-Si el
Artico no tiene ningún dueño, ¿cómo pueden cinco países autodesignarse
para repartirlo?
-Decir que el Artico no tiene dueño es un poco impreciso, en
realidad tiene cinco potenciales dueños. Es decir, hay un espacio que se
están repartiendo estos cinco Estados y también hay una zona que no será
de nadie porque la parte central del Artico será alta mar en cualquier
caso. Lo que se están disputando estos cinco Estados son básicamente
unos espacios que quedan un poco más allá de lo que sería su plataforma
continental.
-¿Qué
reglas estableció Naciones Unidas para el reparto del mar?
-La Convención de Derecho del Mar de NU -que se aprueba en 1982 y no
entra en vigor hasta el 94, cuando 60 países la ratifican- dice que a
cada uno de los Estados del mundo que tienen salida al mar les
corresponde un trozo del mismo: 12 millas de mar territorial, luego otra
zona contigua que son 12 millas más y luego hasta 200 millas, lo que se
llama la zona económica exclusiva. Sobre este espacio el Estado tiene
derecho de pesca, de explotación de recursos, control aéreo... Si las
200 millas están antes de que llegue una fosa marina, la Convención
permite ampliarlas hasta que llegue la fosa marina, es decir, hasta que
naturalmente se acabe este espacio. Lo cual permite ampliar hasta 100
millas más. Lo que están pidiendo estos cinco Estados es que se amplíen
sus 200 millas hasta llegar a la fosa. Cuando hablamos de reparto del
Artico en realidad nos referimos a que cada país está ampliando su trozo
y en esa medida esto va limitando el Artico, que se queda más pequeño.
-Estados
Unidos no firmó esta Convención o Tratado. ¿En qué situación le coloca
hoy?
-Estados Unidos realmente lo firma, lo que pasa es que luego el
Senado no lo ratifica, entre otras cosas porque entiende que las
condiciones de esa Convención de NU son muy restrictivas. Y lo mismo han
hecho muchos otros países. Con lo cual estamos en una situación anómala
porque cuatro de los Estados siguen el Tratado y uno que es Estados
Unidos, no necesariamente.
-¿Por qué
desde el año pasado surge la disputa del Artico?
-Por un lado está el hecho de que la tecnología de los hidrocarburos
se ha desarrollado más y que los últimos informes de NU sobre el cambio
climático ponen de manifiesto que el Artico se va deshaciendo, con lo
cual es mucho más fácil explotar los recursos de hidrocarburos. Pero la
gran razón es que Rusia firma el Tratado en el 97, y tiene diez años
para reivindicar la ampliación de su espacio, por lo que su plazo acabó
en diciembre de 2007. Así que hay una razón jurídica que ha acelerado
este conflicto. NU ha aceptado una moratoria para todos porque vio que
esto estaba generando un conflicto todavía mayor.
-¿Qué
riquezas y nuevas posibilidades de negocio hay en un Artico sin hielo?
-El primero es un interés de navegación, porque en la medida en que
desaparece el hielo se abren nuevas vías de navegación que en la
actualidad durante buena parte del año están cubiertas de hielo. A
Estados Unidos, por ejemplo, le supone ahorrarse ocho mil kilómetros
para ir a Japón, que es su principal comprador. El segundo interés son
los hidrocarburos, fundamentalmente el gas natural y el petróleo. Se
estima que el 25% de las reservas podrían estar aquí, pero no se sabe
con seguridad porque está prohibido hacer prospecciones. Así que cada
país ha estimado cuánto cree que hay pero no lo puede hacer público
porque supondría admitir que han hecho prospecciones ilegales. Y el
tercer interés, que es el menos explotado, es el de recursos naturales
marítimos porque en el Artico también hay fauna, animales, pesca;
recursos que son bastante rentables.
-En este
lugar viven hoy veinte grupos indígenas. ¿No serían ellos los verdaderos
dueños de este paraíso?
-Ciertamente estos grupos indígenas serían los herederos o legítimos
dueños del Artico. Pero los inuit y demás, en realidad pertenecen a cada
uno de los Estados que se disputan el lugar. Viven en zonas que quedan
dentro del Artico pero son canadienses, daneses o rusos. Son etnias
aparte, pero no nación aparte porque no tienen Estado propio.
-¿Existe
alguna posibilidad de preservar legalmente esta zona virgen?
-Existe un Tratado para la Protección del Artico y también una
institución que se llama el Consejo Artico, que sobre todo lo preservan
medioambientalmente: tanto a los grupos étnicos como a las especies
naturales. Es un Tratado que protege a las minorías y al mismo tiempo a
la naturaleza, que por otra parte es la que le permite la subsistencia.
En el marco de esta última reunión, había grupos ambientales como
Greenpeace y otras ONG que pidieron que se aprobase un tratado más
ambicioso para la protección del medio ambiente Artico. Algo similar a
la Antártida, que establece muchas restricciones, ya que no permite
explotar el petróleo, ni establecer empresas contaminantes, obliga a
proteger a las especies... Pero los Estados de momento no quieren
aprobar esto y no ha habido acuerdo. §