En los
últimos años, además de su economía también ha crecido su población,
atraída por las buenas comunicaciones, el entorno paisajístico y las
viviendas de coste medio. Todo esto ha convertido a Siero en un lugar
agradable y tranquilo para vivir con amplias zonas verdes, numerosos
comercios y un encanto especial para el mundo del ocio, el deporte y los
servicios.
Su orografía se caracteriza por la llanura de sus tierras. El Pico Fario de
721 m. y el Pico La Llobera de 591 m. son las cotas más altas del concejo.
Foto: Juanjo Arrojo.
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Las poblaciones de Lugones, Lieres, Colloto,
Carbayín, Valdesoto y El Berrón conforman este municipio de casi 45.000
habitantes. Su capital, Pola de Siero, concentra el mayor número de
habitantes seguido de Lugones, uno de los lugares más atractivos para vivir
por la combinación perfecta de los entornos naturales con la extensa oferta
comercial.
La rica historia de Siero, de la que tenemos conocimiento desde el
paleolítico, conserva un patrimonio artístico digno de visitar como la
Iglesia románica de San Esteban de los Caballeros de Aramil de finales del
s.XII y principios del s.XIII; la Torre-Palacio de los Vigil del s.XVI-XVII,
en Santa Eulalia de Vigil; la casa de los Argüelles en Vega de Poja; los
Palacios de Meres, Celles, los Vigil y del Marqués de Canillejas entre los
s.XV y s.XVIII, y el puente romano de Colloto.
Si nos acercamos un martes a Pola de Siero podremos disfrutar de su colorido
mercado, una de las tradiciones que siguen vivas en el concejo y que le han
dado fama en toda Asturias por su amplia exposición de productos
agrícolas. Los artesanos del cuero, la cerámica o la madera continúan hoy
día creando piezas de gran prestigio y muy valoradas.
La calidad está presente también en la mesa pues todo lo que se elabora en
los fogones de Siero mantiene un alto nivel. Son típicos los platos
elaborados con menudos: hígado, mollejas, lengua... Los bollos preñaos,
empanadas, tortilla de sardines salones o de miga de pan, y para postre los
frixuelos, borrachinos, castañas cocidas, fritos de leche o picatostes.
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Foto: Fusión
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Lugones
A un ritmo imparable
Enclavada en el concejo de Siero, la localidad de Lugones vive un
auténtico despliegue urbanístico
que la hace cada día más atractiva.
No es
posible conocer con exactitud las cifras de su población, pero Lugones ha
superado a la capital del concejo, Pola de Siero, en población, y continúa
creciendo. Sus vecinos creen que superan con creces la cifra de 18.000
habitantes, y siguen llegando nuevos vecinos, gran parte matrimonios, gente
joven que establece aquí su primera residencia. Pisos amplios a un precio
asequible y unas buenas comunicaciones son dos buenas razones para
instalarse en esta joven localidad. Su situación es privilegiada, en pleno
centro de la región, con la cercanía de la autopista que lo une con
Oviedo, Gijón y Avilés en un tiempo récord. En tan sólo diez minutos se
puede acceder a la capital de la región. Estas condiciones han permitido
que el comercio de Lugones sea una de sus actividades más pujantes. A pesar
de la cercanía de grandes centros comerciales, en Lugones están
representados la mayoría de los sectores y es posible encontrar aquí toda
clase de productos.
Completando su oferta comercial la ciudad crece también en otro tipo de
servicios. Una gran oferta hostelera se da cita en sus inmediaciones y poco
a poco nuevas infraestructuras, como la Casa de Cultura, inaugurada hace
pocos años, o como el Parque -en el que actualmente se está efectuando el
soterramiento de la línea de alta tensión-, facilitan y enriquecen la vida
de sus vecinos. Próximamente se inaugurará también un polideportivo que
cubrirá parte de las necesidades de la población, la gran mayoría gente
joven.
Con el paso de los años Lugones se ha convertido en una de las áreas
residenciales más importantes del centro de Asturias, un núcleo urbano con
entidad propia. ∆
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