Son muchos años ya los que Francisco Baragaño lleva trabajando en temas
sindicales. Su experiencia le lleva a asumir, en el año 91, la Secretaría
General de la Unión Sindical Obrera de Asturias. Su lema siempre ha sido
que un sindicato, por encima de todo, defiende los intereses de los
trabajadores. Actualmente,
también es miembro de la ejecutiva confederal de USO.
“Creo
que actualmente el mayor conflicto es el del sector naval. Por mucho que
peleemos y por mucho que nos pongamos en contra, más tarde o más
temprano los astilleros desaparecerán de la bahía de Gijón y se ubicarán
en otro sitio”
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Dadas
las circunstancias por las que atraviesa nuestra región, el secretario
general de esta formación sindical tiene claro que nuestra comunidad autónoma,
no puede permitirse el lujo de perder ni un sólo empleo, ni tampoco a
empresas que están siendo rentables. USO es la tercera fuerza sindical en
Asturias, pero a pesar de que representa a unos 50.000 trabajadores de las
empresas asturianas, ha sido marginada del proceso de concertación
regional que el nuevo Gobierno asturiano había anunciado como el Gran
Pacto por Asturias y el Empleo."Con la USO se cuenta, pero casi de
tapadillo -comenta Baragaño-. A pesar de que habíamos firmado el último
Pacto Nacional por el Empleo, no se contó con nosotros a la hora de la
elaboración del nuevo Pacto. La disculpa que han puesto es que se ha
hecho así por imposiciones, pero la realidad es que el Gobierno asturiano
tiene potestad para convocar a quien quiera y determinar que estemos
nosotros. Yo creo que al Presidente Vicente Alvarez Areces le faltaron
agallas."
-¿Y
qué opinión te merece ese Pacto?
-Aunque no se contara con nosotros, y a pesar de las promesas del nuevo
Presidente regional, nosotros hicimos una valoración del Pacto por el
Empleo, en cuanto a las medidas de contratación, de subvención a nuevos
empleos, y hemos visto que van en la línea del Pacto anterior, por tanto
no tenemos nada que oponer. En el apartado industrial, tampoco, porque hay
una fuerte inversión tanto por parte del Principado como de diversos
fondos.
Quiero recalcar que el Presidente de la Patronal asturiana, Severino García,
decía que había llegado la hora del empresario asturiano -cosa que lleva
diciendo hace ya muchos años- pues tienen, en cuatro años, más de
noventa mil millones de pesetas para invertir en industria. Nosotros sí
discrepamos un poco en otros dos puntos del Pacto Institucional por el
Empleo: uno es la formación, y otro, la salud laboral.
-¿Pero cuál es la razón por la qué habéis quedado fuera de ese
acuerdo de concertación regional?
-Esta es una pregunta que tendría que contestarla tanto el Presidente,
Vicente Alvarez Areces, como las Organizaciones. El Presidente se
disculpaba con nosotros haciendo alusión al 10% de representatividad que
determina la Ley Orgánica de Libertad Sindical. USO no tiene ese 10% de
representatividad en Asturias. Como si para participar en el relanzamiento
de nuestra región hicieran falta porcentajes de representatividad. Por
tanto, es una decisión propia del presidente, del ejecutivo regional,
para dictaminar quién está en la mesa de concertación. Seguramente, no
lo asumió por no ponerse a mal con UGT y con CC.OO, esa es mi opinión. A
posteriori, él se comprometió a participar con nosotros, a tener
reuniones paralelas en cualquier momento y vía libre telefónica, pero ¿qué
participación queda cuando las decisiones ya están tomadas?
-Da la impresión que una cuestión protocolaria tiene más peso, que
lograr una unidad efectiva de todas las fuerzas sociales.
-Areces, en la campaña preelectoral, prometió un consenso de las fuerzas
sociales y económicas de esta región, en el que tendríamos cabida
todos. En su discurso de investidura volvió a abrir los brazos a la
participación activa de todos, pero a la hora de la verdad eso no se
tradujo. Por encima de los intereses particulares de cada uno está el
interés de la región, de Asturias, el interés de salir de este pozo en
el que estamos, porque aunque algunos parámetros han mejorado, seguimos
estando a la cola de España en crecimiento, en tasa de paro, en tasa de
eventualidad, en tasa de precariedad de empleo juvenil... Por lo tanto se
necesita el esfuerzo de todos.
-En los conflictos laborales de las empresas asturianas ¿se corre el
peligro de que se cree un frente común sindical de empresas en crisis?
-Sí,
yo lo he dicho en varias ocasiones. Pero hay posibles salidas. Las
organizaciones sindicales estamos sobre todo para liderar a nuestros comités
de empresa. A nuestros representantes en las empresas no los podemos dejar
solos. Nosotros somos partidarios de que cuando un comité plantea un
conflicto, la organización sindical tiene que estar encabezando ese
conflicto, porque sino se le da protagonismo a los comités y no a la
organización. Eso sindicalmente es peligroso. Es muy diferente a que
negocie una organización a que negocie un comité.
Ahora
mismo hay varias empresas en conflicto: tenemos el problema de Tabacalera;
el posible traslado de la Monroe, que de momento está estabilizado; el
tema de Porcelanas Gijón, una empresa en la que el Gobierno del
Principado ha puesto unos gestores, lo que es una garantía por lo menos
de que tiene salida a corto plazo. Creo que el mayor conflicto ahora mismo
es el del sector naval. Está claro que, independientemente de lo que unos
y otros prometan, se va hacia la fusión de los dos astilleros. Por mucho
que peleemos y por mucho que nos pongamos en contra, más tarde o más
temprano los astilleros desaparecerán de la bahía de Gijón y se ubicarán
en otro sitio.
-¿Y
con todo esto dónde queda el pleno empleo?
-Nosotros
somos defensores del pleno empleo. Creemos que es algo que se puede
lograr, aunque siempre nos dijeron que éramos unos utópicos. Y ahora
sale el Presidente del Gobierno, Aznar, y dice que vamos a lograr el pleno
empleo en cuatro años. Nosotros creemos que es posible, pero no como
ellos lo pretenden hacer. Ellos intentan pasar de un 35% a un 65 ó 70% de
precariedad laboral. Con eso se genera el pleno empleo, pero ¿qué
calidad de empleo es esa? Yo
creo que la idea que ha puesto sobre la mesa Vicente Alvarez Areces, que
consiste en implicar a una serie de empresas importantes de esta región
en la reactivación de Asturias, es una línea adecuada y correcta.
-¿Se
siguen perdiendo empleos en Asturias?
-En
Asturias seguimos barajando que rondan los ochenta mil parados, aunque las
cifras oficiales hablan de cincuenta y cuatro mil. Son tasas del 17 ó del
18%, y eso es lo que queremos que baje para ponernos a niveles europeos,
es decir, a un 8 ó 9% de
media. Ahora mismo Asturias está a la cola de España y a la cola de
Europa. Cualquier otra región que haya tenido los mismos problemas que
nosotros no está en esta situación, a pesar de que hay dotación económica
y fondos europeos para una posible reactivación.
-¿Qué
esperas del 2000?
-Yo,
como Aznar: pleno empleo. Qué más quisiera. Hay una frase que dice:
"Yo solamente seré realmente feliz cuando todos los que están a mi
alrededor sean tan felices como yo". Me gustaría que esta sociedad
fuese solidaria, participativa, activa, que se pensase en los demás y no
cada uno en sí mismo.
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