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SUPLEMENTO ASTURIAS 

Jorge Marquínez

Jorge Marquínez

Director de INDUROT

(Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio. Universidad de Oviedo )

 

Aunque se incorporó a este cargo en junio de 2001, ha sido uno de los padres de la idea de INDUROT, un Instituto que se ocupa de hacer investigación en el área de la ordenación del territorio y en el área de la gestión de los recursos naturales.

Texto y foto: Lupercio González

INDUROT es una entidad de la Universidad de Oviedo de la cual Jorge Marquínez es profesor titular del área de Geodinámica Externa. El y su equipo del Instituto se han empeñado en acercar aún más la Universidad a la sociedad. "La idea -señala Jorge Marquínez- era preparar productos que ayuden a la gestión, es decir, que lo que hacemos los investigadores en el territorio -geólogos, biólogos, economistas, sociólogos, ingenieros- pueda tener una traducción práctica en una mejor gestión del territorio. Es un esfuerzo de acercar el trabajo de la Universidad a los problemas de la sociedad".

-¿Qué dificultades entraña el poner en movimiento una idea como la de este Instituto?
-El problema es que la Universidad no está diseñada para funcionar así. La Universidad y la carrera académica, están diseñadas para desarrollar una investigación a nivel personal, cada profesor lucha contra su currículum, para que su currículum alcance las cotas o los indicadores de calidad que le piden y la respuesta a las necesidades docentes. Pudiéramos decir que la Universidad es un instrumento diseñado para responder a unas necesidades docentes, esa es la prioridad número uno, y dos, el profesor debe de buscar los indicadores de calidad que le piden en su investigación a nivel internacional. Cuando se pretende acercar la Universidad a los problemas regionales aparecen muchos problemas. Lo primero, no hay una carrera investigadora para esto, o sea, el personal del INDUROT está contratado en relación a proyectos, es decir, su contrato caduca cada vez que acaba un proyecto, y hay que volver a renovarlo por un proyecto diferente. Esto obliga a mantener una actividad incesante, una plantilla que no tiene cabida clara en la Universidad. También hay profesores que colaboran en el INDUROT, pero estos tienen otras obligaciones, deben atender sus clases, su docencia, sus obligaciones administrativas dentro de la universidad, su investigación y por lo tanto, lo que le queda para volcarse hacia la sociedad es muy poco. La actividad del INDUROT, para poder desarrollar una actividad con cierta potencia, descansa en gran medida sobre personal contratado que no tiene una cabida clara en el modelo de plantilla universitaria, y eso constituye una dificultad.

"En los veinticinco últimos años, en los Picos de Europa se puede constatar una evolución imparable hacia el desastre. De seguir así puede ser un buen ejemplo de lo que es el desarrollo insostenible"

-¿Qué ámbito de actuación tiene INDUROT?
-El ámbito no está definido, aunque la mayor actividad la ha desarrollado sobre Asturias. No obstante, ha habido proyectos de ámbito nacional, de ámbito europeo, e incluso algún proyecto en América. El ámbito sobre todo es, digamos, temático. Lo que hacemos en Asturias podríamos trasladarlo a cualquier región del mundo y hacer un buen trabajo, adaptando la información y los problemas a las necesidades específicas que se dan en cada región. En definitiva el INDUROT trabaja mucho en Asturias porque es aquí donde conocemos bien la problemática y tenemos más información, pero también para el Gobierno del Estado español, para el Gobierno europeo, y para algunos otros, como por ejemplo el de Nicaragua.

-Asturias presume de ser un "Paraíso Natural". ¿Es realmente así?
-Si se entiende de modo muy estricto por natural aquello virginal, aquello intocado; si consideramos que naturaleza es un nombre que debemos preservar para los ecosistemas que la mano del hombre no ha modificado fuertemente, entonces debemos decir que Asturias tiene poco de paraíso natural. Nuestros ecosistemas están muy humanizados y su nivel de degradación es relativamente importante, unos más que otros. Sin embargo, comparándolo con otras regiones, seguramente sí será un paraíso natural, porque el relieve de Asturias es muy fuerte y eso impone muchas limitaciones a la explotación humana, y por tanto, el medio ambiente asturiano conserva un atractivo natural importante, así que el eslogan de "Paraíso Natural" relativamente le va bien a Asturias. Si comparamos nuestra naturaleza con la naturaleza gallega o la del País Vasco podemos convenir que realmente en Asturias hay una naturaleza impresionante, aunque no esté tan bien conservada como se dice. Muchas veces el paisaje que estamos acostumbrados a valorar no es un paisaje natural, la mayor parte de esas praderas verdes en realidad son cultivos artificiales, no es una cubierta natural; es una cubierta manejada. Muchas de estas cosas que llamamos bosques, en realidad son unidades arboladas, artificiales en gran medida. Si uno se pone muy estricto debería aceptar que en realidad estamos viendo una naturaleza manejada por el hombre y lo natural, en este ámbito, sería algo muy distinto a lo que estamos viendo. En Asturias tenemos algún reducto con una naturaleza todavía bien conservada, por ejemplo Muniellos, donde por razones históricas se ha mantenido lo que era la naturaleza original. Pero son reductos pequeños.

-El patrimonio natural asturiano es impresionante pero, ¿se valora suficientemente como para ser gestionado como un recurso sostenible?
-Sobre el concepto sostenibilidad se hace muchísima demagogia. Mi sensación, para empezar, es que el asturiano valora mucho su naturaleza. Ese eslogan de "Asturias Paraíso Natural", ha calado en nuestra región y el asturiano está orgulloso de su naturaleza.
Cuando vienen visitantes no les queda otro remedio que aceptar que esto es muy bonito y muy atractivo, y el asturiano lo sabe.
Debo decir también, que históricamente la gestión de la naturaleza en Asturias a pesar de sus deficiencias, ha sido comparativamente mejor que la gestión de otras regiones de nuestro entorno, a quienes no les queda otro remedio que aceptar que en Asturias hay muchas cosas que se han hecho mejor. Esa es la de cal, y la de arena es, que en realidad a pesar de todo esto, la gestión de la naturaleza, se está haciendo en general sin saber si se está en la sostenibilidad o no.

"La sostenibilidad es una idea fantástica como concepto, pero no ha sido puesta en práctica en la gestión, o lo ha sido muy raramente"

-¿Cómo se sabe si un recurso es sostenible o no?
-Para saber si uno está desarrollando una gestión sostenible tiene que conocer qué había, qué gasta y qué tiene después de gastar, y luego, comparar lo que tiene con lo que había al principio. Habitualmente los gestores no se preocupan demasiado de esto; no saben lo que había, saben más o menos lo que gastan, pero no saben lo que les queda. Sostenibilidad es un concepto que en la gestión de los recursos naturales, debería ir ligado obligatoriamente a indicadores que muestren cómo va variando el recurso que estamos utilizando, y eso no existe. Dicho de otro modo, la sostenibilidad es una idea fantástica como concepto, pero no ha sido puesta en práctica en la gestión, o lo ha sido muy raramente.

-¿Y qué necesitaría Asturias en ese sentido?
-Lo que cualquier otro territorio; una información muy detallada de esos recursos naturales y un sistema de indicadores que le permitiera ver la evolución de las cosas periódicamente. Es como el que tiene dinero en un banco, para saber en su cuenta si su gasto es sostenible tiene que saber cuánto tiene antes, cuánto gasta y cuánto le queda después para saber si su gestión económica es sostenible o está consumiendo su patrimonio. La naturaleza es lo mismo, deberíamos tener la contabilidad de los recursos naturales que nos permitiera saber si estamos consumiendo nuestro patrimonio o si estamos ante una gestión sostenible.

-Como técnico ¿piensa qué el turismo, y en particular el de naturaleza, se tiene que convertir en el gran motor económico regional, o simplemente ser un elemento más de nuestra economía?
-Más que técnico yo aquí apuntaría a la experiencia que ha habido en Asturias desde los años 80. Las primeras iniciativas que tuvo el gobierno regional, de hacer por ejemplo un hotel en Taramundi, fueron discutidas por muchos asturianos como algo un poco utópico. El paso de los años ha demostrado que ese sector no era una utopía, sino que se sitúa en un lugar importante y hoy constituye una proporción ya significativa de nuestra economía.
Ahora bien, los que pretendan pensar que esto es inacabable y que el sector turístico puede seguir desarrollándose hasta cotas enormes, pues incurrirían igualmente en un error. Es muy importante no degradar los mecanismos de explotación turística, que tienen que ser de calidad y respetuosos. Con esto, este sector puede alcanzar el nivel que puede tener en nuestra economía, que yo presumo que no es mucho más de lo que tenemos actualmente.

"La gestión de la naturaleza, se está haciendo en general sin saber si se está en la sostenibilidad o no"

-¿Nuestra economía debe apoyarse en una diversificación de recursos?
-La economía regional asturiana debe descansar de modo más equilibrado en una industria que funcione, con una aportación mayor del sector tecnológico, en un sector de servicios que incluya este turismo natural, pero también el turismo que tiene que ver con aspectos culturales. Es importantísima la gastronomía, que es un atractivo sobresaliente de todo el norte peninsular. Luego tenemos un sector primario, que está reduciéndose en tamaño, pero que hay que defender porque aporta una cuota razonable. En definitiva, yo no creo en ningún monocultivo económico, y sí veo el futuro de la región como un futuro equilibrado en la combinación de los tres grandes sectores de la economía: industria, servicios y el sector primario. Actualmente tenemos un sector muy importante, que es la energía y que debe seguir defendiendo, no solamente con el carbón, que obviamente está en declive, sino la energía hidroeléctrica en la cual somos productores importantes, una energía eólica que empezamos a defender con otras energías renovables que se pueden incorporar. En definitiva, Asturias camina hacia una economía diversificada.

"En Asturias hay realmente una naturaleza impresionante, aunque no esté tan bien conservada como se dice"

-Has hecho trabajos sobre Picos de Europa, la joya de nuestro Principado. ¿Por qué suscita tanta controversia la gestión de este recurso natural?
-En Picos de Europa las cosas van mal no solamente en la vertiente asturiana. Picos de Europa es una unidad singular en el contexto de toda la cordillera cantábrica y tiene un paisaje que es diferente a todo lo demás. Su valor deriva precisamente de su singularidad, no de que su cubierta vegetal o su fauna sea especialmente significativa, que no lo es. Lo más significativo de Picos de Europa puede ser su geología, que da lugar a un paisaje exótico enormemente atractivo desde el punto de vista visual. Desde hace mucho tiempo este enclave se ha convertido en un campo de batalla de intereses de todo tipo, que le han hecho un flaco favor al futuro de ese espacio desde todos los puntos de vista. Paralelamente, su atractivo ha dado lugar a un turismo que probablemente está rozando la insostenibilidad. Me gustaría que eso se pudiera medir. Lo primero, porque desde que hice mi tesina en el año 77, no he visto más que el desarrollo de infraestructura turística, ya no en el entorno de los Picos, sino dentro. Las pistas y las carreteras cada vez llegan más arriba, crecen los refugios de montaña, las pistas forestales, la infraestructura hotelera, el volumen enorme de visitantes en algunos puntos, los teleféricos. Ahora el túnel con un tren, injustificable desde mi punto de vista...
En los veinticinco últimos años, en los Picos de Europa se puede constatar una evolución imparable hacia el desastre, y la declaración de Parque Nacional no ha logrado frenar esa tendencia. Los intereses contradictorios que confluyen allí están dando lugar a un camino peligroso hacia la no sostenibilidad. Si siguen así este espacio puede ser un buen ejemplo de lo que es el desarrollo insostenible. Picos de Europa sufre en muchos casos probablemente sobrepastoreo, una sobrepresión de visitantes, un sobredimensionamiento de infraestructura y después, muchos conflictos en la zona que no tienen justificación. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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