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SUPLEMENTO ASTURIAS 
  JESUS IGLESIAS FERNANDEZ 
Coordinador de IU en Asturias.
Texto y foto:  Lupercio González

UN NUEVO IMPULSO

JESUS IGLESIAS FERNANDEZ. Coordinador de IU en Asturias.

Muchos cambios trae este nuevo milenio. Izquierda Unida afronta el futuro con nuevas caras en los puestos claves de responsabilidad. El gijonés Jesús Iglesias Fernández sustituye a Gaspar Llamazares en la coordinación general de IU en Asturias.

 

 

 

 

 

 

 

 

"Hay que trabajar ya con el tejido social asturiano e impedir que el señor Cascos acabe siendo el presidente del Principado"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"La imagen que tienen los electores de nosotros es más positiva que la expresión electoral de esa imagen"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"Seguimos perteneciendo al primer mundo, a una sociedad privilegiada, y eso se convierte en un pozo conservador que neutraliza la vocación de cambio de muchas personas"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"El fracaso que significó en su día el gobierno de Marqués y la ruptura de la derecha, se ha convertido en una especie de espina clavada que el PP quiere sacarse como sea"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"Vamos a hacer todo lo posible para que la derecha ostente el menor tiempo posible las responsabilidades de gobierno en las distintas instituciones"

Este abogado y exconcejal del Ayuntamiento de Gijón tiene la intención de recuperar el espacio perdido, de tipo electoral, social, institucional o político. Y para ello quiere dar un nuevo impulso a esta organización abriéndola a la sociedad y estableciendo relaciones más fluidas con los distintos movimientos que en ella existen.

-De concejal a coordinador regional de IU en Asturias. ¿Qué te ha supuesto asumir esta nueva responsabilidad?
-Hace unos dos años y medio que ya tuve la responsabilidad de política municipal en Asturias y era miembro de la Ejecutiva de Asturias. Ser partícipe de la dirección autonómica y tener un conocimiento de la realidad de los municipios y concejos asturianos desde la atalaya de la responsabilidad política municipal, me permitió aproximarme a lo que es la responsabilidad de coordinador general de Asturias. Por tanto, cuento con los elementos básicos para poder asumir esta responsabilidad sin sentirme por ahora desbordado; ya veremos después.

-¿Cuál es el pulso de IU en este momento en Asturias?
-En Asturias y fuera de Asturias los últimos años no fueron fáciles para IU. Los últimos procesos electorales significaron un retroceso en el respaldo de los electores, una menor presencia en medios de comunicación y menos presencia incluso social, porque los adscritos y adscritas de IU están en todo el tejido asociativo y los movimientos sociales en los que ellos participan y con los que IU quiere actuar como interlocutor y colaborador, también perdieron esa parte de confianza y no solamente entre los electores. En Asturias siempre estuvimos en mejores condiciones que en el conjunto del Estado. Por otro lado, las conclusiones de la sexta Asamblea Federal han significado abrir una nueva etapa, que debe de servir para recuperar el espacio perdido. Y también, para ser capaces de reforzar nuestra estructura orgánica con la finalidad de aparecer frente a la sociedad como una fuerza política capaz de ganar la confianza de los ciudadanos.

-¿Cuáles van a ser los puntos estratégicos?
-Este momento pasa por configurarnos como una fuerza política que confronta con la derecha y con su modelo político. Vamos a hacer todo lo posible para que la derecha ostente el menos tiempo posible las responsabilidades de gobierno en las distintas instituciones y para ello vamos a convocar a los ciudadanos. Desde las instituciones y desde la calle es fundamental expresar ya una respuesta contundente y clara a todos los procesos de contrarreforma que el PP ha puesto en marcha en los últimos tiempos. La actitud del Partido Popular, colocando en primer lugar los intereses estrictamente partidistas, significa cerrar puertas de negociación y diálogo entre las fuerzas políticas. Nosotros no apostamos por negociar con los terroristas, pero mientras haya un proceso tan claro y abierto de violencia en la calle, el marco del diálogo de las fuerzas políticas democráticas tiene que ser lo más amplio posible. No cabe que, desde quien tiene la máxima responsabilidad en esta lucha, se pretenda excluir a alguna fuerza democrática del diálogo.

-¿En qué dirección irán esas respuestas a la política del PP?
-Habrá confrontación a todas las políticas de contrarreforma. Por ejemplo: en la Ley de Extranjería, restringiendo los derechos que habían sido aprobados con un respaldo amplio en la cámara; contrarreforma en los aspectos educativos, la modificación de la LOGSE que está en marcha; contrarreforma laboral que va a significar una vuelta de tuerca más restringiendo los derechos de los trabajadores. Nosotros decimos que esa debe ser una línea estratégica fundamental de IU.
La segunda línea de acción política está en la búsqueda de confrontación de una alternativa desde la Izquierda y nosotros creemos que podemos actuar como núcleo aglutinador que consiga que la izquierda social encuentre un referente político, participe y se comprometa con él y que emplace al resto de las fuerzas de la Izquierda a buscar también elementos de convivencia. No es fácil, porque en estos momentos el Partido Socialista, la fuerza mayoritaria en el seno de la Izquierda, no está en esa dinámica.
Y el tercer bloque de intervención fundamental en IU es el de dinamización social. Vivimos momentos de apatía social en la participación política, en la reivindicación y en la movilización social. Nosotros no podemos renunciar a ninguno de estos mecanismos y creemos que podemos contribuir a generar ilusión y esperanza suficiente como para concitar el apoyo social.

-¿Qué valoración te merece los acuerdos que se realizaron entre IU y PSOE en las últimas elecciones?
-Los acuerdos no fueron los mejores ni los que nosotros hubiéramos deseado, pero fueron los acuerdos posibles, muy condicionados por el tiempo y por lo poco que faltaba para el proceso electoral; y ahí la responsabilidad corresponde al Partido Socialista, que fue quien tardó en abrir un cauce de posible diálogo. Pero también decimos que esos acuerdos fueron positivos, aunque menos positivos que si se hubieran dado en otras condiciones y en otros términos. Al menos esto sirvió, aunque sea de manera puntual, a que se rompiera esa dinámica de confrontación bastante abierta y para que algunos electores se ilusionaran y creyeran que había posibilidades de coincidencia en el seno de la izquierda.

-Una buena parte de la sociedad reconoce la labor de IU y de sus miembros, sin embargo finalmente eso no se traduce en número de votos. ¿Por qué?
-Esa es una dolorosa realidad, fruto de condicionantes culturales y sociales muy importantes que pesan sobre los ciudadanos. La imagen que tienen los electores de nosotros es más positiva que la expresión electoral de esa imagen. Fundamentalmente nosotros somos una fuerza alternativa, de transformación social y hay muchas personas que sintiéndose de izquierdas, a la hora de tener que dar el paso del compromiso mínimo, sin embargo, prefieren buscar un referente menos transformador. Aunque hay mucha injusticia en nuestro país, grandes desequilibrios que superar y mucha gente con grandes problemas, seguimos perteneciendo al primer mundo, a una sociedad privilegiada en comparación con la mayoría de los habitantes del planeta y eso, se convierte en un pozo conservador que neutraliza la vocación de cambio de muchas personas.

-Con Gaspar Llamazares al frente de IU a nivel nacional ¿van a ser las cosas más fluidas para IU en Asturias?
-Gaspar Llamazares es el coordinador de IU de todo el Estado y tiene que responder a las necesidades de Asturias como también a las de Andalucía o Extremadura. Pero es verdad que en este momento lo que conoce mejor es la realidad asturiana porque durante muchos años trabajó sobre ella, y por tanto lo vamos a tener más fácil. Una apuesta por la renovación y por el cambio en IU ha sido lo que le dio la victoria a Gaspar en la asamblea federal. Partimos del hecho objetivable de que se ha dado un cambio no solamente en la persona que ostenta la coordinación general sino en los mecanismos de funcionamiento y en las ganas de conseguir una IU más abierta, más en relación con la sociedad, y desde luego, mucho más fuerte.

-¿Qué piensa de la manera en que el PP asturiano está usando la imagen de Alvarez Cascos para su estrategia política?
-La derecha española, el PP, una vez alcanzada la mayoría absoluta tiene un objetivo inmediato, que es no conformarse con gobernar en el Estado, o en algunas comunidades autónomas o en algunos ayuntamientos importantes, sino que aspira a gobernar en todas las comunidades autónomas y en todos los ayuntamientos importantes. El problema vasco en este momento, encaja como una pieza de ese puzzle, y Asturias sería otra pieza de ese puzzle que se les escapó. El fracaso que significó en su día el gobierno de Marqués y la ruptura de la derecha, se ha convertido en una especie de espina clavada que quieren sacarse como sea, y en esa búsqueda han encontrado un virrey, que es el Ministro de Fomento, cuya sombra se proyecta constante y cotidianamente sobre Asturias. El objetivo está en reforzar su imagen y proyectarla como la del futuro candidato a la presidencia del gobierno autonómico. IU ve eso con preocupación y ya se debía haber empezado a trabajar para, legítima y democráticamente, hacer todo lo posible para que el señor Cascos no sea el futuro presidente del Principado. Y la verdad es que nos sentimos solos, porque quien debería de compartir ese objetivo, esa estrategia, incluso con mayor ahínco que nosotros puesto que tiene una responsabilidad en el gobierno del Principado, que es la Federación Socialista Asturiana, no lo está haciendo. Y no lo está haciendo por la inmovilidad que le generan sus propios problemas internos.

-¿Qué valoración harías a día de hoy del gobierno de Areces?
-La palabra a utilizar sería la de frustración. Por desgracia, es una frustración social, lo cual la hace mucho más preocupante para nosotros. La sensación que puede cundir en la sociedad asturiana y sobre todo en la izquierda social asturiana, es que con el gobierno de Areces fracasa la Izquierda. La Izquierda no está fracasando, no nos sentimos fracasados en ningún caso, cuestión distinta es que la candidatura del señor Areces suscitara un amplísimo respaldo social, una ilusión en aquel momento que tuvo una expresión muy clara en el número de votos recibidos. Por lo tanto la sensación de fracaso es mucho mayor. Hay que trabajar ya para compensar, desde nuestra organización, esa sensación. Hay que trabajar ya con el tejido social asturiano y generar una nueva ilusión y una nueva alternativa con posibilidades de confrontar con la derecha e impedir que el señor Cascos acabe siendo el presidente del Principado.

-¿Qué necesita Asturias en estos momentos?
-Asturias necesita algo que sigue sin haber, que es política industrial. El gobierno del Principado habla de política industrial en algunos de sus documentos, en los pactos que alcanzó con las organizaciones empresariales y con las organizaciones sindicales, pero luego en la dinámica, asume lo que son las grandes líneas de intervención política conservadoras que aparecen en el gobierno del Estado y que priman en el conjunto de nuestro entorno. En nuestra comunidad autónoma habrá y hay política de empleo, y sí es cierto que se firmaron acuerdos con los empresarios y con los sindicatos para sufragar la creación de puestos de trabajo, pero no hay un diseño de política industrial que sea el fruto de un análisis sobre qué sectores asturianos tradicionales deben sufrir procesos de cambio y que se abran nuevas actividades económicas en esta comunidad autónoma. Los asentamientos industriales que se han producido en los últimos meses, no significan ningún cambio fundamental y tampoco son el fruto de una política estratégica del gobierno asturiano sino una vez más de las fuerzas del mercado.

-¿Qué le dirías a quienes han depositado en ti su confianza?
-Mi mensaje, es un mensaje optimista y positivo. Hago un llamamiento al trabajo y a la participación del conjunto de los adscritos y adscritas, y también a todo ese entorno, que sin ser militantes nuestros, se mueve alrededor de nosotros. Queremos crecer y dirigirnos a la sociedad siendo permeables, permitiendo que la sociedad a su vez, por los mecanismos novedosos de participación con las nuevas tecnologías, nos pongan la realidad social encima de la mesa. ∆

 

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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