Texto y foto: Lupercio González
Ahora
ha asumido un nuevo reto en la escena política y también en el terreno
personal, al ocupar el cargo de Secretario General de Juventudes
Socialistas de Oviedo. Aspira a hacer de la política algo cercano al
ciudadano y no un patrimonio de unos pocos.
-¿Cuándo accediste a
este cargo?
-El pasado dieciséis de marzo tuvo lugar la asamblea local en
Oviedo; entonces accedimos a una nueva dirección que fue respaldada por
unanimidad, lo cual se ve muy pocas veces. Anteriormente el cargo estaba
ocupado por Laura Robles, y el relevo fue totalmente normalizado.
Afortunadamente en las Juventudes cada vez tenemos más gente y eso
favorece que el relevo en los diferentes cargos siempre sea rápido.
Además, en una organización juvenil los periodos de permanencia en los
cargos son breves, porque, siempre llega gente nueva, con ganas de
trabajar y que demandan, entre comillas, una responsabilidad.
-¿Qué te está implicando asumir esta responsabilidad?
-Implica un compromiso más serio en el aspecto político, y un
compromiso también en el aspecto personal. Yo hasta ahora he participado
en diferentes movimientos sociales, que es donde siempre me he sentido
más cómodo, compartiendo espacios de trabajo con gente muy diversa
ideológicamente pero con un mínimo común denominador. Ahora lo que hago
es dar un paso, es decir, continúo en el trabajo con los movimientos
sociales, y al mismo tiempo me planteo la actuación en la política a
través de una organización como las Juventudes Socialistas, para también
poder influir directamente en la gestión política.
-¿Con qué te sientes comprometido?
-Desde siempre me he sentido comprometido con los valores
tradicionales de la izquierda, con la necesidad de articular una
sociedad más libre donde todos los ciudadanos tengan las oportunidades
necesarias para prosperar, más igualitaria y más cohesionada. Siempre he
procurado comprometerme de una forma socialmente activa. Yo creo que
ahora el planteamiento que me hago es tratar de aportar desde mi modesta
posición un granito de arena para que la política responda un poco más a
las necesidades de los ciudadanos, y para que sea algo mucho más abierto
y más cercano a la gente y a sus necesidades cotidianas. Pienso que la
política debe ser algo cotidiano en la ciudadanía y no algo
patrimonializado por un grupo de personas que viven en una especie de
burbuja.
"Si ahora el PP desconfía de los jóvenes es
el mejor síntoma de que hay algo que se mueve"
-¿Cómo ves la política de juventud que se está
llevando a cabo en la capital del Principado?
-Yo creo que Oviedo está perdiendo muchos trenes en política
de juventud, y eso hay que demandárselo al equipo de gobierno actual.
Desde Juventudes Socialistas de Oviedo estamos convencidos de que la
ciudadanía y sobre todo la gente joven, así se lo va a hacer entender
tanto a través de reivindicaciones, como el año que viene con su voto.
Estamos perdiendo muchos trenes. Por un lado, a nivel autonómico se va a
aprobar ahora mismo el Tercer Plan Integral de Juventud, que abarca una
gran cantidad de medidas relacionadas con los derechos de los jóvenes,
con su participación, con sus derechos sociales para conseguir la
emancipación, con el empleo, con la vivienda, con su movilidad etc. Va a
suponer un paso muy importante a nivel autonómico. Al mismo tiempo, en
otros municipios como por ejemplo Gijón, Mieres, Grado, en estos
momentos están saliendo iniciativas integrales locales. Estos
ayuntamientos, y a nivel autonómico el gobierno del Principado de
Asturias, son conscientes de que es necesario analizar la realidad de la
juventud y diseñar una serie de medidas que vayan a la raíz de los
problemas principales, o que procuren por lo menos ofrecer una serie de
alternativas sociales a los jóvenes.
-¿Y qué ocurre en este sentido en Oviedo?
-En Oviedo no hay ningún tipo de interés por este tema, y
mientras en nuestro entorno se está avanzando, en Oviedo no sólo nos
estamos quedando atrás, sino que estamos retrocediendo. Oviedo este año
ha hecho un recorte del 53% en materia de presupuesto en la Concejalía
de Juventud. El concejal ha sido totalmente incapaz de diseñar un Plan
Integral de Juventud, ni siquiera de agrupar las medidas que se puedan
estar desarrollando en otros departamentos. El equipo del gobierno ha
demostrado su falta de sensibilidad hacia lo concerniente a la juventud,
y no tanto hacia otros temas, como los caballos o la ópera. Además, el
concejal ha tenido una serie de desencuentros con el asociacionismo
juvenil, y no sólo con las Juventudes Socialistas, sino sobre todo con
el Consejo de la Juventud de Oviedo y con el Consejo de la Juventud de
Asturias.
Lo que vemos es falta de iniciativa, falta de ideas, falta de dialogo.
Un área como juventud parece que debería estar exenta de ciertas
polémicas municipales. Y sin embargo en Oviedo es una de las áreas más
polémicas. El concejal de Juventud es al que seguramente más veces se le
ha pedido la dimisión. Yo creo que eso debe darnos que pensar. Oviedo
necesita un cambio en sus políticas de juventud, y lo necesita ya.
"La
gente que lleva mucho tiempo en política, en cargos
institucionales, tiene que saber que la regeneración es
imprescindible" |
-¿Crees tú que los jóvenes, en particular los
asturianos, son solidarios?
-Yo creo que aquí hemos vivido una situación de crisis muy
larga, y eso hace que en determinadas situaciones la tendencia actual
sea hacia el individualismo. Aún así yo mantengo la esperanza en la
juventud asturiana. Digamos que nosotros no hemos vivido una vieja época
antigua de la que todo el mundo habla con nostalgia, no, realmente hemos
conocido la Asturias en crisis y ahora conocemos la Asturias que trata
de adoptar un carácter más emprendedor. En ese sentido yo creo que los
jóvenes son el motor del desarrollo de esta comunidad, están muy
concienciados de que tienen que ser muy activos y además creo que hay un
profundo sentimiento de solidaridad y un alto grado de desarrollo
asociativo en Asturias. Nos estamos encontrando con que la gente nacida
entre el 75 y el 85 está siendo muy activa socialmente. Las Juventudes
Socialistas estamos recibiendo en Oviedo gente que viene con 17, 18, 19
años, que tiene una conciencia política muy desarrollada y eso da muchas
esperanzas. Puede ser gente que huya de la política tradicional, pero
que sabe que es necesaria la acción política, ya sea en la calle, ya sea
en una organización social, ya sea de una manera no formal, pero tienen
una conciencia pública.
-El espacio político a los jóvenes ¿hay que dárselo o
tienen ellos que ganárselo?
-Ambas cosas. Por un lado la gente que lleva mucho tiempo en
política, en cargos institucionales tiene que saber que la regeneración
es imprescindible. Vuelvo a lo que decía antes: no se pueden formar
élites políticas alejadas de la realidad, sino que hay que estar en
permanente contacto con los problemas diarios de la gente. Eso por un
lado. Por otro lado, los jóvenes claro que tienen que demandar ellos su
propio espacio. Si en los partidos políticos los jóvenes se resignan a
seguir el son que les marquen sus mayores, y no tienen un mínimo
espíritu crítico, realmente no van a abrirse sus propios espacios. Yo
creo, a nivel de las Juventudes Socialistas a nivel regional, que
tenemos una capacidad importante para plantearnos muchas cosas sobre
ideas de izquierdas, y sobre la necesidad de ir abriendo nuevos huecos
para otras sensibilidades políticas. Creo que cada vez tenemos más
espacios de actuación política porque realmente nos lo estamos ganando a
pulso, con un discurso serio, con una línea de actividad seria, con una
conexión creciente con los problemas de los jóvenes, que son nuestros
propios problemas, los vivimos cotidianamente. Yo sigo viviendo en casa
de mis padres, así que cuando me hablan de la emancipación juvenil no me
lo tienen que mostrar en un estudio sociológico, porque yo ya sé lo que
es.
-¿Crees que los jóvenes hoy son más conformistas que los
de los años sesenta o setenta?
-Yo creo que estamos viviendo una primavera de los movimientos
sociales, de una forma totalmente revolucionaria en su concepción. En
los años sesenta (en España a finales de los sesenta o principios de los
setenta), la reivindicación era muy evidente. Era salir de un régimen
dictatorial a un régimen democrático, y se consiguió. Ahora mismo las
luchas están empezando a pasar de ser algo difuso a concretarse en
necesidades claras. En los últimos años este país está viviendo una
involución en la protección de los derechos individuales, en la
protección de los derechos sociales; desde la reforma laboral que
precariza el empleo de los trabajadores, sobre todo los jóvenes, hasta
el último disparate de propuesta de reforma del desempleo, pasando por
la ley de extranjería, el ataque frontal a la educación pública, etc.
Ante todo ese tipo de ataques los jóvenes están respondiendo, y eso se
nota. Realmente yo soy optimista, cada vez más, creo que son el motor de
cambio. No hay más que ver el hecho de que el Partido Popular en el año
noventa y seis consideraba a los jóvenes una generación muy bien formada
y amante de los valores del conservadurismo; ahora los considera una
panda amante del desorden y de la anarquía. Realmente no son ni una cosa
ni otra, pero si ahora el PP desconfía de los jóvenes es el mejor
síntoma de que hay algo que se mueve.
"Hoy
más que nunca está en juego la lucha por la dignidad humana, y ese
es el anhelo que impulsa" |
-Una palabra o un valor que te motive.
-Hay una idea de Azaña, que representa lo que yo creo que son
las aspiraciones que debe tener una persona cuando está en política. Es
la idea de que la democracia y los derechos fundamentales, no hacen a
los hombres felices sino que simplemente los hacen hombres. Yo creo que
hoy más que nunca está en juego la lucha por la dignidad humana, y ese
es el anhelo que impulsa, no solamente a mí, sino a cientos y miles de
jóvenes a moverse por una sociedad más justa. Yo creo que hoy un joven
progresista o de izquierdas sabe que la realidad es muy cambiante y que
las recetas viejas posiblemente no valgan, pero también sabe que los
valores por los que lucha vienen definiéndose desde hace mucho, como la
libertad, la fraternidad, la solidaridad, etc., siempre dirigido hacia
un mismo objetivo, que es sobre todo la dignidad humana. Eso es lo que a
mí me motiva para estar en la brecha. ∆ |