-Este
cargo que has asumido ¿qué te aporta?
-En principio es un honor. Como defensor de la Administración
pública, de los Servicios Públicos, trabajar y mejorar las cosas para la
colectividad es un honor, ya que se me ha dado la oportunidad de poner todo
el conocimiento y capacidad de análisis que yo pueda tener al servicio de
la comunidad. Por otro lado es un cargo que te vacía mucho, porque son
muchos temas y porque acabas metiendo todas las horas en ellos. Estoy
interesado en poner en marcha aquellas políticas que ayuden a la gente a
tener salud, tanto individual como colectivamente.
-¿Gozan de buena salud los asturianos?
-Globalmente sí. En ninguna época anterior ha habido mayor nivel
de salud en Asturias como el que existe actualmente, comparable a la mayor
parte de los países desarrollados. Luego tenemos algún déficit, como los
accidentes de tráfico, la mayor parte de los cuales se podrían evitar. Lo
mismo ocurre con los accidentes laborales: estamos a la cabeza de Europa y a
la cabeza de España. Tenemos un problema de infección con el VIH, el sida,
que parece que a los medios de comunicación ya no les interesa, pero a mí
particularmente sí, porque sigue estando ahí a pesar de los tratamientos.
No se le está dando la importancia que creo que tiene. España tiene unas
tasas muy altas de infecciones, respecto al contexto de los países
europeos, y además se puede prevenir. Tenemos problemas incluso con
enfermedades que deberían de estar en niveles inferiores, como podría ser
la tuberculosis. Tenemos un problema importante en lo relativo a los tumores
del pulmón, sobre todo en varones, fundamentalmente porque el tabaco sigue
siendo un problema importante. Precisamente una de las prioridades de
trabajo de esta dirección es intentar convencer a la población de
abandonar el hábito del tabaco, principal causa de muerte en este momento
en Asturias.
-Lo que parece necesario es una educación para la salud desde las
aulas. ¿Tenéis programas al respecto?
-Este año pasado se ha empezado por tabaco y drogas. La verdad es
que la situación asturiana con el tema de las transferencias está
complicada. Es cierto que por parte de los dos consejeros tanto el de Salud
y Servicios Sanitarios, como el de Educación y Cultura, el tema de
educación para la salud les interesa mucho y espero que este año podamos
dar algún paso ya concreto, como es el tema de la sexualidad. Es muy
curioso, hay una serie de temas que están como vetados y que generan miedo
incluso en la propia comunidad educativa. Por ejemplo, el tema del condón o
el tema de la sexualidad genera mucho rechazo.
-¿Quizás por la religiosidad de algunos centros?
-No lo sé, porque hubo veces que centros religiosos han sido mucho
más proclives a aceptar el discurso del condón que otros centros laicos.
La Iglesia Católica sigue manteniendo la misma postura, aunque en Asturias
ha ocurrido que gente del sector eclesiástico ha dado marcha atrás en este
tema, han visto la necesidad, y están colaborando con nosotros en la
difusión de esto.
-En una política de salud pública ¿dónde deben estar centradas las
prioridades?
-Es complicado. Salud Pública tiene que opinar sobre muchas
situaciones; por ejemplo, las vacas locas. Inicialmente es un problema que
afecta a la ganadería y sin embargo Salud Pública tiene que estar
presente, pero va a desempeñar un papel que no le gusta a nadie, como es
fiscalizar a otra serie de sectores, sin embargo de ello va a depender mucho
la futura salud de los asturianos. Salud Pública siempre está alerta,
puesto que la salud no es sólo asistencia sanitaria. Nosotros estamos muy
interesados en conocer aquellos determinantes que pueden afectar a la salud
de la población. Hay que trabajar no sólo en información sino en que toda
la sociedad tenga acceso a servicios y a programas que mejoren su salud. En
cuanto a las prioridades, nosotros estamos llevando a cabo varias acciones,
aunque ante muchas cosas que vayan surgiendo, como la anterior, tenemos que
reaccionar sobre la marcha. Estamos trabajando en un sistema de
monitorización, con el cual vemos de forma continuada cómo va
evolucionando la salud de los asturianos y de esta manera podemos dar
respuesta a los problemas. Nuestro interés es abordar un nuevo Plan de
Salud para Asturias.
-Estar alerta se convierte en algo imprescindible...
-Hay que tener una vigilancia estrecha de los riesgos que existen y
que son de toda índole: a raíz de la llegada del mercado único hay muchos
alimentos que provienen de otros países, también hay gran movilidad de la
población, con lo cual las enfermedades infecciosas rápidamente se
propagan. Por tanto, tienes que estar muy vigilante para ver que una cosa
que está ocurriendo en Alemania, puede ocurrir mañana aquí también, y
para ello contamos con un sistema de monitorización y de control de
alertas. Aparte de eso, venimos trabajando en intentar prevenir aquellas
enfermedades que son relevantes en Asturias, léase tuberculosis, VIH, Sida,
cáncer de mama, distintos tipos de tumores... Lo mismo ocurre con el tema
de vacunaciones o con otras actividades.
-También hay que promocionar la vida sana.
-Tenemos el tema de la promoción de la salud, el hacerle llegar a
la ciudadanía la manera de mejorar su salud. Por ejemplo: el tabaco es la
causa prevenible más importante y hemos empezado a trabajar con programas
para promocionar el aire fresco en centros escolares y en centros
sanitarios. Desde el sistema sanitario público estamos intentando poner
ayudas al abandono del hábito tabáquico basadas en la atención primaria.
Nuestro interés también está en el tema de la sexualidad, la
alimentación o en el ejercicio físico. Otro tema muy específico, que es
la primera vez que está concentrando en Salud Pública, es el tema de las
drogodependencias. A pesar de que es de suma actualidad no tenía una
política clara y hemos iniciado la elaboración de un nuevo plan regional
de drogodependencias en Asturias. Y por último, hemos incorporado
recientemente a la Dirección el Area de Salud Laboral. En fin, estamos
luchando por mejorar la profesionalidad y la dotación de estos servicios.
-Vacas locas: ¿qué magnitud tiene este problema en Asturias?
-No se conoce y es muy pronto para saberlo. Ten en cuenta que hay
todavía muchas incertidumbres científicas sobre este problema. Realmente
si se confirma la hipótesis del prión, es una revolución de la biología.
-¿Y qué se está haciendo al respecto?
-Yo creo que las medidas que se están tomando en Asturias van a ser
eficaces. Se ha estado produciendo harinas animales para alimentar al
ganado, piensos en los que se han usado restos de animales enfermos. Esos
restos ocasionaron una enfermedad en las vacas, hasta entonces desconocida,
que es lo que se llama el mal de las vacas locas.
Esas proteínas de las vacas parece -no está demostrado todavía- que
podrían transmitirse al ser humano y ocasionar una enfermedad muy similar a
la que se conoce desde principios de siglo, que es el Creutzfeldt-Jacob, que
ahora se llama nueva variante de Creutzfeldt-Jacob. Independientemente de lo
que haya pasado, lo que queremos es que, con los medios tecnológicos
actuales, haya el mínimo riesgo posible de que reses enfermas puedan pasar
a la cadena alimentaria.
-El tema del sida, ¿cómo está ahora en Asturias?
-Yo trabajé en el tema de infección VIH bastante tiempo, y el
error que se ha cometido en los medios de comunicación, entre otros, es que
cuando se ha hablado de sida se ofrecen sólo datos: que el sida disminuye.
Pero, el sida disminuye porque los infectados no hacen la enfermedad, pero
los infectados siguen estando ahí. El problema es la infección, no la
enfermedad. Antes no había tratamiento para un infectado y éste después
de cierto tiempo, empezaba a tener enfermedades y moría. Ahora, lo que se
ha conseguido es retrasar la enfermedad, no sé cuanto tiempo. Pero la gente
sigue infectándose, y el peligro es la infección y la transmisión de la
infección. Según las encuestas, la sensación que están teniendo los
jóvenes es que el sida ha dejado de ser un problema, que una vez más
tenemos la píldora maravillosa que nos salva de todo mal, de manera que el
sida no está entre sus preocupaciones. Ellos no consideran la posibilidad
de que se pueden infectar o de que pueden estar infectados y estar
transmitiendo la infección a personas queridas. Les preocupa más la
anticoncepción que la transmisión del sida. Aparte, el tema ha
desaparecido de todos los medios de comunicación, no les interesa porque no
hay nada nuevo y ya no es noticia. ¿La situación? La situación es
desconocida porque no se sabe la magnitud de la infección, lo que se están
contabilizando son casos de enfermedad. La comparación con el pasado no
tiene ningún sentido porque ahora pueden no enfermar gracias a la
medicación. Podemos decir que en la población de menos de cuarenta años,
hay un porcentaje no desdeñable de jóvenes, sobre todo en zonas urbanas,
que están infectados por el VIH, que vive diariamente con el VIH. Lo que
nosotros estamos haciendo es seguir insistiendo en la prevención, sobre
todo dirigida a los jóvenes. Estamos insistiendo en el tema del condón,
haciéndolo más accesible, y buscamos la implantación de un programa de
sexualidad que trate todos estos aspectos y que se pueda meter de forma
sistemática en centros escolares.
-¿Para ti existe la felicidad?
-Sí. No es una lotería; hay que trabajarla.
-¿Te consideras militante de algo?
-De la vida, nada más.
-¿Crees que la libertad es una dulce responsabilidad?
-Desde luego, pero también hay que tener la capacidad de elegir. Es
decir, se está haciendo un discurso de que somos libres, pero libres de
elegir entre un número limitado de opciones, por tanto, lo que hay que
hacer desde los poderes públicos es aumentar el número de opciones.
-¿Un consejo saludable?
-Aprovechar la vida. Creo que es una oportunidad única y es una
delicia vivir. Creo también que los asturianos y las asturianas somos lo
suficientemente maduros para saber lo que nos conviene. ∆