-¿Qué destacarías como lo esencial de este semanario?
-Yo creo que es el mensaje que lleva a los llaniscos. Esta zona, como toda Asturias, es eminentemente emigrante y este es el cordón umbilical que mantiene unidos a los llaniscos ausentes con su tierra. El Oriente de Asturias es la satisfacción más grande que pueden recibir.

-Este periódico es un legado histórico para esta región.
-El oriente asturiano lo comprenden cinco concejos, Cabrales, Ribadedeva, Peñamellera Baja, Peñamellera Alta y Llanes, y este periódico nació para informar específicamente de esta zona de Asturias. El Oriente de Asturias está en todas las casas y se agota todas las semanas. Es insustituible. Tenemos varios reconocimientos: Premio Nacional de Periodismo a Semanarios, Medalla de Oro del Ayuntamiento de Llanes, Medalla de Plata del Principado. También llevamos publicado una colección de 93 libros sobre poesía, historia, costumbres, heráldica, en fin, temática muy variada. Aparte de esta colección tenemos otra, que es mi pasión, sobre fotografía antigua. Me siento con la obligación de recuperar todo esto y que las generaciones que nos sucedan puedan conocer la historia de este concejo. Aunque a veces es decepcionante que la gente joven pase de todas estas cosas.

-¿Una fisonomía del llanisco?
-Somos muy fanáticos de nuestra tierra. Nos tachan de montañeses porque estamos lindando con Cantabria. Somos un poco chauvinistas porque creemos que Llanes es lo mejor, aunque en realidad, nuestro traje regional es el más bonito de Asturias, curiosamente lo lleva también Oviedo. El folclore de aquí es el más antiguo de España, como el pericote, un baile ancestral maravilloso. Esta es una zona de mucha inmigración y hay una influencia de América muy fuerte. Antiguamente se vivía de América, la gente vivía de lo que se producía en México; ahora no, eso ya acabó. Antes, los indianos venían retirados a Llanes, hacían un capitalazo y se venían para aquí. Ahora se integraron en México y residen allí y sólo vienen de vacaciones.