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profesional de la abogacía lleva trabajando más de tres décadas para la
Administración Pública. Su pasión por la historia del derecho y las
cuestiones turísticas, le lleva a descubrir el "Libro de los
Testamentos" que se guarda en la Catedral de Oviedo, que le sirve a
modo de guía para investigar y escribir esta obra. "Me di cuenta
-comenta Francisco Monge- de que este Libro de los Testamentos, no sólo era
interesante desde el punto de vista histórico o artístico, sino por la
cantidad de información que brindaba sobre iglesias, monasterios, y otros
edificios que existían en el siglo XII y documentados en siglos anteriores,
en la época de la monarquía asturiana".
-Ha publicado primero un volumen y tiempo después un segundo libro...
-Sí, los dos volúmenes se deben exclusivamente a razones operativas,
para no hacer excesivamente gruesa la obra en un único volumen. El primero
comprende una parte general referida al prerrománico asturiano y a sus
valores turísticos, con fichas dedicadas a todos y cada uno de los
edificios citados en el Libro de los Testamentos. Este primer volumen
concluye con Alfonso III El Magno inclusive. El volumen segundo empieza con
los hijos de Alfonso III, cuando la corte se ha trasladado de Asturias a
León, hasta finales del siglo XI. La obra termina con unos itinerarios
turísticos en los que articulo los edificios más importantes, con unos
índices por concejos, por topónimos antiguos o documentales, por
topónimos actuales, por dedicaciones o hagiónimos, y lógicamente, un
índice general de la obra.
-Habrá tenido que armarse de paciencia para realizar un trabajo tan
complejo y laborioso como éste.
-Ha sido todo un reto, porque cuando leí el Libro de los
Testamentos, me propuse visitar todos aquellos lugares. Teniendo en cuenta
que hay más de seiscientos topónimos, iglesias y monasterios citados, y
repartidos a lo largo y ancho de toda la geografía asturiana, sabía que me
iba a suponer un trabajo inmenso, máxime antaño, cuando las comunicaciones
no habían alcanzado el nivel que tienen hoy. Ha sido un trabajo muy
complejo y muy difícil, pero apasionante. Aunque a eso no podría llamarle
trabajo, más bien diría que recorrer, durante más de treinta años, todos
estos lugares fue un auténtico placer. Luego, una vez hecho el trabajo de
campo, con miles de fotografías y datos, el redactar y preparar el libro me
ha llevado un par de años.
-¿Por qué este título?
-Yo soy el secretario de la Asociación de Periodistas y Escritores de
Turismo (ASPET), y es un título que les pareció bien a algunos
compañeros, que son más expertos que yo en estos temas. Además, tiene su
razón de ser, porque el prerrománico no es que está ni mucho menos
olvidado, al revés, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad; con estas
palabras me estoy refiriendo a una serie de edificios que no han sido
citados, ni comentados en modo alguno en las guías de turismo o en los
libros de arte del prerrománico. Pero también figuran todos estos que se
citan en el Libro de los Testamentos. Quedan pequeños vestigios, capiteles,
alguna inscripción, ventanas...
-¿Esta obra puede catalogarse como un libro de consulta tanto para
expertos como para aficionados al tema?
-Eso lo dirán mis lectores. Tengo que aclarar que el libro, sin
descuidar ese aspecto técnico o científico, pretende básicamente ser una
guía para los aficionados y amantes del turismo cultural. Luego, si los
expertos ven algo positivo en lo que en ella se dice, pues encantado. Yo
sólo pretendo poner al alcance del gran público el prerrománico
asturiano.
-¿Qué dificultades entraña una obra de esta envergadura?
-Disponer de tiempo para poder visitar todo. Lógicamente, uno tiene
su actividad profesional y ha de encontrar tiempo adecuado para poder
visitar estos lugares; yo no me dedico a esto como modus vivendi. Además
están las dificultades de acceso, sobre todo en los concejos del occidente
asturiano. Muchísimos de esos monumentos están situados en lugares
inaccesibles para vehículos y tenías que caminar mucho tiempo. La
dificultad mayor ha estado, en algunos casos, en la localización del
monumento, porque parecía que se lo había tragado la tierra. En el Libro
de los Testamentos, se citan iglesias, monasterios o incluso castillos de
los cuales nadie sabía decir nada. Pero como toda persona que se dedica a
investigar o a buscar algo, era un reto apasionante y no descansaba hasta
conseguir localizar el edificio. Es increíble, pero todo lo que dice el
Libro de los Testamentos existió, no se lo inventaron.
-¿Con qué apoyos ha contado?
-El principal apoyo que he tenido ha sido de la gente, de la
sociedad asturiana, que me ha ayudado mucho y me han facilitado las visitas.
También, por supuesto, de la Asociación Asturiana de Periodistas y
Escritores de Turismo,(ASPET) que me ha animado y ayudado a que pudiera
editar esta obra. Tengo que agradecer también a don Agustín Hevia, que no
sólo hizo el prólogo, sino que sus observaciones contribuyeron a que la
obra mejorara.
-Al parecer la acogida de esta publicación ha sido buena...
-Sí, el primer tomo está casi vendido o adquirido por los
interesados. El segundo tomo ha salido hace dos meses y me consta que
también está despertando el interés de la gente. En general, la crítica
lo ha cogido bastante bien, y eso que no es un libro que está destinado al
gran público. A pesar de que solamente se está vendiendo en Asturias he
tenido llamadas de Madrid, Cataluña e incluso de Jaén, interesándose por
el.
-Después de esta obra ¿algún proyecto a la vista?
-Mi idea genérica es una trilogía del arte cristiano en Asturias,
en la que el segundo libro estaría dedicado al románico asturiano. Para
ello voy a utilizar como hilo conductor otro libro antiguo, también de la
catedral de Oviedo, que en una de sus partes tiene una especie de inventario
o nómina de todas las parroquias que había en el siglo XIV en Asturias.
Tendrá también, su parte general, con itinerarios turísticos, etc. Queda
un tercer tomo, que estaría dedicado al barroco asturiano. En este caso no
conozco ningún libro, y habría que pensar en otro hilo conductor.
-Con todo lo expuesto ¿puede decirse que el turismo cultural es un
elemento importante de desarrollo para nuestra región?
-Yo creo que sí. La gente hoy día ya no sólo viaja buscando el sol,
sino que tiene el deseo de aumentar su cultura, de conocer las
manifestaciones artísticas propias de cada pueblo, de cada región, y por
tanto hay que facilitar a la gente un conocimiento completo y exhaustivo de
la riqueza cultural, en este caso artístico-cultural de una región como la
nuestra.