"No
cabe duda que los centros están muy bien, pero generalmente la gente
prefiere seguir en su medio, con sus vecinos, amistades y en su propia
casa"
Alida
Hevia es una de las personas encargadas de coordinar estos servicios en
una empresa de Gijón. Su teléfono no para de sonar, recibiendo las
necesidades y consultas.
-¿Cómo fue tu trayectoria laboral hasta llegar a la Ayuda a
Domicilio?
-Yo vengo del mundo de la pequeña empresa familiar.
Colaboraba en distintas facetas de trabajos que tenían mis padres, y
empresas que tenía mi marido. Con motivo de eso hice un curso de
gestión de empresas en la Escuela de organización industrial y luego
tuve un trabajo en el Ayuntamiento de Gijón con la puesta en marcha de
la Casa de Encuentro de las mujeres. Después me llamaron de una empresa
de servicios para ver si entraba en el campo de la Ayuda a Domicilio que
había puesto en marcha el Ayuntamiento de Gijón. Así fue como entré
en este campo.
-¿En qué consiste actualmente tu trabajo?
-Coordino todo lo relacionado con la gente que recibe
Ayuda a Domicilio en el Ayuntamiento de Gijón. Hay que coordinar los
horarios, distribuir el trabajo y procurar que vaya la persona más
adecuada dentro del plantel de profesionales que están en este momento.
Luego hay que realizar todos los informes y todos los seguimientos para
saber que, efectivamente, se está cumpliendo en tiempo y forma
adecuada.
-¿A qué sector de población atendéis?
-Generalmente son personas mayores aunque también hay
alguna persona joven con discapacidad. Son personas que bien por edad o
por enfermedad necesitan un apoyo en el domicilio. Esto tiene la ventaja
de que mantiene a la persona en el entorno familiar durante mucho más
tiempo y evita o retrasa el internamiento en centros. No cabe duda que
los centros están muy bien, pero generalmente la gente prefiere seguir
en su medio, con sus vecinos, amistades y en su propia casa.
"No
solamente se trata de que los mayores vivan mucho, sino de darles
también calidad de vida"
-¿Qué es lo que más valoras de tu trabajo?
-El componente social es lo más importante. El ver, por
los informes de las auxiliares y por el seguimiento que hacemos, cómo
se transforma la vida de una persona que vive sola o que está
incapacitada, cuando va una profesional de Ayuda a Domicilio. Y digo
"una" porque en este momento todo el personal que tenemos en
plantilla son mujeres. Es un sector muy feminizado, quizá por el tipo
de trabajo que se realiza, aunque ya empiezan a aparecer hombres. Con la
Ayuda a Domicilio no se pretende sustituir totalmente a la persona, sino
que ella siga haciendo todo aquello que puede, que colabore, a veces que
se reeduque en hábitos que por imposibilidades físicas se van dejando,
que converse, porque muchas veces la auxiliar es la única persona que
entra en el domicilio al cabo del día o de la semana.
-¿Qué crees que es lo que más valoran los usuarios?
-Es un sector que yo pienso que está todavía poco
reconocido, pero generalmente valoran a alguien que llega, que les
habla, que les ayuda, que les hace compañía, una persona cercana a
ellos que los trata bien, que les escucha. Cuando una auxiliar de Ayuda
a Domicilio, entra en un hogar, mejora la calidad de vida de esa
familia. Y eso es muy gratificante.
-¿Cómo fue tu incorporación al mundo laboral?
¿Tuviste dificultades por el hecho de ser mujer?
-Yo al vivir en un ambiente de pequeña empresa familiar
siempre trabajé. Me encontré solamente las dificultades normales que
puedes tener como mujer. Obviamente me encontré con lo que decimos
siempre: que eso de a igual trabajo, igual reconocimiento, nada. Por el
hecho de ser mujer te cuestionan cosas que a un hombre que las hiciera
exactamente igual o peor, no se las cuestionarían. No cabe duda de que
la igualdad todavía no la hemos conseguido. Nos cuesta más, ya que
generalmente todas las mujeres que trabajan en este momento asumen la
doble jornada, porque las cargas familiares no están totalmente
compartidas.
-¿Esta labor requiere algo de vocación?
-Desde mi posición, no sé hasta que punto, porque yo
entré en este trabajo sin conocer muy bien este mundo, y es un trabajo
que luego me enganchó. Pero contestando a tu pregunta, pienso que desde
el punto de vista de las auxiliares de Ayuda a Domicilio, estoy
convencida de que tiene algo de vocacional, porque no cabe duda de que
ni es el mejor trabajo del mundo ni el mejor pagado, sin embargo a ellas
les satisface el resultado positivo de lo que están haciendo con las
personas, aunque a veces aguantan cosas tremendas, porque son
conscientes de que las personas a las que atienden tienen limitadas sus
funciones. Tienen muy claro que no es un trabajo mecánico, como el de
quien confecciona vestidos.
"Gijón
es una ciudad puntera en el tema de la atención a los mayores"
-¿Están suficientemente atendidos nuestros mayores?
-Concretamente Gijón es una ciudad puntera en el tema de
la atención a los mayores, y en Asturias, en general, se están
dedicando muchos recursos. El tema de residencias yo no sé decir cómo
está, aunque me imagino que habrá gente en listas de espera porque de
hecho hay muchas residencias privadas, sobre todo aquí en Gijón. Otro
punto son los centros de día, que aquí empezaron a funcionar en el
año noventa y cuatro. Son estancias diurnas de lunes a viernes, de la
mañana a la tarde. Es un recurso magnífico para que las personas
mayores puedan seguir estando cerca de su casa. Esto también supone un
descargo grande para la familia.
El hecho de que las mujeres nos hayamos incorporado al mundo del trabajo
remunerado, obviamente cambia las estructuras, porque desaparece la
figura de la cuidadora por excelencia, por eso hay que ofertar recursos
nuevos. La Ayuda a Domicilio también es un recurso muy bueno y
posiblemente vayan saliendo nuevas ofertas en función de la demanda de
la sociedad. Por supuestísimo, ni está todo cubierto ni todo
alcanzado, pero sí se está en la línea de ir aportando recursos.
-¿Se considera a la tercera edad como un sector
importante para la sociedad o como una importante fuente de votos?
-¿Se valora desde los ámbitos políticos, desde la
juventud, desde la familia? Ahí abrimos un abanico. Al ir cambiando las
estructuras familiares, la figura del abuelo o la abuela dejó de ser
aquella persona matriarca, paraguas de todos. Yo me acuerdo de que en mi
familia estábamos todos muy en torno a mi abuela. Posiblemente ahora se
está viviendo de otra manera, pero a mí me resulta duro creer que se
abandona a la gente de tu entorno.
Yo pienso que la mayor parte de las familias se ocupan de los mayores, y
buscan apoyos y recursos que faciliten el cuidado. En definitiva de lo
que se trata es de eso, no solamente que los mayores vivan mucho, sino
darles también calidad de vida.
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