SUPLEMENTO ASTURIAS
SARA MORO
Rozando la perfección
GIMNASIA
DEPORTIVA FEMENINA
A pesar de tener sólo quince
años, ya lleva casi diez dedicada a la gimnasia rítmica. La asturiana Sara Moro se ha
ganado un puesto entre las diez mejores gimnastas de mundo en el último mundial celebrado
en China, gracias a sus cualidades físicas innatas, unidas a una entrega sin reservas y a
un gran sentido del sacrificio.
Texto: Gerardo Calvo/Fotos cedidas por Sara Moro
Con apenas
seis años, Sara se estrenó en gimnasia deportiva en el grupo Covadonga, de la mano de
Amparo Abejón, mentora de las mejores gimnastas salidas del Principado en los últimos
años.
Fiel defensora de su maestra, Sara apostó fuerte hace dos años y se trasladó a Madrid
para dedicarse intensamente a su deporte. Su decisión le implicó algunas renuncias, pero
sus recientes resultados indican que no se equivocó.
-¿Qué ha supuesto para ti la clasificación que conseguiste en los Campeonatos del
Mundo de China?
-Fue una auténtica sorpresa. Yo sabía que si entrenaba duro y me esforzaba,
podía conseguir cosas, y eso unido a que la gimnasia me gusta muchísimo me hizo
prepararme a fondo. Lo que no me esperaba en absoluto era llegar a la décima plaza del
mundial. Estoy muy contenta de haberlo conseguido.
-¿Cómo es el ritmo de unos deportistas concentrados en un centro de alto rendimiento
como la residencia Blume?
-Aquí combinamos los estudios con el deporte. Empezamos las clases a las ocho y
estudiamos hasta las once. Después entrenamos en el gimnasio, que está al lado del
colegio, hasta las dos y media. A continuacion comemos, y sobre las cinco volvemos al
gimnasio hasta las nueve y media o diez. En total entrenamos unas siete u ocho horas
diarias.
-Con ese ritmo de vida te estás privando de una
serie de cosas habituales en la vida de cualquier chica de tu edad. ¿Echas de menos algo?
-Al principio cuesta un poco -yo, por ejemplo, iba a ver a mis padres todos los
meses-, pero con el tiempo te acostumbras al ritmo de aquí. Es tan intenso que no tienes
tiempo para pensar en otras cosas que se supone deberías hacer a los quince años, como
salir de noche por ejemplo. No, no lo echo de menos porque estoy haciendo algo que me
gusta y sé que si quiero alcanzar metas importantes tengo que entregarme de lleno a lo
que quiero. Si no, no se consigue.
-Parece que en este deporte siempre vamos por detrás de países como China, Rusia o
Rumanía. ¿Crees que nos podremos equiparar a ellos en un futuro próximo?
-Sí, yo creo que antes o después les alcanzaremos y, de hecho, a Bielorrusia,
que antes era una de esas potencias, ya la hemos pasado hace tiempo. Yo pienso que no
están tan lejos y que si seguimos trabajando así dentro de poco tiempo podremos
codearnos con ellos.
-¿En qué disciplina de todas las que abarca la gimnasia deportiva te encuentras más a
gusto y en cuál más incómoda?
-Para mí el salto es el menos atractivo de todos, es un aparato que nunca me ha
llamado la atención.
Por el contrario, siempre me ha gustado mucho la barra de equilibrios y el suelo. Es donde
mejor me encuentro y donde obtengo las puntuaciones mas altas.
-Desde que en el grupo Covadonga se cerró la sección de gimnasia deportiva Asturias
está pasando por una mala racha. ¿Qué se debería hacer para volver a colocarla en el
sitio que le corresponde?
-Los directivos deberían abrir un poco los ojos y darse cuenta de que en Asturias
tienen a una de las mejores entrenadoras de España, que es Amparo Abejón, y que no la
están valorando en absoluto. Esta gente está cegada por sus intereses y por el dinero y
no le hacen ni puñetero caso al deporte en sí.
Este es un deporte muy bonito y llamativo que a poco que se promocione engancha
fácilmente entre los jóvenes, pero se tiene mucho más en cuenta los intereses de unos
pocos que el beneficio del interesado, que en este caso son los deportistas.
-Hablemos ahora un poco de futuro. ¿Qué objetivos tienes para los próximos meses?
-Tenemos en febrero un test olímpico al que han invitado a los diez mejores
equipos del mundo allí en Sydney.
Después tenemos las olimpiadas propiamente dichas, en las que como equipo intentaremos
recuperar algún puesto que hemos perdido en el mundial. A nivel individual me gustaría
entrar en alguna final, y en cuanto a la clasificación general voy a hacerlo lo mejor
posible, sin ponerme una meta preestablecida.
"El ritmo es
tan intenso que no tienes tiempo para pensar en otras cosas que se supone deberías hacer
a los quince años, como salir de noche, por ejemplo. No, no lo echo de menos porque estoy
haciendo algo que me gusta."
-El equipo español siempre se ha defendido bastante bien en la gimnasia
deportiva.
¿Crees qué se está manteniendo ese nivel?
-Yo pienso que se está manteniendo, con una diferencia, y es que el equipo de
Barcelona 92, por ejemplo, con Eva Rueda a la cabeza, que consiguió ese meritorio quinto
puesto, eran gimnastas de 17 y 18 años. El equipo actual tiene una media de unos quince
años, y eso es muy positivo porque quiere decir que al menos de momento el nivel de la
selección esta asegurado.
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