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MARZO 2008

 

Quinto poder, el ciudadano

Hasta ahora en el escenario del mundo han estado el poder político, el económico, el religioso, el mediático... pero, ¿y el ciudadano? El Pueblo Universal reclama el poder que le corresponde. Las nuevas tecnologías se convierten en poderosos aliados. Entra en escena el quinto poder.

Texto: Mariló Hidalgo
 

Quinto poder, el ciudadano
Foto: Archivo Campaña Pobreza Cero

 


Tiempo de acción


Dentro de unos días, todos los españoles tenemos una cita con las urnas. España es uno de esos ciento cuarenta países que en el mundo convocan elecciones democráticas. Somos afortunados si echamos un ojo a esos millones de personas que viven en esos otros países -unos ciento seis- donde aún no se disfrutan los derechos y libertades más elementales. Pero, ¿debemos conformarnos con eso?
La democracia, o lo que entendemos por vivir en democracia, es motivo de reflexión. Muchos ciudadanos están decepcionados de ser sólo un número cada cuatro años y proponen otro modelo de democracia más participativa, más real. No quieren guardar silencio por más tiempo. Quieren dejar de ser súbditos resignados y conformistas y buscan canales para hacer oír su voz. Se quejan de la gran diferencia que hay entre lo que uno vota y lo que ocurre luego. La distancia existente entre el ciudadano y los poderes públicos. Y sobre todo, el poco alcance que tienen sus opiniones, sus protestas o iniciativas. "Nos han hecho creer que no hay más democracia que la que vivimos -apunta el catedrático de Sociología en la UCM, Marcos Roitman-. Y eso es algo que, aunque nos lo repiten continuamente, no se corresponde con la realidad social". "Ocurre lo mismo que con la Coca-Cola -comenta en su libro ‘Democracia sin demócratas’ (Sequitur)-. Nos dicen que acaba con la sed al tiempo que se nos presenta como la chispa de la vida. Pero si la tomamos, fracasa: ni acaba con la sed y, si estamos deprimidos, ponernos frente a la botella no fortalece nuestro espíritu. Sin embargo, se consume como si tuviese ambas cualidades y lo que es peor, se vive autocomplaciente en el engaño. Así aumenta el número de bebedores de Coca-Cola, los cuales son conscientes de su cobardía al renunciar a ver la realidad. Pues algo similar ocurre con los productores de democracia representativa: imponen una lógica de consumo. La fiesta de las elecciones. El ritual electoral donde se eligen gobernantes. Competencia para administrar eficazmente el Estado. De esta forma, se vive en democracia mientras se compite por el control de las instituciones y existe alternancia en el poder".

 

Muchos ciudadanos están decepcionados de ser sólo un número cada cuatro años y proponen otro modelo de democracia más participativa, más real.

En este marco que estamos describiendo es donde empieza a surgir con fuerza el poder del ciudadano. Las nuevas tecnologías han contribuido a ello. "Hoy, los ciudadanos interconectados e interactivos, apunta el experto en medios de comunicación Javier Cremades, armados de una poderosa munición tecnológica, han dado un decisivo paso adelante y reclaman el protagonismo central que siempre les correspondió. Los ciudadanos han adquirido, desde los medios de comunicación independientes, una opinión pública articulada, el poder de legitimar o deslegitimar la actuación del Gobierno constantemente. Y ya nunca renunciarán a hacerlo". Por eso el ex Director General de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza insiste en que "debemos dar un giro total al concepto de democracia. El sujeto principal debe ser el ciudadano y no el Estado. Nos encontramos en el siglo XXI, el Siglo de la Gente, y para ello es imprescindible no guardar más silencio y participar. La sociedad civil tiene ahora la posibilidad no sólo de hacerse oír sino de hacerse escuchar. Es tiempo de acción". En algún sitio está escrito que llegará un día en que los hombres y mujeres de buena voluntad se cogerán de la mano y lanzarán al aire un grito de protesta, que será un grito de libertad, un grito de victoria, porque la fuerza resultante de su unión habrá derrotado a los que les engañaban, les explotaban y les impedían pensar y vivir en libertad.
Surge lo que algunos denominan quinto poder. El poder del ciudadano. El poder del Pueblo Universal. §

 


Del cuarto al quinto poder


El denominado cuarto poder, la prensa, surgió en su día para corregir los errores que pudiesen cometer los tres poderes tradicionales que garantizan nuestro estado de derecho: ejecutivo, legislativo y judicial. Y cumplió su labor. Periodistas y medios de comunicación denunciaron, investigaron violaciones de derechos y libertades. Dieron voz a los sin voz. Y se convirtieron en canal abierto para que los ciudadanos pudiesen criticar, rechazar o enfrentarse democráticamente a los abusos del poder.
Pero de un tiempo a esta parte, a medida que la globalización capitalista iba extendiendo su red, este cuarto poder fue vaciándose de contenido mientras que el económico se convertía en el centro del que partían todos los demás. "El verdadero poder -explica Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique y fundador de ATTAC-, es detentado por un conjunto de grupos económicos planetarios y de empresas globales cuyo peso en los negocios del mundo resulta a veces más importante que el de los gobiernos y los Estados. Ellos son los nuevos amos del mundo que se reúnen cada año en Davos, en el marco del Foro Económico Mundial, e inspiran las políticas de la gran Trinidad globalizadora: Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Organización Mundial del Comercio". Dentro de este contexto hemos asistido a una concentración de grandes empresas de comunicación que abarcan todos los sectores -prensa, radio, televisión por cable y satélite, Internet, digital-. Es la economía al servicio del poder, por ello estos grandes grupos empeñados en adquirir cada vez más influencia, acaban presionando a los gobiernos para obtener legislaciones favorables a su carrera expansiva. Esta guerra de medios, apunta Ramonet, "los obliga a cortejar a los otros poderes, y por tanto pierden el objetivo cívico de ser el ‘cuarto poder’. No desean actuar como contrapoder".
Hoy quien domina por encima de todo es el poder económico. El poder mediático sería algo así como su argamasa. Ambos estarían por encima del poder político. Hoy por ejemplo, un grupo de comunicación puede derribar a un presidente, pero nunca lo haría con aquel que paga su nómina. Los medios son utilizados como arma dentro de esta guerra por el poder. "La información -continúa Ramonet-, debido a su explosión, su multiplicación, su sobreabundancia, se encuentra literalmente contaminada, envenenada por todo tipo de mentiras, por los rumores, las deformaciones, las distorsiones y las manipulaciones. Nos asfixia. Empédocles decía que el mundo estaba constituido por la combinación de cuatro elementos: aire, agua, tierra y fuego. La información se ha vuelto tan abundante que constituye de alguna manera, el quinto elemento de nuestro mundo globalizado. Por ello es necesario descontaminar la información. Los ciudadanos deben movilizarse para exigir que los medios de comunicación pertenecientes a los grandes grupos globales respeten la verdad, porque sólo la búsqueda de la verdad constituye en definitiva la legitimidad de la información. Por ello propuse en su día la creación del Observatorio Internacional de Medios de Comunicación -Media Watch Global-, un arma cívica, pacífica, que los ciudadanos pudieran utilizar con el fin de oponerse al nuevo superpoder de los grandes medios de comunicación masiva. Este Observatorio ciudadano sería el quinto poder".

 

De un tiempo a esta parte, el cuarto poder se ha ido vaciando de contenido mientras que el poder económico ha pasado a convertirse en el centro del que parten todos los demás.

Otras voces también se refieren al nacimiento de un quinto poder, pero en este caso lo definen como la suma de varios elementos.Voces que se unen, manos que se estrechan, corazones que se funden en una sola palabra: libertad. Es el poder del ciudadano organizado. El poder del pueblo universal que despierta. Y que cuenta además con un poderoso aliado, la Red. "Aunque muchos no lo crean -comentaba en una página de opinión el periodista Alberto Casado-, la red está propiciando la recuperación del origen del poder hacia las manos del pueblo en detrimento de todos esos lobbies económicos y multinacionales que gobiernan este mundo desde tiempos inmemoriales".
Los pueblos se rebelan, protestan, gritan contra el engaño, la explotación o contra aquellos que les impiden pensar o vivir en libertad. Hemos visto la respuesta en Kenia por el fraude electoral cometido en las elecciones de diciembre. O los movimientos ciudadanos contra la privatización del agua en India, Bolivia o Uruguay. O los pasos que se están dando en la denominada "primavera democrática de América Latina", donde según palabras del teólogo de la Liberación, Frei Betto, por primera vez los latinoamericanos tienen la oportunidad de operar un cambio de estructura sin violencia. "Estamos viviendo un proceso histórico de construcción de una democracia popular. Existe una basta red de movimientos sociales en América Latina -explicaba recientemente este teólogo en el Simposium Pobre Mundo Rico-, sobre la que se está empezando a construir una democracia a tres niveles: delegativa (la que predomina), representativa (vota y presiona) y participativa (interactúa con el público)". Respecto a esta última afirmó: "Nosotros como sociedad civil cuestionamos la autoridad de los políticos y exigimos nuestros derechos: Somos la autoridad". Como advierte Javier Cremades, "al poder ya no le basta con consultar la bola de cristal de las encuestas para medir la aprobación social. Debe gobernar en constante diálogo con una ciudadanía que ha descubierto el gusto por intervenir en lo público". Esto ya es un hecho. §

 

 

   Ignacio Ramonet                                                                                                           
                                       Director de Le Monde Diplomatique

"Hay un déficit de democracia"

Texto: Marta Iglesias

Fue uno de los iniciadores del Foro Mundial de Porto Alegre. Fundador del movimiento internacional ATTAC y director de Le Monde Diplomatique. Cree y confía en la humanidad "en que si todos nos organizamos acabaremos por cambiar el mundo; y que hay gente que algunos llaman idealistas, que está dispuesta a hacerlo". Sin duda, él es uno de ellos.

-Afirma que empieza a haber una opinión pública mundial, que trata de liberarse de la influencia de los formadores de opinión pública tradicionales, que son los medios de comunicación. ¿Dónde buscan esa información alternativa? ¿Cuáles serían los nuevos formadores de opinión pública?
-La nueva información se encuentra hoy evidentemente en medios alternativos de Internet. En particular en los blogs. Pero no existe el equivalente de lo que era la prensa de referencia hasta hace poco. Es decir, aunque hay muchos medios alternativos no encontramos -o por lo menos no todo el público los conoce- referencias semejantes a las que tenemos cuando leemos tal cabecera de tal periódico nacional o internacional, que en sí constituyen una garantía de calidad y fiabilidad.

-Usted proponía hace algún tiempo la creación de un ‘quinto poder’ para contrarrestar el que ejercían los grandes medios de comunicación. ¿Sinceramente cree que eso es posible? ¿Cómo?
-Yo creo que ese quinto poder debería devolver la función de contrapeso a la opinión pública, a la sociedad. Este quinto poder sería el que constituirían los lectores, los ciudadanos en definitiva, frente a esta nueva configuración de la prensa dominada por criterios puramente económicos.

-En una reciente entrevista, Noam Chomsky decía que "El lavado de cerebros en libertad es más eficaz que en las dictaduras", ¿está usted de acuerdo?
-Sí, recuerdo que publicamos esa entrevista en Le Monde Diplomatique. En definitiva lo que dice Chomsky es que ese caldo de cultivo es más eficaz porque evidentemente es indoloro y silencioso. No llama la atención y por consiguiente la sociedad lo acepta más fácilmente. Mientras que si algo se impone con violencia, la reacción natural de la persona o de la sociedad es de defenderse.

-¿Dónde ha quedado la democracia en el mundo? De hecho, muchas decisiones que afectan a todo el planeta las toman instituciones no elegidas por los ciudadanos como el FMI o el BM.
-Hay un déficit de democracia. Vivimos en un mundo donde se repite constantemente la palabra democracia, pero la democracia real no está funcionando porque hay efectivamente algunas instituciones que tienen más poder que las instituciones democráticas, como son el BM, el FMI o los Fondos de Inversión. Todos ellos toman decisiones que se aplican a sociedades enteras sin someterse a ningún criterio democrático. En Europa, por ejemplo, el Banco Central Europeo tiene una influencia muy importante en nuestras vidas porque fija el valor del euro y sin embargo tampoco está sometido a ningún principio democrático.

"El quinto poder debería devolver la función de contrapeso a la opinión pública"

-Ha sido fundador de ATTAC y Media Watch Global, entre otras. ¿Es la asociación ciudadana la articulación de un mundo futuro?
-Sí, yo creo que este funcionamiento actual de la democracia que nos deja insatisfechos necesita que intervenga, de una manera o de otra, el movimiento social, la sociedad organizada para hacer prosperar sus propias preocupaciones. Esto es importante y lo estamos viendo en este momento en Bali, por ejemplo. Allí, quien está demostrando cuáles son los intereses de la sociedad no son forzosamente los representantes del Gobierno sino representantes de ONG, de movimientos ecológicos. Ellos son representativos de la sensibilidad de la sociedad de Bali hoy día.

-¿Qué diría usted que puede parar el capitalismo voraz?
-Pienso que si toda la sociedad toma conciencia de que en estos momentos existe un capitalismo totalmente irracional y antisocial, los ciudadanos se movilizarían contra ello. Eso fue lo que pensamos cuando creamos ATTAC o el Foro Social Mundial. Era esta idea: hacer que los ciudadanos tuviesen su palabra, pudiesen dar su opinión para compensar los estragos del capitalismo en la era de la globalización. Pero hace falta dar un paso más allá en el movimiento de resistencia y entrar en una nueva etapa, con otras formas de lucha.
Texto: Marta Iglesias

 


Internet el hijo rebelde


Lo denominan el hijo rebelde del capitalismo porque ha conseguido romper su sistema único y jerárquico, y abrir un nuevo espacio, infinito, a la participación de todos. Aquí el equivalente al capital es la información, que en Internet circula libremente. Y el usuario, además de consumidor puede ser también creador y distribuidor de ideas.
En poco tiempo Internet se ha convertido en el vehículo perfecto a través del cual se articulan y organizan distintas redes ciudadanas. Los blogs o bitácoras, los videoblogs, wikis, revistas digitales, periódicos ciudadanos, foros de opinión, chats, la telefonía gratuita, los libros digitales libres, han creado un universo gratuito de información y participación al alcance de la mano que nadie está dispuesto a desaprovechar. "Muchos no se han percatado aún -comenta el periodista Casado- de que uno de los entes más poderosos del mundo, es la capacidad colectiva de acción y el compromiso de la gente que navega por Internet, que hace sus donaciones, que opina libremente y habla de sus experiencias. Uno puede o no creerlas, pero el mero hecho de perder su tiempo en dejar una opinión en un foro ya dice mucho sobre la veracidad y el compromiso de esa persona, que evidentemente no es indiferente al tema del que se esté hablando". Los que sí se han percatado de esta importancia son los políticos, especialmente cuando se encuentran en campaña electoral. Se denomina política 2.0 y consiste en sacar provecho a las posibilidades de comunicación que ofrece Internet como herramienta de masas. Interactuar con el ciudadano es el objetivo: saber qué piensa, cuáles son sus propuestas, sus críticas, para incluirlas en los programas electorales. En EEUU no hay político que no tenga su página y forme parte de una red social. Aquí en España el fenómeno es más reciente y se ha incrementado especialmente cara a los próximos comicios. El famoso mensaje que incluyó el Partido Popular en su web y llegaba al usuario a través de su móvil: "Hola, soy Mariano Rajoy, ¿dónde te has metido? Te estamos esperando, pero si no puedes llegar, yo lo que te pido es que nos mandes tus ideas a mi página web. Un saludo y un fuerte abrazo", fue sólo un ejemplo del pretendido "efecto llamada" que todos los partidos querían poner en marcha de forma apresurada cara a las elecciones.

Algunas ciudades de EEUU decidieron desligarse de la decisión de su presidente
y adoptar medidas locales para cumplir el Protocolo de Kyoto. A este movimiento
se han sumado ciudades de todo el mundo.

Pero estas redes no son nuevas, funcionan desde hace tiempo en todo el mundo y están sirviendo para canalizar y unir la acción que se está llevando a cabo en organizaciones sociales de mujeres, grupos ecologistas, de Derechos Humanos, comunidades indígenas, sindicatos o cooperativas. Permiten concentrar las luchas e informar inmediatamente de todo cuanto ocurre. Internet ha conseguido que las pequeñas reivindicaciones se hagan importantes porque en muy poco tiempo adquieren fuerza y cuerpo. Los ciudadanos están organizándose y se están convirtiendo en un poder real.

 

Los pequeños grupos, las redes locales, desempeñan un papel cada vez más importante en los debates internacionales, robando protagonismo a los que lo han tenido siempre.

Todos conocemos la negativa de la administración Bush al cumplimiento del Protocolo de Kyoto. Pues bien, hace unos años, más de ciento cincuenta ciudades de Estados Unidos -en aquellos momentos representaban a treinta y cinco millones de personas-, decidieron desligarse de la decisión de su presidente y adoptar medidas locales para cumplir el Protocolo de Kyoto. A ese movimiento empezaron a sumarse más de cincuenta grandes ciudades de todo el mundo. Luego llegaron redes de municipios desde distintos lugares que se sumaban a la iniciativa. Así tomaba cuerpo la plataforma Campaña Ciudades por la Protección del Clima (Cities for Climate Protection-CCP). En España esta iniciativa está en marcha dentro la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y aglutina a cientos de ciudades y pueblos comprometidos con el desarrollo sostenible y protección del clima. Cuenta además con la colaboración del Ministerio de Medio Ambiente.
Se trata de un trabajo pionero en el que organizaciones vecinales y gobiernos locales han sido capaces de establecer estrategias innovadoras para luchar contra el cambio climático, superando en muchas ocasiones los esfuerzos de los grandes gobiernos de los grandes países.
Los pequeños núcleos, las redes locales, desempeñan un papel cada vez más importante en los debates internacionales, robando protagonismo a los que lo han tenido siempre. Se ha puesto en marcha otra forma de cambiar el mundo. §

 

 

   Federico Mayor Zaragoza                                                                                            
                                                        Presidente de la Fundación Cultura de Paz

"Este será el siglo de la Gente"

Dedicó a la bioquímica más de cuarenta años de su vida. Fue Director General de la UNESCO. Formó parte del Grupo de Alto Nivel para la Alianza de Civilizaciones. Y actualmente preside la Fundación Cultura de Paz. Está convencido de que éste será el Siglo de la Gente y por ello lucha.

-Debemos de dar un giro total al concepto de democracia porque el sujeto principal es el ciudadano, no el Estado", ha comentado en distintos foros. ¿Cómo debería de ser ese nuevo modelo de democracia?
-La democracia debe ser la representación genuina del pueblo y para ello, los ciudadanos no sólo deben ser contados de vez en cuando -comicios electorales, encuestas- sino que deben ser tenidos en cuenta, deben contar. Y para ello tienen que participar. Deben pasar de ser súbditos a ciudadanos activos. Todavía hay muchos que quieren que sigamos siendo súbditos resignados y sometidos a los designios del poder, pero eso ha terminado. Los ciudadanos pueden ya contemplar el mundo en su conjunto y desarrollar una conciencia global. Deben darse cuenta de cómo vivimos algunos privilegiados -nosotros- y cómo vive la gran mayoría. Y esta comparación nos debe conducir a la compasión, a la necesidad de compartir lo que tenemos con los demás. Se está produciendo una especie de genocidio oculto que debemos situar en el eje de nuestras vidas para a partir de ahí exigirnos un comportamiento distinto. Se trata de educar para la participación, para la acción, para que nadie diga: "yo, es que puedo hacer tan poco..." ¿Quién sino todos para hacer posible hoy lo que antes era imposible? Esa conciencia global nos hace ver que nuestro destino es el mismo y que en momentos de crisis todos vamos en el mismo barco y podemos impedir que se vaya a pique.

"La democracia debe ser la representación genuina del pueblo. Para ello los ciudadanos no sólo deben ser contados de vez en cuando sino que deben ser tenidos en cuenta. Deben pasar de ser súbditos a ciudadanos activos"

-¿De dónde le viene tanta convicción?
-Observo todo el entorno y veo cómo afortunadamente están cambiando las cosas. Durante mucho tiempo hemos vivido atemorizados, siendo súbditos. En cambio ahora, como vimos hace poco de forma muy palpable con el tema de Iraq, el ciudadano reacciona cuando le mienten, por ejemplo para declarar una guerra. O cuando se da cuenta de cómo los Estados resuelven los grandes problemas provocados por las multinacionales o corporaciones privadas. Ante todo ello debe reflexionar y empezar a exigir que las cosas vuelvan a su sitio. Que los valores estén en un lugar y el dinero en otro. Antes, hacer oír su voz era más complicado. Ahora la democracia participativa es posible gracias a las nuevas tecnologías. Es fantástico pensar que dentro de un año será normal la participación a través de SMS o Internet. Y por último, quiero señalar otro gran cambio: la presencia de la mujer en puestos de responsabilidad, hoy ocupados en un 95% por hombres. El poder del ciudadano no será poder mientras estemos inmersos en una sociedad de valores masculinos. Afortunadamente, muchas mujeres influyen ya en la toma de decisiones y eso representa un cambio en esta trayectoria.

-"Los que no quieren evolución a veces merecen revolución y eso no es bueno para nadie", advirtió hace algún tiempo. Me viene a la memoria el caso de Kenia.
-Eso no se soluciona más que con unas Naciones Unidas que cumplan su labor. Como sabe ésta ha sido una de las grandes luchas de la Fundación Cultura de Paz. Porque en los procesos de gravedad debe ser la gente la que solucione problemas de la gente. Desafortunadamente todo esto se ha ido marginando y las ayudas se han convertido en préstamos, los Pueblos en Estados y los valores en precios. Eso nos conduce a la situación actual. ¿Qué podemos hacer en Kenia? Lo primero, que los países que han tenido allí influencia y la siguen teniendo que asuman la responsabilidad de actuar a través de fuerzas de interposición que son los "cascos azules". Al mismo tiempo deben darse cuenta de que la gente no puede vivir como lo hace: pasando hambre mientras explotan sus yacimientos de coltán. Esta misma situación se vive en otros lugares del planeta. Debería poder recurrirse a esta democracia supranacional representada en unas Naciones Unidas dotadas con medios humanos, financieros y tecnológicos.

-¿Qué es lo que personalmente más le rebela?
-Lo que más me rebela es que, después de habernos apercibido de manera tan patente de que la guerra y la violencia no solucionan nada, unos cuantos sigan aplicando fórmulas del pasado para generar tensiones que pueden llegar a ser revolucionarias. ¿Cómo puede ocurrir que por motivos electorales se digan las cosas que se están diciendo? ¿Cómo puede ser que la propia Iglesia intervenga en temas que evidentemente no son de su competencia? Por ejemplo, cuando les veo intervenir con esa autoridad en cuestiones científicas -con todos los respetos que les tengo-... ¡Señor mío!, si quieren nos sentamos en una mesa, discutimos lo que sea, pero ¡por favor!, no impongan unos criterios -como en el caso de Galileo Galilei- que luego tengan que rectificar. Otro caso es cuando defienden la doctrina cristiana -que me parece muy bien y están en su derecho- y se oponen a la "Educación para la Ciudadanía" porque la consideran un adoctrinamiento. ¿Qué es lo que están haciendo ellos? Eso es salirse de su cauce. No se puede confundir a los ciudadanos y menos a los jóvenes. Ellos son el futuro.

"El poder ciudadano no será poder mientras estemos inmersos
en una sociedad de valores masculinos"

-Dígame qué hace que cuestiones que hoy parecen complicadas e imposibles mañana puedan ser una realidad...
-Todo se basa en la capacidad que tiene el hombre de crear. Ésa es la marca divina de la especie humana. Somos impredecibles. Nadie puede decir que haya determinismo alguno en nuestra conducta. Por eso insisto en que nadie se duerma. Es momento de ser actor porque un espectador no crea y para ello no tenemos límites.

"¿Cómo puede ocurrir que la Iglesia intervenga con esa autoridad en temas que no son de su competencia? No se puede confundir a los ciudadanos y menos a los jovenes"

-Lleva años asegurando que el siglo XXI es el Siglo de la Gente...
-Hasta ahora no podía ser de la gente porque se encontraba parcelada. Uno nacía, vivía y moría en unos cuantos kilómetros cuadrados. Sólo miraba al cielo. Hasta ahora, el pueblo nunca ha estado en el escenario histórico. Sólo lo ha estado el poder, mientras el pueblo ponía incluso su vida al servicio de causas que desconocía. Así han pasado siglos. Éste puede ser el Siglo de la Gente porque por primera vez cualquier persona puede contemplar el conjunto de la tierra y mirar con nuevos ojos a sus habitantes. Y puede comparar y sentirse motivado. Puede ser generoso, puede ayudar. Puede reflexionar y exigir. Esto hará que valores como la justicia, la verdad, la igualdad, predominen sobre otros que nos intentan vender cada día. Será el Siglo de la Gente, de la Cultura de Paz, un siglo donde la mujer tendrá un papel esencial en ese cambio.

-Por último, dígame algún acontecimiento del que le gustaría ser testigo.
-Vivir aquella gran revolución espiritual de la que hablaba Federico García Lorca: "Llegará un día en que habrá una gran explosión espiritual. Ese día todos nos daremos cuenta de que los demás son nuestros hermanos". Eso me gustaría presenciarlo. Creo que aún falta un tiempo y no sé si llegaré a verlo, pero confieso que sueño con ello. §

 

 


La fuerza del pueblo universal


Hubo una vez un hombre que cercó un pedazo de tierra y gritó con todas sus fuerzas -para que lo oyese todo el mundo-, que aquello era suyo. A pesar de la simpleza del planteamiento, algunos le creyeron. A partir de ahí se empezó a parcelar el mundo, y surgió la desigualdad, la represión, la pobreza y la miseria. El egoísmo de ese pequeño grupo de hombres sin escrúpulos, fue el motor que puso en marcha la cadena de explotación, de esclavitud del hombre con el hombre.
Y en medio de tanta oscuridad se escuchó un grito desgarrador. Un grupo de hombres dio un paso al frente y dijo que la Madre Tierra no tenía dueño y que el hombre había nacido libre. La sangre impregnó la Tierra y enormes ríos de vida transportaron el mensaje a todos los rincones del planeta. Desde entonces muchos entregaron sus vidas, mantuvieron la esperanza y alimentaron con su energía el motivo de la lucha. Cambiaban sus rostros pero en el fondo eran uno. Una idea, una sola mente y un solo poder.
Hoy aquel grito se ha unido a otros y juntos tienen el poder de derribar montañas, destruir barreras y sobre todo, desmontar mentiras. Está en marcha un movimiento ciudadano pacífico, imparable, que no conoce fronteras. Los ciudadanos unen manos, voces y corazones para defender y exigir aquello que ha sido siempre la bandera de todos los demócratas del mundo, la paz, la justicia, la igualdad y los derechos humanos. Son movimientos en distintos frentes, en distintas partes del mundo que tienen algo en común: la lucha contra la opresión del poder, su avaricia y egoísmo. Surgen de forma natural y son contagiosos. Están unidos en redes, no tienen jerarquías y colaboran de una forma casi caótica ayudados por las nuevas tecnologías.
El pueblo es soberano. De él emana el poder. El ciudadano lo sabe y empieza a ejercer. Los falsos dioses con sus poderes combinados -religioso, político y económico- han resultado ser títeres con pies de barro porque dependen de que alguien les dé la razón o consuma sus "productos". Sin el pueblo no son nada. Ellos invirtieron el orden de las cosas para su propio beneficio, convirtieron al hombre en producto y es ahora el tiempo en que todo cambie. El pueblo soberano, el Pueblo Universal posee el poder. Está convencido de que otro mundo es posible. Y ha entrado en escena.
La sangre derramada empieza a dar sus frutos, pero para entender y dar sentido a lo que ahora vivimos hay que mirar el camino recorrido. §

Para más información: "Democracia sin demócratas" de Marcos Roitman (Sequitur). "Micropoder. La fuerza del ciudadano en la era digital" de Javier Cremades (Espasa). "El quinto poder", artículo de Ignacio Ramonet publicado en Le Monde Diplomatique (octubre 2003). "El Pueblo Universal" artículo publicado en la Revista Fusión nº121 (octubre 2003). www.revistafusion.com

 

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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