Si hay una cosa que tiene clara esta profesional de la medicina es
que la carta magna de los Derechos Humanos tiene que ser un referente
indispensable que avale cualquier tipo de proyecto social.
Reyes
Botero ha estado trabajando en Bolivia como coordinadora general de
Médicos sin Fronteras. Luego tuvo la oportunidad de optar, mediante
concurso, a la plaza de jefa de esta área específica y de nueva creación
en el Principado de Asturias. Desde aquí quiere aportar su grano de
arena canalizando ayudas hacia aquellos que las necesitan. Sólo es una
cuestión de justicia.
-¿Cómo está diseñada el Area que dirige y cuáles son sus
proyectos?
-Es un área que tiene tres subáreas. Por un lado está la de
Emigración, sobre la cual se elaboró un Plan de Emigración que fue
aprobado en la Junta General del Principado y en el que se está
trabajando con los retornados, los asturianos que emigraron
especialmente a Cuba, Argentina, Venezuela y Uruguay. Hay una serie de
programas de ayudas individuales a los asturianos e hijos de asturianos,
especialmente en estos países y también algo en Chile; pero Cuba,
Venezuela y Argentina se llevan el grueso. Se destinaron ayudas
extraordinarias cuando empezó la crisis argentina. Dentro de la
emigración fue clave el programa "Más Cerca de Asturias"; hay
trabajadoras sociales que dependen de este área en Caracas, en La Habana
y en Buenos Aires, personas que están trabajando directamente con los
emigrantes y son como el puente entre la gente de allá y nosotros. Ellas
son un gran apoyo para todo el tema de las ayudas y también para
verificar y saber que las ayudas van a quien tienen que ir. Cuando en la
crisis de Argentina empezó el corralito, gracias a que estaban allí
estas trabajadoras sociales se pudieron gestionar ciertas ayudas.
Francamente está resultando todo muy bien porque ha mejorado mucho cómo
se dan las ayudas. Cada año vienen también asturianos que residen en el
extranjero, y el Principado, durante quince días les financia la
estancia en Asturias. En Emigración se ha dado un fuerte impulso en
todo, además de las ayudas a los Centros Asturianos.
"Hemos
hecho dos evaluaciones en el año 2002 y en el 2001 de proyectos de
cooperación que se han financiado y los resultados en términos
generales son buenos" |
-¿Y en cuanto al Area de Inmigración?
-Es quizá la que tiene menos peso, porque Asturias no es un país de
inmigración fuerte, pero sí se está trabajando en proyectos de apoyo y
para la integración de los inmigrantes. Hay un convenio con las
centrales sindicales UGT y CC.OO. de apoyo a las oficinas que tienen
estos sindicatos para asesorar a los inmigrantes cuando llegan, tanto en
plan laboral como para la legalización de papeles.
Hay un convenio con ACCEM (Asociación Comisión Católica Española de
Emigraciones) sobre pisos de acogida para los que llegan en mala
situación. Además, les dan clase de castellano e incluso los orientan
para trabajar o buscar trabajo. Hay una convocatoria anual para
subvencionar a organizaciones que están trabajando con inmigrantes en
distintos tipos de proyectos, sobre todo acompañamiento, acogida y
sensibilización. Y lo de la educación es clave en todo lo de la
inmigración, porque los niños son los que pueden cambiar mejor las
actitudes, los mayores a veces por desgracia no.
-¿Y el área de Cooperación al Desarrollo?
-Es la más potente económicamente. Se aprobó un Plan Cuatrienal
en el que están las líneas maestras por donde va la cooperación del
Gobierno del Principado. Se establecen fundamentalmente dos tipos de
cooperación, la cooperación a través de organizaciones no
gubernamentales y la cooperación directa del Principado con
instituciones de otros países. Concretamente este año se financiaron más
de cincuenta proyectos con un presupuesto de cuatrocientos cincuenta
millones de pesetas. Fundamentalmente el 75% del dinero va a proyectos
en América Latina, Centroamérica, América del Sur y el resto al Africa
subsahariana. Tenemos un proyecto de Sida en Kenia; de ayuda de
emergencia con Palestina; en Túnez lo está llevando una organización.
Son proyectos un poco distintos a los de América Latina, que son más
integrales.
El Principado está haciendo una labor de cooperación directa con Cuba,
con la rehabilitación del hospital Salvador Allende y la escuela de San
Salvador en la Habana; y otros proyectos de los que se encargan
directamente ONG en Cuba. Estamos teniendo relación directa con
ayuntamientos de Centroamérica, de Nicaragua y El Salvador. Con
Argentina la relación era sobre todo por el tema de los emigrantes, los
asturianos que fueron allá, pero realmente ahora se está convirtiendo en
un país objeto de cooperación. Estamos planteándonos para el 2003, cómo
cooperar con este país, porque con las dificultades y con los gobiernos
que hay no nos parece muy adecuado. La posibilidad sería buscar una
organización seria y de peso allá.
"Argentina ahora se está
convirtiendo en un país objeto de cooperación."
-¿Qué dificultades entraña una labor de cooperación
cuando determinados gobiernos aparentemente democráticos expulsan a
cooperantes de sus países?
-La gran dificultad, lo digo por mi experiencia, es que no se
puede con ciertos gobiernos cooperar directamente, porque no hay ninguna
garantía de que lo que se financie vaya a ir a donde tiene que ir. Es
más fácil a nivel de ayuntamientos. El Principado no está haciendo
cooperación de gobierno a gobierno. Por ejemplo, está haciendo
cooperación directa con ayuntamientos en El Salvador y Nicaragua. Estos
dos países tienen mucha base social organizada. Nosotros entramos en
contacto con esos ayuntamientos por medio de organizaciones tipo las
Mujeres Salvadoreñas, organizaciones serias, de peso, que tienen larga
tradición. Ahí sí es uno capaz de saber a dónde van las cosas. De hecho
las ayudas de emergencia que hemos prestado, por ejemplo a Centroamérica
o Afganistán, han sido a través de organizaciones como Médicos Mundi,
Solidaridad Internacional, Médicos sin Fronteras... organizaciones que
tienen peso, prestigio y que ofrecen una garantía de que aquello va a
donde tiene que ir.
Creo que es muy importante fomentar desde Asturias la relación entre los
ayuntamientos, de los de aquí con los de allá, porque a ellos les
vendría muy bien en cuanto a gestión de los recursos y demás. La
experiencia que hemos tenido con estos ayuntamientos ha sido buena, pero
eso exige mucha revisión, evaluación y demás. Yo he estado tres años
trabajando fuera de España en temas de cooperación y en una organización
no gubernamental, y he visto que siempre intentan los gobiernos
manejarte el dinero de la organización, y por eso hay que ser muy
cautos. La cooperación directa tiene el peligro ese, por eso decía que
hay otras vías, y entre ellas la de las alcaldías es para mí la más
interesante.
"Este año
2002 se financiaron más de cincuenta proyectos con un presupuesto
de cuatrocientos cincuenta millones de pesetas." |
-¿Podría decirse que Asturias es bastante sensible al
tema de cooperación?
-Yo creo que sí y porque además anteriormente lo que había era
un reparto administrativo de dinero, pero otra cosa es que por primera
vez se establezca una política de cooperación.
En 1999 había sólo un presupuesto de unos 339 millones y para este año
2003 vamos a tener mil millones. Por tanto, aquí en Asturias sí hay una
apuesta por la cooperación al desarrollo. La cuestión no es repartir
dinero, sino hacer proyectos, ya sea directamente o con otras
organizaciones, pero proyectos que ayuden al desarrollo o a paliar
situaciones de emergencia. Tenemos un Plan Cuatrienal de Cooperación con
líneas maestras y yo creo que ese es el gran avance. Y se ha introducido
la evaluación de los proyectos. Hemos hecho dos evaluaciones en el año
2002 y en el 2001 de proyectos de cooperación que se han financiado y la
verdad es que los resultados en términos generales son buenos. También
hay que ejercer siempre mecanismos de control porque incluso en la
evaluación ya no es controlar el gasto sino ver si los proyectos son los
más adecuados para la zona. Intentamos evaluar de dos maneras, una por
una consultora externa, y después desde el área, es decir, ir a los
sitios para ver cómo van las cosas. Siempre hay que tener la visión del
otro lado. Hay que ir estableciendo una política de cooperación en la
que se tienen que implicar, no queda más remedio, todos los países para
mejorar los equilibrios, aunque sólo sea de una manera egoísta.
-¿Qué presencia tiene la defensa de los Derechos Humanos
dentro de la filosofía de la Consejería de Asuntos Sociales?
-Dentro de los principios que rigen el Plan Cuatrienal de
Cooperación está el del respeto y la defensa de los Derechos Humanos. De
hecho hay un convenio de colaboración de la Consejería de Asuntos
Sociales con SOLDEPAZ, también avalado por Amnistía Internacional, de
acogida de sindicalistas colombianos que están amenazados. Somos la
única comunidad autónoma que tiene un convenio de este tipo. Pero es la
defensa de los Derechos Humanos en el amplio sentido, ya no sólo de
persecución política o que pongan en peligro la vida, sino también el
derecho a la salud, a la educación, a una vivienda digna, también todo
ese derecho de los niños y de las mujeres. El día 10 de diciembre fue el
día de los Derechos Humanos y si se defienden, vas a defender cierto
tipo de proyectos, por eso a mí me parece clave tenerlos presentes./ L.G. |