-¿Qué
acuerdos de liberalización económica (EPA) propone la UE y por qué
África no los acepta?
-Los acuerdos que la Comisión Europea está impulsando en estos
últimos meses son en su mayor parte acuerdos interinos que establecen
marcos generales sobre el comercio de mercancías. El problema
fundamental en el enfoque de esta negociación es que la Comisión Europea
no ha ofrecido respuestas a la flexibilidad que le demandaba África,
según han criticado algunas regiones africanas. Su planteamiento era:
dado que somos dos actores tan asimétricos, necesitamos condiciones
diferentes; necesitamos que ustedes se abran mucho más a nuestro
comercio que al contrario. La Comisión Europea no ha sabido responder de
manera adecuada a las demandas de muchas de esas regiones africanas y
ésa es la razón que ha impulsado a algunas a retrasar el cierre de sus
acuerdos con la UE.
-¿Qué
sucedería si no se firmasen EPA?
-En principio la Comisión Europea no está ofreciendo ninguna
alternativa a los países de África, Caribe y Pacífico (ACP). Esa es una
de nuestras principales críticas, el cómo la Comisión Europea ha
afrontado esta negociación. Estábamos hablando de una negociación que
pretendía fomentar el desarrollo de los países ACP -muchos de los cuales
son los más pobres del mundo- y resulta que nos hemos presentado a esa
negociación sin ofrecer ninguna alternativa. Era lo que estaba sobre la
mesa de negociación o nada. Así, según se ha ido acercando el plazo de
finalización de las negociaciones, estas regiones de los países ACP han
tenido que decidir entre un mal acuerdo y un no acuerdo, que en su caso
también era muy perjudicial para sus propias economías. Han tenido que
ceder muchas cosas a la UE.
-Ahora
nosotros condicionamos sus exportaciones...
-Fundamentalmente lo que la Comisión ha buscado es que para que los
países de África continúen exportando nos tienen que dejar a nosotros
exportar. Lo que ha estado en discusión es en qué grado tenía que
liberar su mercado África a la UE. África solicitaba que Europa se
liberalizara al 100% para las exportaciones africanas y a cambio ellos
liberalizarán el 66%. La UE ha sido inflexible con su demanda de que los
países de la ACP se liberalizarán por lo menos en un 80%.
-Pero
estamos hablando de continentes con condiciones diferentes...
-Sí, hay dos grandes diferencias. Una de infraestructura económica
fundamental: carreteras distintas, puertos distintos... Pero sobre todo
en el sector agrícola hay diferencias que no tienen que ver con la
economía sino simplemente con los subsidios que la UE proporciona a
productores agrícolas. Es decir, estamos compitiendo supuestamente con
reglas justas cuando en el fondo no lo son porque los pequeños
productores de Malí no pueden soñar con recibir subsidios de su
gobierno. Les vamos a poner a competir en condiciones asimétricas por su
economía, pero también por el acceso a unos subsidios distintos.
-¿Qué
quieren poner de manifiesto los países africanos con su disconformidad?
-Nosotros creemos que lo que están cuestionando es el enfoque de
esta negociación. Los países africanos entendían que ellos estaban
involucrados en una negociación que pretendía fomentar el desarrollo de
sus propios países. Y han visto que el desarrollo no está en el centro
de la negociación para la UE. Prueba de ello es que la UE, con tal de
cerrar un acuerdo, ha abierto la puerta a negociar con países
individuales. Imagina qué le supondría a la UE el que España negociase
independientemente a ellos su política comercial. Es inimaginable. Pero
la UE sí lo ha aceptado en el caso de África, el Caribe o el Pacífico,
abriendo la puerta a romper la unidad del otro bloque.
-¿Han
puesto de manifiesto los EPA que Europa sigue manteniendo su prepotencia
colonialista?
-Más bien diríamos que estas negociaciones han puesto de manifiesto
que la UE se acerca al modelo negociador de Estados Unidos. Que la UE,
que hasta ahora había manejado un discurso de defensa del
multilateralismo, parece que estuviera dando la espalda a este concepto.
Se han centrando en negociaciones que imitan el modelo estadounidense,
en el que se pretende lograr el máximo posible de cada negociación
comercial, independientemente de quién sea la otra parte negociadora,
independientemente de cuáles sean las diferencias de desarrollo o
diferencias económicas que hay entre la UE y en este caso los países
ACP.
-¿Es
posible restituir el saqueo histórico cometido por los países ricos en
África?
-Desde Oxfam creemos que no necesitamos volver necesariamente la
mirada al saqueo histórico para proporcionar un acuerdo justo.
Efectivamente se cometieron en algunos casos determinadas
irregularidades, pero no es necesario irse a ellas para tratar de
compensar. El proporcionar acuerdos que se basen en un comercio con
justicia es una obligación ética, moral y que además contribuye al
bienestar tanto de los países ACP como de la UE. §