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SUPLEMENTO ASTURIAS
- AGOSTO 2003
BOAL
Se mire por donde se mire, Asturias es un privilegio de la naturaleza.
Los contrastes dominan tanto el paisaje como la vida misma. Las combinaciones
del verde intenso de las praderías con el gris-azul del Cantábrico; los
bosques escondidos y oscuros con las cumbres despejadas; la bulliciosidad de
sus ciudades y villas con el ritmo reposado y empapado de tradición que se
respira en la mayoría de sus pueblos.
Texto: Chabe
Hidalgo y Marisa Tabarés / Fotos cedidas por Ayto. de Boal
Occidente tranquilo
E l occidente asturiano es una muestra
ejemplar de que todo es posible en muy poco espacio. Y dentro del occidente,
Boal presume de tener una personalidad propia. Se trata de un concejo
interior, pero a escasa distancia de la costa, lo que permite un acceso rápido
y fluido a las playas de los vecinos concejos de Tapia, El Franco, Coaña y
Navia, principalmente. El núcleo que concentra los servicios y la mayoría del
comercio es la capital del concejo, la villa de Boal. Con una extensión de
poco menos de 120 km2 y alrededor de 3000 habitantes.
El visitante observador aprecia la proximidad con Galicia en el entorno
natural. Las escarpadas alturas se han ido suavizando y el paisaje está
dominado por formas redondeadas, lomas sin aristas cuyas alturas apenas
superan los 900 metros. La Sierra de Penouta ofrece un escenario apenas
mancillado por la mano del hombre y unas vistas espectaculares, que se pierden
en el mar Cantábrico y abarcan desde el Cabo Peñas hasta las tierras de la
vecina Galicia. Dicen los del lugar que es posible encontrarse con manadas de
caballos en estado semisalvaje durante los paseos por estas tierras. La parada
para tomar un respiro puede realizarse en el área recreativa, por el camino
que va hacia Peña Queimada.
La geografía del concejo está marcada por dos huellas importantes que
condicionan y enriquecen la vida de los habitantes de la zona. Son los
embalses de Arbón y de Doiras. Los dos están dotados de buenos accesos y
puntos de amarre de embarcaciones. En el caso del de Arbón, existe una
completa área recreativa en Castrillón, a orillas del río Navia, dotada de
mesas, parrillas, zona de baños e incluso un trampolín, para disfrutar del
entorno en las mejores condiciones.
En Boal se dejan ver con claridad las señales de nuestros antepasados. Existen
dispersos por estas tierras un gran número de castros, túmulos y otros restos
arqueológicos que son testigos en el presente de que este lugar fue elegido
por los antiguos pobladores para establecerse. El Castro de Pendia es un buen
ejemplo de este patrimonio histórico. Este caso, además, tiene el aliciente
del misterio que encierran algunos restos del pasado que aún plantean muchos
interrogantes a los investigadores. Ha sido calificado como "poblado
enigmático" debido a su ubicación, parece ser que bastante inusual, y a la
desproporción entre las construcciones que alberga: demasiado fortificado en
relación con el limitado recinto que protegía.
La etnografía: un valor incalculable • El legado de generaciones más
cercanas a nuestros días se deja notar en sencillas obras de arquitectura
popular, como los lavaderos. El Ayuntamiento de Boal asumió hace un tiempo la
responsabilidad de restaurar y recuperar para su uso estos elementos, de
importante valor etnográfico, desarrollando un plan de rehabilitación para 25
de ellos. Hoy en día se ha trazado una ruta que recorre los Lavaderos y a la
vez nos lleva a conocer un gran número de núcleos rurales.
La forma de vida tradicional del concejo es posible rememorarla en la Casa
Museo de Rozadas, donde se representan estancias de una casa tradicional.
Boal es actualmente un concejo eminentemente ganadero. Se enorgullece de haber
disfrutado en el pasado de un período boyante para la industria de la forja,
que comenzó a torcerse a mediados del XIX. La crisis provocó la salida de
muchos hijos de esta tierra hacia América. Esa huella hoy se ve en su
arquitectura: como en otros muchos lugares de Asturias, los indianos
regresaron para construir sus casas, enriqueciendo así el patrimonio
arquitectónico de la zona.
Hoy la forja se mantiene en los círculos artesanales, en ocasiones combinada
con la madera para dar lugar a piezas de gran valor. Merece atención la
industria del clavo, una de las actividades de artesanía más representativas
del concejo. Hasta hace unos años, en Armal, los artesanos del hierro
producían clavos que comercializaban en todo el territorio nacional.
Aventura
en la naturaleza • La estancia en Boal puede aportar intensas sensaciones
para quien disfrute con los deportes de aventura. Su particular orografía
permite la práctica de actividades acuáticas como el descenso de cañones,
descenso de ríos o las rutas en piragua o en canoa. La presencia del río Navia,
el embalse de Doiras y el de Arbón, así como la proximidad del de Grandas
convierte a estos parajes en lugares privilegiados en los que desarrollar
actividades en la naturaleza. Por eso es frecuente ver las aguas del Navia
salpicadas de chalecos de colores, kayaks y demás embarcaciones. Una bonita
estampa que es posible gracias a una empresa de turismo activo con sede en
Serandinas que proporciona asesoramiento e información sobre todas las
posibilidades que se abren en contacto con la naturaleza. Quien conoce a fondo
la geografía del concejo sabe que tiene mucho que ofrecer y la época estival
es apreciada por los aficionados a los deportes acuáticos. También es posible
realizar senderismo, rutas en bicicleta de montaña o recorrer el concejo a
lomos de un caballo. Además, los amantes de estos animales que deseen
disfrutar aquí de sus vacaciones pueden hacerlo sin separarse de sus monturas,
ya que existe en el concejo un lugar donde poder alojar a sus caballos.
Boal se muestra como un concejo que sabe aprovechar sus principales recursos,
los naturales. Quien desee descansar inmerso en la naturaleza y olvidarse del
bullicio de la ciudad encontrará alojamientos rurales donde aprovechar su
tiempo de ocio. En ellos encontrará el visitante la información que necesite
sobre las rutas que puede realizar, tanto las que conciernen al concejo de
Boal, como otras de interés en la comarca occidental. En algunos puntos del
concejo, como Rozadas, es posible combinar el hospedaje con visitas de interés
etnográfico a una casa museo.
Un futuro prometedor: Parque Histórico del Navia • Este concejo forma
parte también del Parque Histórico del Navia, un ambicioso esfuerzo por parte
de los nueve municipios de la comarca Navia-Porcía para fomentar el turismo y
fijarlo en la zona. Se trata de un proyecto que pretende sumar a la riqueza
natural de todos conocida, los recursos culturales que también posee la zona,
para convertirla en destino turístico tanto a nivel nacional como
internacional. Se basa en el concepto de "territorio museo", es decir
habilitar un área amplia con varios puntos de interés, de manera que el
visitante pueda elegir un itinerario y moverse por los diferentes lugares,
disponiendo en todo momento de la información necesaria para comprender e
interpretar adecuadamente lo que está viendo, con argumentos temáticos
perfectamente hilvanados. En este caso, el argumento elegido es "la acción del
hombre en la naturaleza". La visita merece la pena. ∆ |
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