Mousse de chocolate
Ingredientes (como pá 5 ó 6 personas):
4 huevos • Media taza de azúcar • Leche • mantequilla • buen chocolate
negro
Vengo
con una receta de Alfonso, un amigo torero que era tan malo, que en vez
de faenas hacia putadas. El otro día le veo que va por la calle andando
con las piernas arqueadas:
-Alfonso, ¿por qué andas así?.
-Porque tengo el colesterol alto y me ha dicho el médico que los huevos
ni tocarlos.
Empecemos separando la clara y la yema del huevo. Las yemas las
mezclamos con el azúcar, y las claras las batimos a punto de nieve.
Alfonso es un tipo un poco mujeriego:
-Anoche me acosté con una mujer guapísima. ¡Qué piernas tenía! ¡Y qué
pechos! ¡Y qué culo!
-¿Y de cara?
-¡Ah, eso sí! ¡Carísima!
Imaginaros cómo puede enseñar a su hijo:
-Papá, cuando terminas de hacer el amor con mamá, ¿le das las gracias?.
-Pues... no, no siempre.
-¿Entonces? ¿Qué es educación sexual?
Si el hijo es una pieza curiosa, tiene a quien salir. En el colegio, en
clase de religión:
-A ver Luisito, ¿sabes por qué Jesús al resucitar se apareció primero a
las mujeres?.
-Sí señorita, porque lo que quería era que se enterase todo el mundo.
Ahora disolvemos el chocolate, poniendo un poco de leche en un vaso,
añadiendo las onzas y derritiéndolo todo en el microondas o al baño
maría. Cuando esté derretido, le ponemos mantequilla. Esto lo
mezclaremos con las yemas cuando no esté muy caliente.
Pero ante todo, Alfonso es un amigo de los "leales". Él mismo ha hecho
un estudio sobre la diferencia entre la amistad entre mujeres y entre
hombres.
Amistad entre mujeres: Una noche, una mujer no llegó a dormir a su casa.
Al día siguiente le dijo a su marido que se había quedado a dormir en
casa de una amiga. El hombre llamó a las 10 mejores amigas de su esposa,
ninguna de ellas sabía algo al respecto.
Amistad entre hombres: Una noche, un hombre no llegó a dormir a su casa.
Al día siguiente le dijo a su esposa que se había quedado a dormir en
casa de un amigo. La mujer llamó a los 10 mejores amigos de su esposo: 8
confirmaron que él se quedó a dormir en su casa, y dos aseguraron que
aún se encontraba ahí. ¡Esto sí que es amistad verdadera!.
Ahora mezclaremos bien el contenido de los dos boles, y ya sólo quedará
ponerlo en moldes, meterlo en el frigorífico, y un poco de paciencia
porque hacen falta varias horas al frío para que esté en su punto.
Espero que os guste el postre, probadlo y me contáis...
Me despido contándoos lo que nos pasó cuando me iba a despedir de
Alfonso y nos encontramos con Iñaki, un amigo (vasco) común, que iba
rodando por la calle un enorme barril: -Iñaki, ¿dónde vas con ese
barrilón?
-Ahí va, ¿pues donde voy a ir? Al doctor...
-¿Y por qué llevas ese barril?.
-Pues porque me dijo que volviera con la orina al cabo de seis meses...
/ El Cuñao |