación, un reto, un deber...?
-Esto ha sido un tema muy polémico. El gran problema que tiene
el Sistema Sanitario, y todos los sistemas públicos, es, que trabajes lo
que trabajes, lo que cobras a final de mes es muy parecido. Eso, lo que
hace es fomentar al que menos trabaja. Una de las cuestiones que se
suscitó en el Libro Blanco, y que muchos profesionales y ciudadanos nos
planteaban, era propiciar una ética entre los profesionales de Servicio
Público. Esto pasa necesariamente por el reconocimiento personal del
desarrollo profesional, en cuanto a experiencia, conocimientos,
cumplimiento de objetivos de la organización a la que prestan sus
servicios. Luego, hay una pequeña parte de profesionales que
compatibiliza su actividad privada con la actividad pública, dentro de
unas reglas de juego éticas. La dedicación exclusiva es una opción, y
por tanto el profesional puede elegir si la quiere o no. Eso es sólo la
primera piedra de un edificio que hay que empezar a construir, el
desarrollo de la carrera profesional, que ya ha empezado a dar los
primeros pasos.
-¿Y qué hacer con la desmotivación de los profesionales?
-Debemos trabajar intensamente en la carrera profesional,
estableciendo instrumentos de desarrollo profesional sobre la base de
criterios objetivos de actividad asistencial, de formación, de
investigación, compromiso y motivación.
"En
Asturias tenemos una red adecuada en cuanto a la hospitalización
de media y larga estancia" |
-El gasto farmacéutico en el sistema sanitario ¿no cree
que es desproporcionado?
-Es importante porque puede poner en jaque la sostenibilidad del
Sistema Sanitario Público, porque si permitimos que el gasto
farmacéutico crezca por encima de las necesidades de nuestros pacientes,
podemos poner en cuestión otro tipo de prestaciones y servicios que son
necesarios y eso sería muy injusto.
Está demostrado que el elemento clave que produce desviaciones
injustificadas en el caso farmacéutico es la incorporación en el mercado
de nuevos medicamentos que no aportan mejoras sustanciales en la
curación de las enfermedades y cuya relación calidad-precio está
descompensada. Quien tiene competencias en ejecutar este aspecto es el
Gobierno Central, el Ministerio de Sanidad y Consumo y no lo hacen con
el rigor necesario para matizar las expectativas mercantilistas de la
industria farmacéutica que no siempre aportan mejoras a la salud de
nuestros pacientes.
-Los farmacéuticos, en colaboración con los
profesionales, ¿no tendrían que jugar un papel más activo en los
tratamientos de los pacientes?
-Eso es importantísimo. Siempre digo que el Sistema Sanitario tiene
tres patas: El Centro de Salud, con sus consultorios es la atención
primaria; los Hospitales, que es la atención especializada; y al lado
del Centro de Salud, tenemos una Oficina de Farmacia por cada dos mil
quinientos habitantes. Los profesionales de la farmacia son una pieza
clave que pueden hacer el seguimiento y el control farmacoterapéutico.
Hay que implicar también a la atención especializada, porque está
demostrado que entre un 40% y un 50% del gasto farmacéutico que se
produce en atención primaria, está inducido por la atención
especializada. Todo esto hay que hacerlo ofertado formación e
información, y con la participación de los profesionales de atención
especializada, de atención primaria y los ciudadanos.
-¿Hacia dónde va la sanidad del siglo XXI?
-En el siglo XXI, el protagonista principal del sistema
sanitario será el ciudadano. Los servicios sanitarios en red
incorporarán la mejora continúa como una pieza clave de su desarrollo.
En nuestra autonomía una buena atención sociosanitaria será la
demostración de que nuestro sistema sanitario se adapta a las
necesidades de los asturianos y asturianas. ∆