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SUPLEMENTO ASTURIAS 

 ANA CANO 
Presidenta de la Academia de la Llingua Asturiana
Texto y foto:  Lupercio González

 PALABRES ASTURIANES

ANA CANO

Es la primera mujer que preside la Academia de la Llingua Asturiana, y sustituye a Xosé Lluis García Arias en este cargo. Desde que se fundó esta institución lingüística ha sido la ayalguera (tesorera), y ahora ha sido elegida para estar al frente de la misma.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"El asturiano es patrimonio de todos. Es responsabilidad nuestra conseguir que tenga un tratamiento de dignidad y de igualdad de condiciones que la lengua castellana"

 

 

 

 

 

"En la última reforma del Estatuto de Autonomía se perdió una oportunidad de oro para conseguir esa oficialidad o cooficialidad del asturiano dentro del Principado"

 

 

 

 

 

 

"El asturiano no tiene por qué ser un elemento de fractura dentro de la sociedad asturiana, sino que es un elemento de unión que heredamos de nuestros mayores"

 

 

 

 

 

 

"A las lenguas hay que facilitarles que puedan vivir en unas condiciones medianamente dignas"

 

 

 

 

 

 

"Estar enfrentando unas comunidades contra otras, o unas lenguas contra otras, me parece contraproducente y de un provincianismo que asusta"


Dentro del organigrama de la academia, Ana Cano ha estado siempre en primera línea de trabajo, dirigiendo cursos de lengua asturiana para enseñantes y el programa de formación de la academia. Forma parte de la comisión de normalización, y ha trabajado en temas tan importantes como la gramática o el diccionario del asturiano. "Asumir la dirección de la Academia me supone una mayor responsabilidad -manifiesta Ana Cano- porque se trata de mucho más que trabajar dentro de unas pautas que marca la propia institución o anteriormente García Arias. Desde luego con él al frente se trabajaba muy a gusto, porque es una persona muy competente que sabía muy bien por dónde había que ir. Ahora esos límites tengo que marcarlos yo".

-¿Cuáles serán ahora las prioridades de la Academia?
-En una Academia como ésta existen dos vertientes fundamentales; una de ellas es el trabajo estrictamente académico, es decir, continuar con toda la labor que ya se ha venido realizando durante muchos años. Los Cursos de Verano ya no los dirijo yo, aunque sí soy profesora de los mismos y participo en la organización. Por otra parte tenemos las Jornadas de Estudios, que son los congresos internacionales que organizamos en el otoño. Este año se va a realizar además un Congreso Internacional sobre literatura asturiana. También hay que nombrar los "Alcuentrus de llingua minoritaria de enseñanza", que se organiza en el primer trimestre del año, el día de "Les lletres", y todo lo concerniente a las publicaciones, porque la academia tiene un volumen de publicaciones importante y tenemos que continuar con ello.
Dentro de lo que es la normatización, hay una parte del trabajo, que ya está hecha, que son las normas ortográficas, la gramática y el diccionario, que aunque esté hecho no quiere decir que haya que cerrar ese capítulo ya, puesto que hay que seguir profundizando en todas esas cuestiones. A nivel científico tenemos también el proyecto de hacer el Alda, que es el atlas del dominio lingüístico del asturiano, y del que carecemos hasta este momento. Vamos a seguir con el trabajo técnico de la normalización toponímica. En la vertiente social la Academia tiene encomendada, por los propios estatutos, la labor de velar por los derechos lingüísticos de los asturianos. En ese sentido no escatimaré esfuerzos en hablar y reunirme con quien tenga que hacerlo. Yo quiero llevar a la sociedad y a todos los estamentos el mensaje de que el asturiano es patrimonio de todos nosotros, y es responsabilidad nuestra conseguir que tenga un tratamiento de dignidad y de igualdad de condiciones que la lengua castellana. Entiendo que el asturiano no tiene por qué ser un elemento de fractura dentro de nuestra sociedad, sino todo lo contrario, un elemento de unión que heredamos de nuestros mayores.

-¿Qué necesita la llingua asturiana para que tenga un reconocimiento definitivo?
-Desde el punto de vista técnico, yo creo que el trabajo está hecho. La Academia dotó en estos años a la lengua asturiana, o a la sociedad, de las herramientas necesarias para que el asturiano pueda ser una lengua normal dentro de la sociedad asturiana. ¿Qué falta? Pues la decisión política. Yo no me canso de repetir que en la última reforma del Estatuto de Autonomía, se perdió una oportunidad de oro para conseguir esa oficialidad o cooficialidad del asturiano dentro del Principado. Y lo lamento profundamente, porque hay un sector de la población que no se siente atechado por el Estatuto de Autonomía. Es una asignatura pendiente.
Yo rogaría a los políticos y a los que tienen la responsabilidad, que acometiesen este tema. A mí me gustaría que fuera cuanto antes, porque es el único marco legal que realmente garantiza los derechos lingüísticos de los asturianos. Está claro que no basta sólo con la oficialidad porque hay mucho trabajo por hacer.

-Si todos estos aspectos no se solucionan ¿no se corre el riesgo de que la lengua asturiana se pierda?
-Yo creo que sí. De todas las maneras, está claro que las lenguas mueren en un momento determinado. Dentro del mundo románico hay lenguas que se hablaron en su momento y que ya no se hablan, y eso es una pérdida muy grande. A las lenguas hay que facilitarles que puedan vivir en unas condiciones medianamente dignas. En un momento en el que vamos hacia una globalización, hay que potenciar al máximo las lenguas que están en unas condiciones más precarias, más débiles, y en este caso concreto la lengua asturiana. Las encuestas dicen que se ve con muy buenos ojos que el asturiano tenga ese carácter de lengua cooficial. Lo que no entiendo es por qué los políticos no son capaces de verlo. En otras comunidades lo que hacen es potenciar la lengua; aquí se hace justamente lo contrario. Yo creo que esto es un exponente más de la gran crisis que vive la comunidad asturiana, que no sólo es de tipo lingüístico. De todas maneras el asturiano, como las otras lenguas, se va adaptando a la vida en las ciudades y en otros ámbitos, y no creo que en este momento esté en peligro de extinción.

-¿Se está publicando bastante en asturiano?
-Yo echo en falta que se publique mucho más, y no sólo lo que es literatura, sino también por ejemplo que los periódicos y las revistas, que son diarias o semanales, publiquen en asturiano. La presencia del asturiano ahí es muy poca. Aparte de esto, hay algún otro tipo de publicaciones, como trabajos científicos fundamentalmente trabajos de filología, en muchos casos sobre el asturiano. Y yo creo que ese círculo hay que romperlo. El asturiano debería tener una presencia normal dentro del ámbito de las publicaciones de cualquier tipo.

-¿Se lee tanto como se publica en asturiano?
-La gente lee poco en general, no solamente en asturiano, sino en castellano y en cualquier otra lengua. Sí hay un mercado, y a veces la gente compra por el mero hecho de estar en asturiano.
El número de habitantes que tenemos es muy reducido también y además en todo esto tiene mucho que ver la escolarización, porque en la medida en que se potencie la presencia del asturiano en la enseñanza, los lectores aumentarán.

-¿Qué objetivo te gustaría ver cumplido durante tu presidencia?
-Lo tengo clarísimo: que el asturiano alcanzara el estatus de lengua cooficial en el Principado; y desde luego, me encantaría que eso pudiera ser en estos cuatro futuros años. Que el asturiano fuera una lengua normal dentro de la sociedad asturiana, en convivencia evidentemente con el castellano y sin ningún tipo de problema.

-Aparentemente eres una persona bastante luchadora...
-Creo que eso me lo da justamente el haber nacido en Somiedo. El ser somedana es tener una cierta pasta, no quiero decir que seamos muy particulares dentro de Asturias, pero yo tengo las ideas muy claras y sé a dónde voy. Yo creo que hay que ser claros. Por otra parte, yo respeto profundamente el castellano, es una lengua que amo. Yo estoy casada con un gallego, en mi casa se habla gallego todos los días y no tengo ningún problema lingüístico. Lo que no entiendo es que un país como España no aproveche todos esos recursos que tiene en lugar de andar enfrentando unas comunidades contra otras, o unas lenguas contra otras. A mí eso me parece contraproducente y de un provincianismo que asusta. Pienso que todas las personas que viven en el Estado español, deberían de conocer todas las lenguas que se hablan dentro del territorio porque eso facilitaría mucho la convivencia entre unos y otros. Eso, lo trasladas a Europa o al mundo en general, y no hay problemas. El cerebro humano tiene una capacidad ilimitada de aprendizaje. Cuando uno conoce gente que habla cuatro o cinco lenguas, al final le da igual hablar cuatro que ocho.

-¿Qué les pedirías a los asturianos sobre todo esto?
-Pues, que hicieran un examen de conciencia, que se miraran hacia dentro y que en lugar de preguntar, o de criticar o de analizar lo que dejan de hacer los otros, que piensen un poco qué es lo que pudiendo hacer, no hacen ellos por la lengua asturiana y por Asturias. Seguramente las respuestas nos asombrarían un poco a todos. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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