ASTURIAS OPINA
El
Turismo Rural en Asturias está jugando un papel importante en el desarrollo
de nuestra región, pero para mantener un nivel es necesario garantizar la
calidad de las instalaciones y servicios de las casas rurales.
¿Cómo ve el
futuro del turismo
rural?
¿Cree que este tipo de
instalaciones turísticas deben tener una marca o
sello de calidad?
Pilar
Quintana
Propietaria de casa rural (Taramundi)
Fui
la primera persona que abrí una casa en Asturias, sin tener ni legislación
ni nombre ni nada, y llevo once años luchando con eso. Hay que ir mejorando
poco a poco, no se puede uno quedar atrás. Pero la calidad a la gente se le
puede dar de muchas maneras, no importa que sea una casa humilde, sencilla
como las nuestras. Lo que diferencia las casas de aldea de turismo rural es
que no son todas iguales, como los hoteles. Cada casa tiene la personalidad
de la persona que la atiende. Eso es muy importante para el cliente. Las
casas pueden ser muy bonitas, con muchos muebles, y tener unas subvenciones
enormes, pero ser frías de cara a la gente. Para mí eso es una falta de
calidad. Creo que la gente que viene aquí, viene a conocer nuestras
costumbres, saber si hay una vaca de parto, saber cómo se labran las
patatas, cómo se hacen los chorizos; si hago telar se quedan un rato y hay
que atenderlos. Quieren que les contemos nuestras cosas, y cada casa es un
mundo. Me parece importante que tengan el sello de calidad, pero depende de
quién sea la persona que lo va a analizar, si va a ser una persona que no
entiende de nada y va a ver la casa en una foto. En ese sentido tengo mis
dudas".
"Las
casas pueden ser muy bonitas y tener unas subvenciones enormes, pero ser
frías de cara a la gente. Para mí eso es falta de calidad"
Manuel
Alvarez
Presidente de AROA
(Alojamientos Rurales del Oriente de Asturias)
Este
es un sector que está en alza. Cada vez hay más demanda en toda Asturias,
sobre todo en verano, Semana Santa, los puentes, algún fin de semana; en
invierno baja mucho la afluencia de gente. En cuanto a la calidad, llevamos
ya tres años trabajando con el Ministerio de Comercio, Turismo y Pymes, que
está promocionando la Q de calidad en hoteles, casas rurales, estaciones de
esquí, restaurantes y agencias de viajes. Se ha hecho ya una preselección
de aquellas casas que estaban interesadas en conseguir la Q de calidad, se
les dio documentación para hacer una autoevaluación y se han hecho ya
algunas auditorías. Hay unas cincuenta casas en toda Asturias que han
pasado el curso de calidad, que han tenido su primera preauditoría. Parte
de ellas querían ser las primeras veinticinco de España en tener esa Q de
calidad.
Creo que nosotros, a través de AROA, a través de la Federación Asturiana
de Turismo Rural, hemos sido pioneros, hemos cogido el tren desde el momento
en que el Ministerio comenzaba este plan de calidad.
La mentalidad ha cambiado. No se trata solamente de llenar los
establecimientos, sino de llenarlos de clientes que estén satisfechos, que
repitan, clientes que vengan expresamente a buscar la calidad que tienen
estos establecimientos, no que busquen simplemente un alojamiento de paso.
Todo esto favoreció la formación de la gente y propició que las casas
hayan mejorado mucho. Sabemos que para obtener esta Q de calidad el
Ministerio contrata una empresa de Valencia especialista en estos temas, y
miran en una habitación la limpieza fundamental, pasan el paño blanco por
debajo de los grifos, levantan colchones, ropas de cama, miran hasta los
más mínimos detalles, con lo cual nos obliga a mejorar las instalaciones y
a tenerlo todo impecable".
"No
se trata solamente de llenar los establecimientos, sino de llenarlos de
clientes que estén satisfechos, que vengan expresamente a buscar la calidad
de estos establecimientos"
Celso Peyroux
Periodista y escritor.
Considero
que, mientras no llegue algo nuevo en cuanto a industria, cosa que no es
fácil, son importantes el turismo rural y el turismo en general, como
alternativa a la situación de crisis que sufre Asturias por culpa de la
industria tanto metalúrgica como minera, pesquera, e incluso de la tierra.
Está en proceso actualmente la Ley de Turismo, de la que yo no conozco más
que la letra gorda, y ese famoso programa Asturias 21. Es seguro que eso
dará su resultado. Las cosas no son siempre a corto plazo, por lo tanto el
turismo va a suponer en esta década del 2000 al 2010 un arranque
trascendental para Asturias si se sabe cuidar, si se sabe trabajar,
promocionar y ordenar el territorio en materia turística.
En este momento Asturias se acerca a las 300 casas de aldea. A mí me parece
trascendental, para seguir la filosofía del turismo rural, que de ahora en
adelante esto sea por y para el trabajador del campo y no para los
especuladores de la ciudad que con un dinero se montan una casa de aldea,
porque realmente donde la gente está a gusto es con la gente del campo; que
puedan coger unas frutas de los árboles, recoger hierba, llevar un tractor
de estiércol, etc. Los visitantes cada vez quieren más calidad, un lugar
agradable, abierto al campo, donde tengan los mínimos servicios, donde haya
unas actividades lúdico-deportivas, senderismo y demás. Vienen a vivir
nuevas experiencias, por lo tanto creo que hay que pedir o exigir a las
casas de aldea existentes unos servicios mínimos que posiblemente algunas
no ofrecen, y no dar permisos a aquellos que quieran especular o acercarse
al turismo rural sin saber lo que es".
"El
turismo va a suponer en esta década del 2000 al 2010 un arranque
trascendental para Asturias si se sabe cuidar, si se sabe trabajar y
promocionar"
Miguel
Trevín Lombán
Presidente de la Federación
Asturiana de Turismo Rural.
Por
un lado está el problema de que en cinco años el número de casas de aldea
se multiplicó por diez. Hemos pasado de cuarenta a cuatrocientas. Eso es
una bomba. Implica un ascenso desmedido que se produce en el marco de una
reglamentación, no de una ley. Esa es la discusión que hay ahora. Hasta
ahora se estuvieron dando altas sin ton si son, por una reglamentación de
hace diez años que ya no representa nada en el turismo rural. Pensando en
el presente y en el futuro del turismo rural, esto es una locura hasta que
no haya una legislación.
Una de las soluciones es esto que se propone de otorgar una marca de
calidad, o bien los sellos de calidad a nivel particular, o bien la Q de
calidad que se está intentando fomentar desde la Secretaría de Turismo de
Madrid. La Federación ha tomado parte de este proyecto de la Q de calidad
desde el principio, estuvo incluso en el comité de normas. Pensamos que se
está haciendo quizá demasiado extensiva a todo el sector turístico, lo
cual es peligroso. Por eso, nosotros desde la Federación estamos con los
últimos perfiles de un Club de Calidad propio para casas y apartamentos
rurales. Creemos que los tiros pueden ir por ahí".
"Hasta
ahora se estuvieron dando altas sin ton ni son, por pura reglamentación de
hace diez años que ya no representa nada en el turismo rural"
Severino
García González
Presidente de TURCOVI (Asociación de
Turismo Rural de la Comarca de la Sidra)
Hay
un programa subvencionado por el Ministerio, que se está llevando a cabo a
trancas y barrancas, que propone una Q de calidad para casas rurales de
ámbito nacional. Este proyecto existe desde hace ya cuatro años, aunque la
realidad es que todavía no hay ninguna casa certificada, hay que esperar
todavía por lo menos este año. Igual que otras regiones, nosotros estamos
trabajando en ello desde el principio con un grupo de casas, y lo que vemos
es que hay necesidad de establecer criterios, que es lo que la demanda está
pidiendo, porque hay cierta confusión. El hecho de que esos criterios
estén amparados por una Q es una manera de ir aclarando cosas de cara a los
clientes.
La Q de calidad va a ser un criterio homogéneo de ámbito nacional. Por
otra parte en algunas zonas hay proyectos para establecer unos criterios con
un parámetro regional para clasificar e identificar las casas.
En estos últimos años el turismo creció mucho, pero no había un modelo a
aplicar, no había unos parámetros y unos horizontes por donde encauzarlo,
de manera que creció espontáneamente, quizás sobre todo el turismo rural.
Y como ahora se está hablando de establecer criterios, de si el mercado
está o no saturado, de auditorías, estudios medioambientales, la gente se
asusta, porque vamos a pasar de una situación de no reglamentación a una
reglamentación que se puede intuir estricta. Pero si no se hace eso, si no
se establecen unos parámetros ahora, en el futuro esto se puede
desmadrar".
"Si
no se establecen unos parámetros ahora, en el futuro esto se puede
desmadrar"
César
Alvarez
Presidente de ASPET
(Asociación Asturiana de
Periodistas y Escritores de Turismo)
Yo
creo que el turismo rural va a tener un futuro esplendoroso en Asturias, una
región que reúne unas condiciones medioambientales extraordinarias. Un
dato muy significativo es que el turismo de sol y playa está teniendo un
incremento anual del 3%, mientras que el turismo del interior se está
incrementando en un 9%.
Por otra parte, en España ocurre que el turismo rural es un fenómeno muy
poco homogéneo, hasta el punto de que hay muchas definiciones. En algunas
regiones por ejemplo, en vez de casas rurales se habla de centros de acogida
rural, en otros son casas del pueblo rural, es decir, no hay una
denominación común. Yo creo que no es imprescindible que estos
establecimientos tengan una marca de calidad, lo que sí es muy conveniente
es incidir en la formación de los propietarios, es decir, no permitir que
cualquiera, por motivos puramente económicos, ponga más de una casa rural.
Si nos remontamos al origen, al proceso de creación de estas casas rurales,
vemos que fueron impulsadas por la Comunidad Europea para crear una renta
complementaria para que las familias campesinas, pudieran vivir con más
holgura. No hay que perder el origen, porque perdemos el significado de este
tipo de turismo. Lo que sí creo fundamental es que se forme mínimamente a
estas familias sobre cómo acoger al forastero, cómo tratarle, cómo deben
tener la casa para que esté en condiciones, etc, pero exigir una marca me
parece que es quizá sacar un poco las cosas de quicio, es querer llevar al
turismo rural el turismo urbano de los hoteles y de los grandes complejos de
acogida.
Además, en Asturias tenemos ya una marca, que son las Casonas Asturianas,
que ya supone poner en el mercado un turismo rural un poco más refinado, un
poco más cuidado. Eso lo cubre perfectamente esta red de
Casonas".
"No
es imprescindible que estos establecimientos tengan una marca de
calidad"
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