Quinto poder, el ciudadano |
Hasta ahora en el escenario del mundo han estado el poder
político, el económico, el religioso, el mediático... pero, ¿y
el ciudadano? El Pueblo Universal reclama el poder que le
corresponde. Las nuevas tecnologías se convierten en poderosos
aliados. Entra en escena el quinto poder.
Texto: Mariló Hidalgo
|
Foto: Archivo Campaña Pobreza Cero |
Tiempo de acción
Dentro de
unos días, todos los españoles tenemos una cita con las urnas. España es
uno de esos ciento cuarenta países que en el mundo convocan elecciones
democráticas. Somos afortunados si echamos un ojo a esos millones de
personas que viven en esos otros países -unos ciento seis- donde aún no
se disfrutan los derechos y libertades más elementales. Pero, ¿debemos
conformarnos con eso?
La democracia, o lo que entendemos por vivir
en democracia, es motivo de reflexión. Muchos ciudadanos están
decepcionados de ser sólo un número cada cuatro años y proponen otro
modelo de democracia más participativa, más real. No quieren guardar
silencio por más tiempo. Quieren dejar de ser súbditos resignados y
conformistas y buscan canales para hacer oír su voz. Se quejan de la
gran diferencia que hay entre lo que uno vota y lo que ocurre luego. La
distancia existente entre el ciudadano y los poderes públicos. Y sobre
todo, el poco alcance que tienen sus opiniones, sus protestas o
iniciativas. "Nos han hecho creer que no hay más democracia que la que
vivimos -apunta el catedrático de Sociología en la UCM, Marcos Roitman-.
Y eso es algo que, aunque nos lo repiten continuamente, no se
corresponde con la realidad social". "Ocurre lo mismo que con la
Coca-Cola -comenta en su libro ‘Democracia sin demócratas’ (Sequitur)-.
Nos dicen que acaba con la sed al tiempo que se nos presenta como la
chispa de la vida. Pero si la tomamos, fracasa: ni acaba con la sed y,
si estamos deprimidos, ponernos frente a la botella no fortalece nuestro
espíritu. Sin embargo, se consume como si tuviese ambas cualidades y lo
que es peor, se vive autocomplaciente en el engaño. Así aumenta el
número de bebedores de Coca-Cola, los cuales son conscientes de su
cobardía al renunciar a ver la realidad. Pues algo similar ocurre con
los productores de democracia representativa: imponen una lógica de
consumo. La fiesta de las elecciones. El ritual electoral donde se
eligen gobernantes. Competencia para administrar eficazmente el Estado.
De esta forma, se vive en democracia mientras se compite por el control
de las instituciones y existe alternancia en el poder".
Muchos ciudadanos están
decepcionados de ser sólo un número cada cuatro años y
proponen otro modelo de democracia más participativa, más
real. |
En este marco que estamos describiendo es
donde empieza a surgir con fuerza el poder del ciudadano. Las nuevas
tecnologías han contribuido a ello. "Hoy, los ciudadanos interconectados
e interactivos, apunta el experto en medios de comunicación Javier
Cremades, armados de una poderosa munición tecnológica, han dado un
decisivo paso adelante y reclaman el protagonismo central que siempre
les correspondió. Los ciudadanos han adquirido, desde los medios de
comunicación independientes, una opinión pública articulada, el poder de
legitimar o deslegitimar la actuación del Gobierno constantemente. Y ya
nunca renunciarán a hacerlo". Por eso el ex Director General de la
UNESCO, Federico Mayor Zaragoza insiste en que "debemos dar un giro
total al concepto de democracia. El sujeto principal debe ser el
ciudadano y no el Estado. Nos encontramos en el siglo XXI, el Siglo de
la Gente, y para ello es imprescindible no guardar más silencio y
participar. La sociedad civil tiene ahora la posibilidad no sólo de
hacerse oír sino de hacerse escuchar. Es tiempo de acción". En algún
sitio está escrito que llegará un día en que los hombres y mujeres de
buena voluntad se cogerán de la mano y lanzarán al aire un grito de
protesta, que será un grito de libertad, un grito de victoria, porque la
fuerza resultante de su unión habrá derrotado a los que les engañaban,
les explotaban y les impedían pensar y vivir en libertad.
Surge lo que algunos denominan quinto poder. El poder del ciudadano. El
poder del Pueblo Universal. §
Del cuarto al quinto
poder
El denominado cuarto poder, la
prensa, surgió en su día para corregir los errores que pudiesen cometer
los tres poderes tradicionales que garantizan nuestro estado de derecho:
ejecutivo, legislativo y judicial. Y cumplió su labor. Periodistas y
medios de comunicación denunciaron, investigaron violaciones de derechos
y libertades. Dieron voz a los sin voz. Y se convirtieron en canal
abierto para que los ciudadanos pudiesen criticar, rechazar o
enfrentarse democráticamente a los abusos del poder.
Pero de un tiempo a esta parte, a medida que la globalización
capitalista iba extendiendo su red, este cuarto poder fue vaciándose de
contenido mientras que el económico se convertía en el centro del que
partían todos los demás. "El verdadero poder -explica Ignacio Ramonet,
director de Le Monde Diplomatique y fundador de ATTAC-, es detentado por
un conjunto de grupos económicos planetarios y de empresas globales cuyo
peso en los negocios del mundo resulta a veces más importante que el de
los gobiernos y los Estados. Ellos son los nuevos amos del mundo que se
reúnen cada año en Davos, en el marco del Foro Económico Mundial, e
inspiran las políticas de la gran Trinidad globalizadora: Fondo
Monetario Internacional, Banco Mundial y Organización Mundial del
Comercio". Dentro de este contexto hemos asistido a una concentración de
grandes empresas de comunicación que abarcan todos los sectores -prensa,
radio, televisión por cable y satélite, Internet, digital-. Es la
economía al servicio del poder, por ello estos grandes grupos empeñados
en adquirir cada vez más influencia, acaban presionando a los gobiernos
para obtener legislaciones favorables a su carrera expansiva. Esta
guerra de medios, apunta Ramonet, "los obliga a cortejar a los otros
poderes, y por tanto pierden el objetivo cívico de ser el ‘cuarto
poder’. No desean actuar como contrapoder".
Hoy quien domina por encima de todo es el poder económico. El poder
mediático sería algo así como su argamasa. Ambos estarían por encima del
poder político. Hoy por ejemplo, un grupo de comunicación puede derribar
a un presidente, pero nunca lo haría con aquel que paga su nómina. Los
medios son utilizados como arma dentro de esta guerra por el poder. "La
información -continúa Ramonet-, debido a su explosión, su
multiplicación, su sobreabundancia, se encuentra literalmente
contaminada, envenenada por todo tipo de mentiras, por los rumores, las
deformaciones, las distorsiones y las manipulaciones. Nos asfixia.
Empédocles decía que el mundo estaba constituido por la combinación de
cuatro elementos: aire, agua, tierra y fuego. La información se ha
vuelto tan abundante que constituye de alguna manera, el quinto elemento
de nuestro mundo globalizado. Por ello es necesario descontaminar la
información. Los ciudadanos deben movilizarse para exigir que los medios
de comunicación pertenecientes a los grandes grupos globales respeten la
verdad, porque sólo la búsqueda de la verdad constituye en definitiva la
legitimidad de la información. Por ello propuse en su día la creación
del Observatorio Internacional de Medios de Comunicación -Media Watch
Global-, un arma cívica, pacífica, que los ciudadanos pudieran utilizar
con el fin de oponerse al nuevo superpoder de los grandes medios de
comunicación masiva. Este Observatorio ciudadano sería el quinto poder".
De un tiempo a esta parte, el cuarto
poder se ha ido vaciando de contenido mientras que el poder
económico ha pasado a convertirse en el centro del que parten
todos los demás. |
Otras voces también se
refieren al nacimiento de un quinto poder, pero en este caso lo definen
como la suma de varios elementos.Voces que se unen, manos que se
estrechan, corazones que se funden en una sola palabra: libertad. Es el
poder del ciudadano organizado. El poder del pueblo universal que
despierta. Y que cuenta además con un poderoso aliado, la Red. "Aunque
muchos no lo crean -comentaba en una página de opinión el periodista
Alberto Casado-, la red está propiciando la recuperación del origen del
poder hacia las manos del pueblo en detrimento de todos esos lobbies
económicos y multinacionales que gobiernan este mundo desde tiempos
inmemoriales".
Los pueblos se rebelan, protestan, gritan contra el engaño, la
explotación o contra aquellos que les impiden pensar o vivir en
libertad. Hemos visto la respuesta en Kenia por el fraude electoral
cometido en las elecciones de diciembre. O los movimientos ciudadanos
contra la privatización del agua en India, Bolivia o Uruguay. O los
pasos que se están dando en la denominada "primavera democrática de
América Latina", donde según palabras del teólogo de la Liberación, Frei
Betto, por primera vez los latinoamericanos tienen la oportunidad de
operar un cambio de estructura sin violencia. "Estamos viviendo un
proceso histórico de construcción de una democracia popular. Existe una
basta red de movimientos sociales en América Latina -explicaba
recientemente este teólogo en el Simposium Pobre Mundo Rico-, sobre la
que se está empezando a construir una democracia a tres niveles:
delegativa (la que predomina), representativa (vota y presiona) y
participativa (interactúa con el público)". Respecto a esta última
afirmó: "Nosotros como sociedad civil cuestionamos la autoridad de los
políticos y exigimos nuestros derechos: Somos la autoridad". Como
advierte Javier Cremades, "al poder ya no le basta con consultar la bola
de cristal de las encuestas para medir la aprobación social. Debe
gobernar en constante diálogo con una ciudadanía que ha descubierto el
gusto por intervenir en lo público". Esto ya es un hecho. §
Ignacio Ramonet
Director de Le Monde Diplomatique
"Hay un déficit de democracia"
Texto: Marta Iglesias
F ue
uno de los iniciadores del Foro Mundial de Porto Alegre. Fundador del
movimiento internacional ATTAC y director de Le Monde Diplomatique. Cree
y confía en la humanidad "en que si todos nos organizamos acabaremos por
cambiar el mundo; y que hay gente que algunos llaman idealistas, que
está dispuesta a hacerlo". Sin duda, él es uno de ellos.
-Afirma que empieza a haber una opinión pública mundial, que trata de
liberarse de la influencia de los formadores de opinión pública
tradicionales, que son los medios de comunicación. ¿Dónde buscan esa
información alternativa? ¿Cuáles serían los nuevos formadores de opinión
pública?
-La nueva información se encuentra hoy evidentemente en medios
alternativos de Internet. En particular en los blogs. Pero no existe el
equivalente de lo que era la prensa de referencia hasta hace poco. Es
decir, aunque hay muchos medios alternativos no encontramos -o por lo
menos no todo el público los conoce- referencias semejantes a las que
tenemos cuando leemos tal cabecera de tal periódico nacional o
internacional, que en sí constituyen una garantía de calidad y
fiabilidad.
-Usted proponía hace algún tiempo la creación de un ‘quinto poder’ para
contrarrestar el que ejercían los grandes medios de comunicación.
¿Sinceramente cree que eso es posible? ¿Cómo?
-Yo creo que ese quinto poder debería devolver la función de
contrapeso a la opinión pública, a la sociedad. Este quinto poder sería
el que constituirían los lectores, los ciudadanos en definitiva, frente
a esta nueva configuración de la prensa dominada por criterios puramente
económicos.
-En una reciente entrevista, Noam Chomsky decía que "El lavado de
cerebros en libertad es más eficaz que en las dictaduras", ¿está usted
de acuerdo?
-Sí, recuerdo que publicamos esa entrevista en Le Monde Diplomatique.
En definitiva lo que dice Chomsky es que ese caldo de cultivo es más
eficaz porque evidentemente es indoloro y silencioso. No llama la
atención y por consiguiente la sociedad lo acepta más fácilmente.
Mientras que si algo se impone con violencia, la reacción natural de la
persona o de la sociedad es de defenderse.
-¿Dónde ha quedado la democracia en el mundo? De hecho, muchas
decisiones que afectan a todo el planeta las toman instituciones no
elegidas por los ciudadanos como el FMI o el BM.
-Hay un déficit de democracia. Vivimos en un mundo donde se repite
constantemente la palabra democracia, pero la democracia real no está
funcionando porque hay efectivamente algunas instituciones que tienen
más poder que las instituciones democráticas, como son el BM, el FMI o
los Fondos de Inversión. Todos ellos toman decisiones que se aplican a
sociedades enteras sin someterse a ningún criterio democrático. En
Europa, por ejemplo, el Banco Central Europeo tiene una influencia muy
importante en nuestras vidas porque fija el valor del euro y sin embargo
tampoco está sometido a ningún principio democrático.
"El quinto poder debería devolver la función de
contrapeso a la opinión pública"
-Ha sido fundador de ATTAC y Media Watch Global, entre otras. ¿Es la
asociación ciudadana la articulación de un mundo futuro?
-Sí, yo creo que este funcionamiento actual de la democracia que nos
deja insatisfechos necesita que intervenga, de una manera o de otra, el
movimiento social, la sociedad organizada para hacer prosperar sus
propias preocupaciones. Esto es importante y lo estamos viendo en este
momento en Bali, por ejemplo. Allí, quien está demostrando cuáles son
los intereses de la sociedad no son forzosamente los representantes del
Gobierno sino representantes de ONG, de movimientos ecológicos. Ellos
son representativos de la sensibilidad de la sociedad de Bali hoy día.
-¿Qué diría usted que puede parar el capitalismo voraz?
-Pienso que si toda la sociedad toma conciencia de que en estos
momentos existe un capitalismo totalmente irracional y antisocial, los
ciudadanos se movilizarían contra ello. Eso fue lo que pensamos cuando
creamos ATTAC o el Foro Social Mundial. Era esta idea: hacer que los
ciudadanos tuviesen su palabra, pudiesen dar su opinión para compensar
los estragos del capitalismo en la era de la globalización. Pero hace
falta dar un paso más allá en el movimiento de resistencia y entrar en
una nueva etapa, con otras formas de lucha.
Texto: Marta Iglesias
Internet el hijo
rebelde
L o denominan el hijo rebelde del
capitalismo porque ha conseguido romper su sistema único y jerárquico, y
abrir un nuevo espacio, infinito, a la participación de todos. Aquí el
equivalente al capital es la información, que en Internet circula
libremente. Y el usuario, además de consumidor puede ser también creador
y distribuidor de ideas.
En poco tiempo Internet se ha convertido en el vehículo perfecto a
través del cual se articulan y organizan distintas redes ciudadanas. Los
blogs o bitácoras, los videoblogs, wikis, revistas digitales, periódicos
ciudadanos, foros de opinión, chats, la telefonía gratuita, los libros
digitales libres, han creado un universo gratuito de información y
participación al alcance de la mano que nadie está dispuesto a
desaprovechar. "Muchos no se han percatado aún -comenta el periodista
Casado- de que uno de los entes más poderosos del mundo, es la capacidad
colectiva de acción y el compromiso de la gente que navega por Internet,
que hace sus donaciones, que opina libremente y habla de sus
experiencias. Uno puede o no creerlas, pero el mero hecho de perder su
tiempo en dejar una opinión en un foro ya dice mucho sobre la veracidad
y el compromiso de esa persona, que evidentemente no es indiferente al
tema del que se esté hablando". Los que sí se han percatado de esta
importancia son los políticos, especialmente cuando se encuentran en
campaña electoral. Se denomina política 2.0 y consiste en sacar provecho
a las posibilidades de comunicación que ofrece Internet como herramienta
de masas. Interactuar con el ciudadano es el objetivo: saber qué piensa,
cuáles son sus propuestas, sus críticas, para incluirlas en los
programas electorales. En EEUU no hay político que no tenga su página y
forme parte de una red social. Aquí en España el fenómeno es más
reciente y se ha incrementado especialmente cara a los próximos
comicios. El famoso mensaje que incluyó el Partido Popular en su web y
llegaba al usuario a través de su móvil: "Hola, soy Mariano Rajoy,
¿dónde te has metido? Te estamos esperando, pero si no puedes llegar, yo
lo que te pido es que nos mandes tus ideas a mi página web. Un saludo y
un fuerte abrazo", fue sólo un ejemplo del pretendido "efecto llamada"
que todos los partidos querían poner en marcha de forma apresurada cara
a las elecciones.
Algunas ciudades de EEUU decidieron desligarse
de la decisión de su presidente
y adoptar medidas locales para cumplir el Protocolo de Kyoto. A este
movimiento
se han sumado ciudades de todo el mundo.
Pero estas redes no son nuevas, funcionan desde hace tiempo en todo el
mundo y están sirviendo para canalizar y unir la acción que se está
llevando a cabo en organizaciones sociales de mujeres, grupos
ecologistas, de Derechos Humanos, comunidades indígenas, sindicatos o
cooperativas. Permiten concentrar las luchas e informar inmediatamente
de todo cuanto ocurre. Internet ha conseguido que las pequeñas
reivindicaciones se hagan importantes porque en muy poco tiempo
adquieren fuerza y cuerpo. Los ciudadanos están organizándose y se están
convirtiendo en un poder real.
Los pequeños grupos, las
redes locales, desempeñan un papel cada vez más importante en
los debates internacionales, robando protagonismo a los que lo
han tenido siempre. |
Todos conocemos la negativa de la administración Bush al cumplimiento
del Protocolo de Kyoto. Pues bien, hace unos años, más de ciento
cincuenta ciudades de Estados Unidos -en aquellos momentos representaban
a treinta y cinco millones de personas-, decidieron desligarse de la
decisión de su presidente y adoptar medidas locales para cumplir el
Protocolo de Kyoto. A ese movimiento empezaron a sumarse más de
cincuenta grandes ciudades de todo el mundo. Luego llegaron redes de
municipios desde distintos lugares que se sumaban a la iniciativa. Así
tomaba cuerpo la plataforma Campaña Ciudades por la Protección del Clima
(Cities for Climate Protection-CCP). En España esta iniciativa está en
marcha dentro la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y
aglutina a cientos de ciudades y pueblos comprometidos con el desarrollo
sostenible y protección del clima. Cuenta además con la colaboración del
Ministerio de Medio Ambiente.
Se trata de un trabajo pionero en el que organizaciones vecinales y
gobiernos locales han sido capaces de establecer estrategias innovadoras
para luchar contra el cambio climático, superando en muchas ocasiones
los esfuerzos de los grandes gobiernos de los grandes países.
Los pequeños núcleos, las redes locales, desempeñan un papel cada vez
más importante en los debates internacionales, robando protagonismo a
los que lo han tenido siempre. Se ha puesto en marcha otra forma de
cambiar el mundo. §
Federico Mayor Zaragoza
Presidente de la Fundación Cultura de Paz
"Este será el siglo de la Gente"
D edicó
a la bioquímica más de cuarenta años de su vida. Fue Director General de
la UNESCO. Formó parte del Grupo de Alto Nivel para la Alianza de
Civilizaciones. Y actualmente preside la Fundación Cultura de Paz. Está
convencido de que éste será el Siglo de la Gente y por ello lucha.
-Debemos de dar un giro total al concepto de democracia porque el sujeto
principal es el ciudadano, no el Estado", ha comentado en distintos
foros. ¿Cómo debería de ser ese nuevo modelo de democracia?
-La democracia debe ser la representación genuina del pueblo y para
ello, los ciudadanos no sólo deben ser contados de vez en cuando
-comicios electorales, encuestas- sino que deben ser tenidos en cuenta,
deben contar. Y para ello tienen que participar. Deben pasar de ser
súbditos a ciudadanos activos. Todavía hay muchos que quieren que
sigamos siendo súbditos resignados y sometidos a los designios del
poder, pero eso ha terminado. Los ciudadanos pueden ya contemplar el
mundo en su conjunto y desarrollar una conciencia global. Deben darse
cuenta de cómo vivimos algunos privilegiados -nosotros- y cómo vive la
gran mayoría. Y esta comparación nos debe conducir a la compasión, a la
necesidad de compartir lo que tenemos con los demás. Se está produciendo
una especie de genocidio oculto que debemos situar en el eje de nuestras
vidas para a partir de ahí exigirnos un comportamiento distinto. Se
trata de educar para la participación, para la acción, para que nadie
diga: "yo, es que puedo hacer tan poco..." ¿Quién sino todos para hacer
posible hoy lo que antes era imposible? Esa conciencia global nos hace
ver que nuestro destino es el mismo y que en momentos de crisis todos
vamos en el mismo barco y podemos impedir que se vaya a pique.
"La
democracia debe ser la representación genuina del pueblo.
Para ello los ciudadanos no sólo deben ser contados de vez
en cuando sino que deben ser tenidos en cuenta. Deben pasar
de ser súbditos a ciudadanos activos" |
-¿De
dónde le viene tanta convicción?
-Observo todo el entorno y veo cómo afortunadamente están cambiando
las cosas. Durante mucho tiempo hemos vivido atemorizados, siendo
súbditos. En cambio ahora, como vimos hace poco de forma muy palpable
con el tema de Iraq, el ciudadano reacciona cuando le mienten, por
ejemplo para declarar una guerra. O cuando se da cuenta de cómo los
Estados resuelven los grandes problemas provocados por las
multinacionales o corporaciones privadas. Ante todo ello debe
reflexionar y empezar a exigir que las cosas vuelvan a su sitio. Que los
valores estén en un lugar y el dinero en otro. Antes, hacer oír su voz
era más complicado. Ahora la democracia participativa es posible gracias
a las nuevas tecnologías. Es fantástico pensar que dentro de un año será
normal la participación a través de SMS o Internet. Y por último, quiero
señalar otro gran cambio: la presencia de la mujer en puestos de
responsabilidad, hoy ocupados en un 95% por hombres. El poder del
ciudadano no será poder mientras estemos inmersos en una sociedad de
valores masculinos. Afortunadamente, muchas mujeres influyen ya en la
toma de decisiones y eso representa un cambio en esta trayectoria.
-"Los
que no quieren evolución a veces merecen revolución y eso no es bueno
para nadie", advirtió hace algún tiempo. Me viene a la memoria el caso
de Kenia.
-Eso no se soluciona más que con unas Naciones Unidas que cumplan su
labor. Como sabe ésta ha sido una de las grandes luchas de la Fundación
Cultura de Paz. Porque en los procesos de gravedad debe ser la gente la
que solucione problemas de la gente. Desafortunadamente todo esto se ha
ido marginando y las ayudas se han convertido en préstamos, los Pueblos
en Estados y los valores en precios. Eso nos conduce a la situación
actual. ¿Qué podemos hacer en Kenia? Lo primero, que los países que han
tenido allí influencia y la siguen teniendo que asuman la
responsabilidad de actuar a través de fuerzas de interposición que son
los "cascos azules". Al mismo tiempo deben darse cuenta de que la gente
no puede vivir como lo hace: pasando hambre mientras explotan sus
yacimientos de coltán. Esta misma situación se vive en otros lugares del
planeta. Debería poder recurrirse a esta democracia supranacional
representada en unas Naciones Unidas dotadas con medios humanos,
financieros y tecnológicos.
-¿Qué
es lo que personalmente más le rebela?
-Lo que más me rebela es que, después de habernos apercibido de
manera tan patente de que la guerra y la violencia no solucionan nada,
unos cuantos sigan aplicando fórmulas del pasado para generar tensiones
que pueden llegar a ser revolucionarias. ¿Cómo puede ocurrir que por
motivos electorales se digan las cosas que se están diciendo? ¿Cómo
puede ser que la propia Iglesia intervenga en temas que evidentemente no
son de su competencia? Por ejemplo, cuando les veo intervenir con esa
autoridad en cuestiones científicas -con todos los respetos que les
tengo-... ¡Señor mío!, si quieren nos sentamos en una mesa, discutimos
lo que sea, pero ¡por favor!, no impongan unos criterios -como en el
caso de Galileo Galilei- que luego tengan que rectificar. Otro caso es
cuando defienden la doctrina cristiana -que me parece muy bien y están
en su derecho- y se oponen a la "Educación para la Ciudadanía" porque la
consideran un adoctrinamiento. ¿Qué es lo que están haciendo ellos? Eso
es salirse de su cauce. No se puede confundir a los ciudadanos y menos a
los jóvenes. Ellos son el futuro.
"El poder ciudadano no será poder mientras
estemos inmersos
en una sociedad de valores masculinos"
-Dígame
qué hace que cuestiones que hoy parecen complicadas e imposibles mañana
puedan ser una realidad...
-Todo se basa en la capacidad que tiene el hombre de crear. Ésa es
la marca divina de la especie humana. Somos impredecibles. Nadie puede
decir que haya determinismo alguno en nuestra conducta. Por eso insisto
en que nadie se duerma. Es momento de ser actor porque un espectador no
crea y para ello no tenemos límites.
"¿Cómo puede ocurrir que la Iglesia intervenga con esa
autoridad en temas que no son de su competencia? No se puede
confundir a los ciudadanos y menos a los jovenes" |
-Lleva
años asegurando que el siglo XXI es el Siglo de la Gente...
-Hasta ahora no podía ser de la gente porque se encontraba
parcelada. Uno nacía, vivía y moría en unos cuantos kilómetros
cuadrados. Sólo miraba al cielo. Hasta ahora, el pueblo nunca ha estado
en el escenario histórico. Sólo lo ha estado el poder, mientras el
pueblo ponía incluso su vida al servicio de causas que desconocía. Así
han pasado siglos. Éste puede ser el Siglo de la Gente porque por
primera vez cualquier persona puede contemplar el conjunto de la tierra
y mirar con nuevos ojos a sus habitantes. Y puede comparar y sentirse
motivado. Puede ser generoso, puede ayudar. Puede reflexionar y exigir.
Esto hará que valores como la justicia, la verdad, la igualdad,
predominen sobre otros que nos intentan vender cada día. Será el Siglo
de la Gente, de la Cultura de Paz, un siglo donde la mujer tendrá un
papel esencial en ese cambio.
-Por
último, dígame algún acontecimiento del que le gustaría ser testigo.
-Vivir aquella gran revolución espiritual de la que hablaba Federico
García Lorca: "Llegará un día en que habrá una gran explosión
espiritual. Ese día todos nos daremos cuenta de que los demás son
nuestros hermanos". Eso me gustaría presenciarlo. Creo que aún falta un
tiempo y no sé si llegaré a verlo, pero confieso que sueño con ello. §
La fuerza del pueblo
universal
Hubo una vez un hombre
que cercó un pedazo de tierra y gritó con todas sus fuerzas -para que lo
oyese todo el mundo-, que aquello era suyo. A pesar de la simpleza del
planteamiento, algunos le creyeron. A partir de ahí se empezó a parcelar
el mundo, y surgió la desigualdad, la represión, la pobreza y la
miseria. El egoísmo de ese pequeño grupo de hombres sin escrúpulos, fue
el motor que puso en marcha la cadena de explotación, de esclavitud del
hombre con el hombre.
Y en medio de tanta oscuridad se escuchó un grito desgarrador. Un grupo
de hombres dio un paso al frente y dijo que la Madre Tierra no tenía
dueño y que el hombre había nacido libre. La sangre impregnó la Tierra y
enormes ríos de vida transportaron el mensaje a todos los rincones del
planeta. Desde entonces muchos entregaron sus vidas, mantuvieron la
esperanza y alimentaron con su energía el motivo de la lucha. Cambiaban
sus rostros pero en el fondo eran uno. Una idea, una sola mente y un
solo poder.
Hoy aquel grito se ha unido a otros y juntos tienen el poder de derribar
montañas, destruir barreras y sobre todo, desmontar mentiras. Está en
marcha un movimiento ciudadano pacífico, imparable, que no conoce
fronteras. Los ciudadanos unen manos, voces y corazones para defender y
exigir aquello que ha sido siempre la bandera de todos los demócratas
del mundo, la paz, la justicia, la igualdad y los derechos humanos. Son
movimientos en distintos frentes, en distintas partes del mundo que
tienen algo en común: la lucha contra la opresión del poder, su avaricia
y egoísmo. Surgen de forma natural y son contagiosos. Están unidos en
redes, no tienen jerarquías y colaboran de una forma casi caótica
ayudados por las nuevas tecnologías.
El pueblo es soberano. De él emana el poder. El ciudadano lo sabe y
empieza a ejercer. Los falsos dioses con sus poderes combinados
-religioso, político y económico- han resultado ser títeres con pies de
barro porque dependen de que alguien les dé la razón o consuma sus
"productos". Sin el pueblo no son nada. Ellos invirtieron el orden de
las cosas para su propio beneficio, convirtieron al hombre en producto y
es ahora el tiempo en que todo cambie. El pueblo soberano, el Pueblo
Universal posee el poder. Está convencido de que otro mundo es posible.
Y ha entrado en escena.
La sangre derramada empieza a dar sus frutos, pero para entender y dar
sentido a lo que ahora vivimos hay que mirar el camino recorrido. §
Para más
información: "Democracia sin demócratas" de Marcos Roitman (Sequitur).
"Micropoder. La fuerza del ciudadano en la era digital" de
Javier Cremades (Espasa). "El quinto poder", artículo de
Ignacio Ramonet publicado en Le Monde Diplomatique (octubre
2003). "El Pueblo Universal" artículo publicado en la
Revista Fusión nº121 (octubre 2003). www.revistafusion.com |
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