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SUPLEMENTO ASTURIAS 

Jovenes y alcohol. La cultura del cubalitro.

 

JOVENES Y ALCOHOL
LA CULTURA DEL CUBALITRO

 Texto: Carolina Fernández / Fotos: Fusión

Por fin, llega el fin de semana. Hordas de jóvenes se lanzan a la calle con la intención de pasar un buen rato con los colegas, tomar unas copas, escuchar música. Para muchos, la primera parada de la ruta del fin de semana es una cita con "el botellón". Previa visita al supermercado para aprovisionarse de bebidas, se les ve apostados en algunos rincones de la ciudad, con sus mega botellas de combinados preparados con prisa. Se bebe rápido y mal. El objetivo es coger pronto el puntín para comenzar la noche y que los efectos del alcohol hayan remitido cuando llegue la hora de volver a casa. Todo está calculado.
¿No?

A diferencia de otras épocas, en las que el alcohol se utilizaba como trampolín para la relación con el entorno, ahora es en muchas ocasiones no sólo un medio, sino un fin en sí mismo. Salir para emborracharse no es un planteamiento poco habitual. Además el alcohol se convierte en protagonista de juegos adolescentes: es el premio o el castigo de apuestas y concursos, y es además el centro de muchas fiestas. Los fines de semana es habitual recibir en los servicios de urgencias un cierto número de jóvenes con coma etílico o incluso algún caso de muerte súbita debido a la ingesta de alcohol. No falla. En el balance de todas las fiestas siempre hay que contar alguna "batallita" de un bebedor al que se le fue la mano.
Durante toda la semana, hacen el tipo de vida que corresponde a su edad: estudian, trabajan, hacen deporte. Los tiempos de ocio están perfectamente diferenciados del resto, y saben cuáles son los días para beber. Son compartimentos distintos en sus vidas y se cuidan bastante bien de no mezclar unas cosas con otras. En general lo tienen claro: al César lo que es del César. Y al fin de semana... lo que le corresponde. Es su tiempo y en él parece que concentran una forma de "rebeldía" particular, con unas rutinas en las que los adultos quedan completamente excluidos. Tienen sus grupos, sus bares, sus hábitos. Muchos no conciben un fin de semana sin alcohol. No conciben el tiempo de ocio sin alcohol. No conciben una noche sin alcohol. ¿Beben más que sus padres? Parece ser que no especialmente. La diferencia radica en el cambio de costumbres. Actualmente el consumo es más compulsivo y se concentra en unos días y a unas horas muy concretas, mientras que las generaciones anteriores se repartían más: lo que antes se bebía en siete días ahora se bebe en dos.
Los hábitos de consumo se han ido modificando paralelamente a otros muchos cambios que han afectado a la sociedad española en todos los terrenos. "Ha habido un cambio sociológico importante en España -apunta José Ramón Quirós, director general de Salud Pública-. Los drogodependientes de hace treinta años eran personas que estaban en contra de la sociedad, que la rechazaban. Por el contrario, hoy se está transmitiendo un mensaje que dice que hay que vivir la vida a tope. La gente quiere ser competitiva, tener un buen coche, un buen trabajo, ganar dinero y aprovechar el fin de semana desde la primera hora hasta la última. Para hacer eso puedes utilizar todo lo que esté a tu alcance, llámese speed, cocaína, anfetaminas o alcohol".
El alcohol potencia la agresividad y los comportamientos violentos, de hecho la mayoría de los actos vandálicos y los altercados callejeros protagonizados por jóvenes, son cometidos bajo la influencia del alcohol.Ayuda el hecho de que seamos un país acostumbrado a salir por la noche hasta horas muy avanzadas, un país donde es habitual beber en la calle, un país donde el alcohol forma parte del bagaje cultural. Según Valentín García Santos, responsable del Plan Municipal de Drogodependencias del Ayuntamiento de Gijón, "este fenómeno está muy ligado a los cambios culturales que se producen a partir de los años 80; los 90 son un fiel reflejo de todo ello. El fenómeno de la rebeldía y de la imitación de roles de los adultos ha sido aplicado por los jóvenes en esa vertiente: el consumo de alcohol es una forma de identificar a los jóvenes que salen en grupo. Aquél que no tiene un consumo abusivo se queda un poco fuera de esa órbita".
A los padres les cuesta ver el alcohol siquiera como un problema potencial, a pesar de que sus hijos adolescentes se gastan la mitad de su asignación semanal en bebidas. "No hay que olvidar que la mayor parte de los jóvenes han probado el alcohol incitados por la propia familia. Es una droga social que se utiliza desde tiempos inmemoriales. La gente no considera que sea problemático", comenta José Ramón Quirós.
"Estos no saben beber, pónense malos -dice el padre de Carlos, el protagonista del último cómic de Los Potaje-. ¡Mira que tenemos bebido nosotros de mozos...! ¡Pero sabiamos mexalo!". "Los jóvenes se encuentran en muchos casos con la permisibilidad de los mayores, que no ven que el alcohol es una sustancia que puede llevar a un problema grave cuando el consumo es compulsivo o exagerado -apunta Valentín-. Parece que a los padres hay otras drogas que les preocupan más que el alcohol".
Pero también se observan otras tendencias. Señala José Ramón Quirós que al lado de los bebedores está apareciendo también un amplio grupo de abstemios: "El consumo se está polarizando. Hay cada vez más gente que defiende otro tipo de postura: la vida supersana, el gimnasio a todas horas, la alimentación medidísima y obsesiva. Un comportamiento que puede caer en lo que llamamos vigorexia. Creo que podemos tener en poco tiempo otro tipo de tribu de estas características".
A los padres les cuesta ver el alcohol como un problema, a pesar de que sus hijos adolescentes se gastan la mitad de su asignación semanal en bebidas.Otro dato que llama la atención es la edad a la que los jóvenes se inician en el consumo de bebidas alcohólicas. Cada vez son más precoces. En Gijón, por ejemplo la edad media se sitúa en los 13,6 años (*según la encuesta sobre drogas a la población escolar de 1998, publicada por el Plan Nacional sobre Drogas). En Asturias, según datos de la Dirección General de Salud Pública, el 32% de los jóvenes ya ha tomado bebidas alcohólicas antes de cumplir los 14 años. Más de la mitad de los escolares asturianos se ha emborrachado al menos una vez en su vida, y el 34% ha pasado por una borrachera en el último mes. Sin embargo, sólo un 15% considera que bebe "bastante o mucho". Lo que más: combinados, sidra y cerveza.
Jamás piensan en las consecuencias a largo plazo. Quedan fuera de su horizonte. Sin embargo, los expertos dan la voz de alarma. Los primeros efectos surgen en el cerebro, al ser el órgano más sensible a los efectos del alcohol. Aparecen trastornos en la memoria y el aprendizaje y son frecuentes los cambios de personalidad. Se potencia la agresividad y los comportamientos violentos, de hecho la mayoría de los actos vandálicos y los altercados callejeros protagonizados por jóvenes, son cometidos bajo la influencia del alcohol. Otras secuelas son la hepatitis, la pancreatitis y los trastornos sexuales. Un poco más allá, el consumo abusivo de alcohol es responsable de muertes por intoxicación etílica, cirrosis hepática y pancreatitis; es la causa además de la mitad de los cánceres de laringe, faringe, cavidad oral y labio. Y, por supuesto, el alcohol es responsable de muchas muertes por accidente laboral y de casi la mitad de los fallecimientos en accidente de tráfico. En Asturias, el 6% de los escolares declara haber conducido bajo los efectos del alcohol, y el 5% ha tenido debido al alcohol al menos un accidente que requirió atención médica.
Sin embargo pese a lo que pudiera parecer, no se espera un aumento destacado de los índices de alcoholismo en las generaciones que hoy son adolescentes. "Los problemas que los jóvenes están teniendo con el alcohol son de intoxicación aguda; acuden a los servicios de urgencias de los hospitales y en pocas horas se van para su casa. Hemos observado que esto ocurre durante un tiempo relativamente limitado. Cuando se alcanza la veintena los jóvenes dejan de beber, se hacen más responsables, cambian de vida. Es una forma de consumo que no se mantiene durante muchos años y que no termina en una dependencia alcohólica. De hecho no hay más alcoholismo en Asturias, las cifras totales bajan", comenta el director general de Salud Pública. Las conductas de los jóvenes son de tipo mimético. sus comportamientos, más que por decisiones individuales, están fuertemente influenciados por el ritmo que marca el conjunto, y por alguna razón se observa que a partir de una determinada edad, que se podría situar entre los veintidós y los veinticuatro años, el consumo tiende a estabilizarse y a convertirse en el patrón de consumo adulto, más moderado, aunque no siempre exento de problemas. "Hay muchos alcohólicos en Asturias y es un problema grave. La persona que tiene realmente problemas con el alcohol suele ser un varón, entre 40 y 45 años, que tiene problemas en el trabajo, en la familia y que necesita atención. Ese es un tema no resuelto que se quiere trabajar desde el nuevo Plan de Drogas".
Pese a todos los problemas que ocasiona esta "droga legal", y pese a que existe una ley que limita la venta a menores, la realidad es que no hay ningún problema para conseguir bebidas de alta graduación tanto en bares y pubs como en supermercados o grandes superficies. Nadie controla realmente la venta. "Es cierto que el alcohol es muy accesible -reconoce Ramón Quirós-. Ocurre a veces que desde el contenido de una ley hasta su aplicación hay un trecho, aunque puedo decir que se han reforzado las inspecciones para detectar la venta de alcohol y tabaco a menores". Responsables del Plan Municipal sobre Drogodependencias del Ayuntamiento de Gijón reconocen que "es un tema muy complicado. Poner normas es necesario, pero su eficacia resulta a veces escasa. La verdad es que prosperan muy poco las denuncias administrativas sobre la venta de alcohol a menores. Las leyes tienen que ir acompañadas del desarrollo de la sociedad, si no, chocan".
Los fines de semana es habitual recibir en los servicios de urgencias un cierto número de jóvenes con coma etílico o incluso algún caso de muerte súbita debido a la ingesta de alcohol.
Desde la Dirección General de Salud Pública prefieren tomar otro camino: "Yo no creo que la solución esté en la prohibición, sino en darles a los chavales en primer lugar información sobre los riesgos. En segundo lugar, más recursos para el ocio, porque realmente no saben qué hacer con el tiempo libre. En tercer lugar, hay que enseñarles a resistir ante la presión, enseñarles a decir no. Esta es nuestra apuesta". ∆

Los PotajeGIJON
VUELVEN LOS POTAJE

Gijón está realizando un importante trabajo para normalizar el consumo del alcohol entre sus jóvenes. El último cómic de Los Potaje "Con la tradición" aborda el tema, procurando tocar puntos esenciales para potenciar el debate.

Los responsables de la campaña consideran que no es efectivo limitarse a decirles a los jóvenes "no hagas esto o no hagas lo otro", por eso se han inclinado por un enfoque en el que la prevención vaya acompañada de una reflexión por parte de todos los agentes sociales. El objetivo principal de los 20.000 comics editados es la población escolar. Lo más importante es el trabajo permanente en el aula, el diálogo, el debate en la calle. "Los jóvenes de hoy tienen un determinado nivel, y no se les puede ir con monsergas que sirven de muy poco". Por eso Los Potaje se basan de nuevo en un lenguaje poco institucional para dejar claro que no es el alcohol el que crea problemas, sino el abuso.Los Potaje
El trabajo en el aula se ve reforzado con programas como Ordago, de prevención de Drogodependencias, que trabaja monográficamente en la enseñanza secundaria con el tema del alcohol.

Además, Gijón participa junto con otros dos ayuntamientos españoles, en un proyecto experimental: Teleprevención Grupos de alumnos seleccionados de los centros educativos preparan sus propios programas televisivos sobre temas como el alcohol o el tabaco, que gracias a un convenio con la televisión local son emitidos determinados sábados a las 9 de la noche. Así son los mismos jóvenes los que trabajan por la prevención de las drogodependencias. ∆

Plan Municipal sobre Drogodependencias. Fundación Municipal de Servicios Sociales Ayuntamiento de Gijón. 

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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