La participación de la
mujer española en los órganos de decisión de nuestro país es inferior al
30%. En alguno de ellos la presencia es nula. Aún así, un número
importante de mujeres ha conseguido romper este famoso "techo de cristal"
y demostrar que existe otra forma de ver el mundo y de ejercer el poder.
Mujeres con altas cotas de talento, empiezan a ejercer un liderazgo
distinto, bajo lo femenino.
/ Texto: Mariló Hidalgo.
Un paso adelante...¡siempre!
Los
derechos políticos de las españolas iban a cambiar aquel 1 de octubre de
1931. Alcalá Zamora es jefe de Gobierno. Y la diputada por el Partido
Radical, Clara Campoamor, principal defensora del sufragio femenino, va
a dirigirse a la Cámara. Está a punto de escribirse una de las páginas
más bellas y brillantes del parlamentarismo español: el discurso con el
que Clara Campoamor convence a la mayoría necesaria de diputados -salvo
dos mujeres todos varones- para sacar adelante la ley. Con 161 votos a
favor y 121 en contra, aquel día se aprueba el derecho de la mujer al
voto en España.
"Ruego a la Cámara que me escuche en silencio; no es con agresiones y no
es con ironías como vais a vencer mi fortaleza; la única cosa que yo
tengo aquí ante vosotros que merezca la consideración y acaso la
emulación, es defender un derecho al que me obliga mi naturaleza, mi
tesón y mi firmeza. Es un problema de ética, de pura ética, reconocer a
la mujer, ser humano, todos sus derechos; sólo aquel que no considera a
la mujer ser humano es capaz de afirmar que todos los derechos del
hombre y el ciudadano no deben ser los mismos para la mujer que para el
hombre... No olvidéis que no sois hijos de varón tan sólo. Somos
producto de dos seres, hombre y mujer; no hay incapacidad posible de
vosotros a mí, ni de mí a vosotros.
Desconocer esto es negar la realidad evidente. Negadlo si queréis; sois
libres de ello, pero sólo en virtud de un derecho que habéis (perdonadme
la palabra, que digo sólo por su claridad y no con espíritu agresivo)
detentado, porque os disteis a vosotros mismos las leyes; pero no porque
tengáis un derecho natural para poner al margen a la mujer.
Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer, y considero
que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese
derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros; a la mujer que,
como ocurrió con otras fuerzas nuevas en la revolución francesa, será
indiscutiblemente una nueva fuerza que se incorpora al derecho y no hay
sino que empujarla a que siga su camino". Pocos años más tarde este paso
hacia delante le costaría a Clara Campoamor su escaño en el Congreso, la
expulsión de su partido y un exilio hasta su muerte.
"Los
datos revelan que el poder sigue relacionado con la figura masculina,
enfatizándose en el cargo de presidencia o dirección"
(Asociación de Mujeres Juristas Themis)
Cuando el Partido Socialista Obrero Español
gana las elecciones en 2004 y José Luis Rodríguez Zapatero es elegido
presidente de Gobierno, se vuelve a producir otra imagen histórica. El
líder socialista prepara su equipo de gobierno y llama a su despacho a
su compañera de partido María Teresa Fernández de la Vega. La invita a
sentarse y le dice: "Vas a ser vicepresidenta primera del Gobierno y
ministra de la Presidencia. Hace tiempo que decidí que ese cargo lo
ocupase una mujer. No ha ocurrido nunca en este país y es importante que
lo hagamos ahora. Quiero lanzar ahora ese mensaje que responde a una
convicción democrática profunda y quiero que esa persona seas tú".
Cuando consigue recuperarse de la emoción que la deja paralizada,
Fernández de la Vega acepta. Muchas son las cosas que, como luego
confiesa, pasaron por su mente pero hay una que prima sobre las demás:
había llegado hasta allí gracias al esfuerzo de muchas mujeres con las
que se sentía en deuda moral. Si había llegado hasta allí por razones de
cuota o no, no le importaba. "Las mujeres hemos luchado por ello y
estamos tan capacitadas para estos puestos como cualquier señor", diría
posteriormente en una entrevista. Una cuestión que ha quedado más que
demostrada ya que a lo largo de la pasada legislatura ha sido uno de los
políticos más valorados, incluso por encima del propio Presidente del
Gobierno.
Foto:
Inma Mesa
En la primera legislatura de Zapatero se produce una auténtica
revolución femenina, no sólo por el hecho de nombrar a una
vicepresidenta o a un gobierno paritario sino también por la aprobación
de la Ley de Igualdad. |
Unas semanas más tarde volvía a ocurrir otro
hecho histórico. Por primera vez en la historia de la democracia
española, una mujer presidía el Consejo de Ministros y asumía las
funciones del Presidente del Gobierno, durante el primer viaje que éste
realizó fuera de nuestro país. La foto pasará a la historia.
Durante la primera legislatura de Zapatero se produce una auténtica
revolución femenina en la que está implicado el propio Presidente, que
apuesta desde el principio por la igualdad. Y no sólo por el hecho de
nombrar a una mujer vicepresidenta del Gobierno o designar un ejecutivo
paritario compuesto por mitad de ministros y ministras, sino también por
la aprobación de la Ley para la Igualdad Efectiva entre mujeres y
hombres. Una ley ambiciosa que nace con una intención eminentemente
práctica: crear las condiciones materiales necesarias para la
realización efectiva de la igualdad de género, proyectando ese principio
de igualdad sobre toda la sociedad. Toda una deuda histórica. Apenas
tiene un año de vida y ya se han visto algunos cambios. Pero no nos
engañemos, el proceso es lento y exige una lucha diaria. Queda mucho por
hacer.¡Tantos siglos de discriminación no se iban a resolver con una ley
y en sólo un año! §
Cuello de botella
L a Asociación de Mujeres Juristas
Themis acaba de presentar el Informe Las Mujeres y la Toma de Decisión.
En él se ofrece una radiografía actual de la presencia de las mujeres
españolas en los diversos órganos de toma de decisión. Se analiza
también la participación de las mujeres españolas en distintos campos y
se estudia la incidencia de las políticas de igualdad aprobadas hasta
ahora en la realidad diaria, "una realidad -señala el informe- aún
alejada de la corresponsabilidad entre mujeres y hombres y de una
sociedad igualitaria". Especialmente destacan dos situaciones. Una, que
la participación real de las mujeres en los órganos de decisión
analizados es inferior al 30%, e incluso en algunos casos la presencia
es nula, porcentaje alejado del principio de presencia equilibrada
contemplado en la Ley de Igualdad del 40%-60% de cada sexo. Y en segundo
lugar que la participación de la mujer disminuye a medida que los
puestos de decisión son de elección indirecta. Hecho este que explica
que en el poder legislativo por ejemplo, se alcance una mayor cuota de
participación femenina pero que ese porcentaje se reduzca
progresivamente en los puestos designados por los gobiernos u organismos
institucionales. Un dato ilustrativo por ejemplo, es que a pesar del
aumento del número de concejalas, el porcentaje de alcaldesas es tan
sólo del 19% También se ha comprobado cómo los primeros puestos de las
listas electorales de los comicios que acaban de celebrarse, han sido
ocupados por hombres.
Si dirigimos la mirada al poder judicial, según datos del citado
informe, llama la atención que habiendo un 46% de mujeres en la
judicatura, con juezas y magistradas que cumplen los requisitos exigidos
para formar parte del Consejo General del Poder Judicial o del Tribunal
Supremo, sólo exista una presencia casi simbólica del 10 y 8%
respectivamente en ambas instituciones.
Respecto a los Consejos de Administración de las empresas que forman el
Ibex 35, la presencia de la mujer oscila entre 0 y el 23%. En los
Colegios Profesionales ocurre prácticamente lo mismo y en cuanto a la
presencia femenina en los comités ejecutivos de los partidos
mayoritarios, en todos los casos es inferior al 30%, salvo en el partido
socialista donde se cumple el principio de composición equilibrada.
La presencia femenina en los comités ejecutivos
de los partidos mayoritarios, es inferior al 30% Sólo el PSOE, con un
52%, cumple el principio de composición equilibrada.
¿Qué nos están diciendo todos estos datos?
Pues que a pesar de que la mujer en todo este tiempo ha ido escalando
puestos y aumentando su presencia en todos los ámbitos, existe un embudo
que estrangula la llegada de las mujeres a la cumbre del poder, a los
centros donde realmente se toman las decisiones. ¿Por qué? Aunque se
viene empujando desde abajo, en la empresa por ejemplo se accede al
poder en la mayoría de los casos por méritos, currículum y... contactos
-aquí entra el elemento subjetivo-. Mientras que en el resto del mundo
laboral -universidad, profesiones liberales, administración pública- las
vías de acceso suelen ser a través de oposición, concurso de méritos, en
resumen sistemas más objetivos. A ello hay que añadir otro dato
importante y es que el poder hoy por hoy y como consecuencia del
histórico sistema patriarcal, está en manos de los hombres y no parecen
estar dispuestos a renunciar a él. ¿Hay que esperar a que te lo den?, se
preguntan muchas mujeres. No, la mujer ha esperado bastante, demasiados
siglos, reclaman las pioneras. La lucha por la igualdad ha sido una
verdad que ha estado viva en el sueño de muchas mujeres. Tan real y con
tanta fuerza que ha merecido la pena luchar por ella. Se han dado pasos
pero queda mucho por hacer. Aún son muchas las mujeres oprimidas, por
tanto, la igualdad debe construirse aquí y ahora. §
Ingredientes del éxito
La economista Mercè Salas en su libro
"El encanto de Hamelín" habla de cómo aprovechar las
cualidades que posee la mujer para abrir nuevos caminos en
el ejercicio del poder. Esta sería su fórmula del éxito:
CREATIVIDAD: La mujer es creadora por
naturaleza. Lo lleva dentro por su propia condición de
madre. Esto le hace huir de los pensamientos lineales,
establecidos y jerárquicos. Necesita poner a prueba su
imaginación y le encanta enfrentarse a los "imposibles"
hasta llegar a la solución "posible".
COMPRENSION: Antes de tomar decisiones
precipitadas busca ir al fondo de la cuestión. Son un poco
"psicólogas". Se implican en los problemas.
SENSIBILIDAD: Captan las alteraciones
sutiles, cuidan los detalles pero no se quedan en ellos. Y
con todo el material recogido son capaces de dibujar un gran
lienzo emocional lleno de color donde esté contemplado todo.
INTUICION: No es un mito, es una
cualidad. Indispensable para analizar problemas, captar
necesidades o introducir cambios. Que aflore con mayor
intensidad es cuestión de práctica. § |
Angela Alemany Rojo
Angela Alemany Rojo es la coordinadora del
informe "Las Mujeres y la Toma de Decisión" que acaba de presentar la
Asociación de Mujeres Juristas THEMIS
"La sociedad todavía tendrá que hacer un
esfuerzo y librarse de ciertas dosis de machismo para que las mujeres
puedan acceder a los órganos de decisión"
S e han dado pasos, muchos en esta
última legislatura, pero las cifras aún indican que la desigualdad entre
hombres y mujeres en España está entre las más elevadas de la UE. ¿Qué
lectura debemos hacer?
-A veces nos parece que ya se ha
alcanzado la igualdad mujer-hombre y cuando nos muestran datos como
esos, nos asombramos y no damos crédito a lo evidente. La realidad es
que todavía estamos muy lejos de ese modelo de sociedad donde la
igualdad es un hecho. Prueba de ello es que políticos y gobernantes han
sido conscientes de ello y han aprobado normativas como la Ley de la
Igualdad, que nos encaminan a ese objetivo aún pendiente.
-Aunque falta por ver la composición del nuevo parlamento, en la
anterior legislatura se observó un aumento del número de diputadas. Pero
cuando los políticos elaboran las listas para designar a altos cargos,
la cosa parece que cambia. ¿Por qué razón?
-Lo habitual es que a medida que los puestos de decisión no son de
elección directa, disminuya la presencia de las mujeres. Así vemos que
cada vez aumenta su representación en las listas electorales -ahora ya
por exigencia legal-, pero en cambio comprobamos cómo los altos cargos
de los gobiernos son ocupados mayoritariamente por hombres.
Aun cuando hoy en día se considera que las mujeres están formadas para
acceder a los altos cargos, no se les suele confiar el desempeño de los
mismos. Muchas veces sólo se considera que deben estar, cuando se
evidencia que faltan.
La sociedad todavía tendrá que hacer un esfuerzo y librarse de ciertas
dosis de machismo para que las mujeres puedan acceder a los órganos de
decisión.
"A mi juicio, la política de cuotas
es necesaria y debe ir acompañada de otra serie de medidas
para conseguir una sociedad más igualitaria" |
-Según muestra el estudio que acaban de presentar, en el terreno
judicial ocurre algo curioso. De las 4.440 personas de la judicatura,
2.027 son mujeres contando a juezas y magistradas. Y en cambio apenas
están presentes en el Tribunal Supremo o en el Consejo General del Poder
Judicial. ¿Qué está impidiendo que la mujer termine de dar el salto a
estos puestos?
-Muchas veces se ha mantenido que esto se debe a que las mujeres
accedieron más tarde a la carrera judicial y por tanto no podían dar el
salto al Tribunal Supremo en base a los méritos y años de servicio. Sin
embargo hoy en día hay un 22,50% de mujeres de entre 50 a 60 años, edad
media de los magistrados y magistradas del Supremo, porcentaje que no se
corresponde con el 8% de magistradas del Supremo actualmente existentes.
El Consejo General del Poder Judicial está pendiente de renovación,
esperemos que cuando se efectúen los nuevos nombramientos se pondere el
principio de presencia equilibrada de mujeres que regula la Ley de
Igualdad. No hay obligación alguna, por lo que nos podemos encontrar con
una infrarrepresentación de las mujeres en este órgano de decisión a
pesar del número de mujeres que conforman la carrera judicial.
-Parece claro que quien ha ejercido el poder hasta ahora, no parece
querer soltarlo. Como representante de Mujeres Juristas, ¿cómo están
llevando ustedes a cabo esta lucha? ¿Qué han conseguido y qué queda por
hacer?
-La Asociación de Mujeres Juristas Themis elabora informes como el que
acabamos de presentar recientemente "Las Mujeres y la Toma de Decisión",
que ponen en evidencia la situación de las mujeres. Creemos que éste es
un vehículo para que la sociedad sea consciente de la situación injusta
que nos rodea. También tenemos una página web desde la que difundimos
información en esta materia denominada democraciaparitaria.com Damos
cursos de formación jurídica dirigidos fundamentalmente a profesionales
del derecho y elaboramos informes a la normativa Estatal y de
Comunidades Autónomas, en los que entre otras cosas, proponemos normas
que consideramos importantes.
-Una cosa parecida ocurre en el campo de la sanidad. ¿Dónde se van
quedando todas las mujeres que trabajan en este sector?
-Son impactantes los datos de los órganos de gobierno de los
colegios profesionales, tanto de médicos -donde no hay ninguna mujer-
como en el de enfermería -donde existe una representación de tan sólo un
13%-. Si tenemos en cuenta el número de mujeres que ejercen la medicina
o enfermería no son razonables ninguno de estos porcentajes y ponen en
evidencia que no se cuenta con las mujeres.
-En España hace ya años que muchas mujeres poseen currículos sobrados
para por ejemplo ser Consejeras de Administración, pero son invisibles.
Según su informe en un 34% de empresas del IBEX la presencia de la mujer
es nula. ¿La aplicación de la Ley de Igualdad no debería haber ayudado a
esta visibilidad?
-La Ley de Igualdad sólo recomienda la presencia equilibrada
mujer-hombre de un 40% a 60%, no impone en ningún caso. Existen algunas
medidas que pueden ayudar a fomentar su presencia, pero depende de cómo
se apliquen. No obstante, sólo la exigencia por Ley podría dar algún
resultado con incidencia real.
"La mujer aporta su visión, y su forma de
ejercer el poder es diferente"
Hay que tener en cuenta que hasta ahora incluso los Consejeros que son
nombrados por el Estado son fundamentalmente hombres. Esto debe cambiar
con la aplicación de la Ley de Igualdad que en este caso sí obliga a
cumplir con el principio de presencia equilibrada.
-Hay incluso entidades y círculos de decisión que se jactan de no tener
a una mujer en sus filas. ¿Es usted partidaria de una política de
cuotas?
-Creo que en la actualidad públicamente es difícil que una entidad o
círculo se jacte de no tener mujeres, a riesgo de ser tachado de
machista y de ir en contra de los principios democráticos más
elementales. Evidentemente la política de cuotas a mi juicio es
necesaria y debe ir acompañada de otra serie de medidas para conseguir
una sociedad más igualitaria no sólo en la vida pública sino también en
el ámbito privado.
-¿Cómo entiende la mujer el poder y cómo lo ejerce? ¿Qué cree usted que
aporta en el actual escenario?
-Evidentemente la mujer aporta su visión, y su forma de ejercer el
poder en general es diferente. No podemos decir que sea mejor ni peor,
pero sí es cierto que aporta otra visión de las cosas y es necesario que
esté presente ya que las mujeres conformamos la mitad de la sociedad. Es
importante su visión porque con ello el conjunto se enriquecerá. §
Romper el techo de cristal
S on normas que no están escritas en
ningún sitio pero parecen tener peso específico, hasta el punto de
formar una especie de barrera infranqueable para la mujer que quiera
acceder desde los puestos intermedios a las esferas de alta dirección.
Hablamos de conceptos culturales asociados a la creencia de que la
crianza de los hijos y las labores domésticas son cosas que corresponden
exclusivamente a la mujer. Que no valen para dirigir o que son ellas
quienes tienen que elegir entre trabajo y familia, si existe dificultad
para conciliar ambas cuestiones. A todo este entramado se le denomina
"techo de cristal". Techo con el que han topado muchas mujeres
brillantes que han visto cómo se truncaban sus carreras y expectativas.
La ex directora del Instituto Nacional de Estadística, Pilar
Martín-Guzmán señalaba recientemente en un congreso organizado por la
Asociación de Empresarias y Profesionales que "el 79% de quienes
trabajan a tiempo parcial son precisamente mujeres. El 67% de directivas
tiene la sensación de que hace doble jornada, el 31% dice que al final
son ellas las responsables de llenar los momentos de ocio de la familia
y un 30% se siente incomprendida por su pareja. Mientras, ellos hacen
tres veces menos tareas domésticas y gozan del 50% más de tiempo de
ocio".
Por si fuera poco este "techo de cristal" algunos hablan de la
existencia de un "techo de cemento", en este caso creado por la propia
mujer. Una barrera que nada ni nadie puede romper porque está dentro de
su cabeza. Por ejemplo cuando ellas deciden que no quieren promocionarse
porque saben que supondrá un conflicto en el terreno personal al que no
se quieren enfrentar. O que rechazan a priori cargos de responsabilidad
por no entrar en un mundo mayoritariamente masculino lleno de presiones
y luchas en las que no desean participar o donde saben que van a
sentirse en soledad. Algunas incluso intentan pasar desapercibidas,
tienen miedo a salir a la palestra y ser juzgadas por su trabajo, por
ello prefieren ocupar un discreto segundo plano.
"Recomiendo a las mujeres que no adopten roles
masculinos para dirigir porque se equivocan. Con ello no sólo no aportan
esa sensibilidad diferente que tienen, sino que no están siendo
auténticas consigo mismas"
(Mercè Sala, economista)
Pero los límites han sido creados para ser destruidos y los estereotipos
pueden convertirse en ventajas. "Personalmente, me inclino a pensar que
ese techo de cristal del que se habla es de gasa, ya que puede
perforarse fácilmente cuando se dispone de voluntad y sana ambición",
asegura la que fuera presidenta de Renfe, la economista Mercè Sala. "En
mi trayectoria profesional he formado parte de muchos equipos directivos
donde he sido la única mujer y eso no me ha influido para desarrollar mi
labor. Aún puedo afirmar que he sido la mejor Presidenta de Renfe, por
la sencilla razón de que he sido la única mujer que ha tenido esa
responsabilidad". Experiencias no nos faltan. "Las mujeres llevamos
mucho tiempo en el tema del liderazgo que hemos aplicado en el rol que
históricamente nos ha correspondido, como puede ser la economía
doméstica -continúa-. Creo que podemos aportar cosas distintas, como he
deducido de las opiniones de muchas mujeres que han llegado a puestos de
liderazgo. Ellas evidencian que tenemos más comprensión, más
creatividad, más intuición. Damos más importancia a la intimidad, al
detalle, a las relaciones personales y al fondo de las cosas. Por mi
parte, recomiendo a las mujeres que asumen puestos de responsabilidad
que no adopten roles masculinos para dirigir porque se equivocan. Con
ello no sólo no aportan esa sensibilidad diferente que tienen, sino que
no están siendo auténticas consigo mismas".
Nos hemos incorporado a lo público, un mundo diseñado y realizado desde
el principio, por y para el género masculino. Se nos pide que encajemos
en un sistema de valores que nada tiene que ver con los que llevamos
dentro. Es más, cuando los manifestamos son considerados "de segunda"
por muchos. Este no es el camino. La mujer no tiene que demostrar nada.
Tiene que atreverse a abrir sus puertas y hacer valer la diferencia. Ser
más mujer.
¿Y si resulta que lo que hasta ahora era un asunto de estereotipo de
género fuese la llave de un gran cambio social? "Hay que saber trabajar
en un mundo de hombres -reflexiona Mercè Salas en su libro "El encanto
de Hamelín"- que no significa luchar y vencer, sino comprender,
negociar, ponerse en el lugar del otro y ganar sin tener que entablar
batallas. Estas son las auténticas armas de mujer. El aspecto madre, por
ejemplo, nos enseña el hábito de escuchar, que es una de las exigencias
fundamentales de un líder empresarial. Nos enseña a creer en la gente y
aceptar sus debilidades, su fragilidad y momentos bajos. Nos ayuda a
saber comprender, respetar y aceptar a las personas como son. Un
ejecutivo clásico toma decisiones de forma individualista, la mujer en
cambio, procura escuchar, pactar, entender, armonizar... Ante una
situación complicada sabe que la pluma puede ser la espada".
"La mujer es pieza clave en la construcción de ese futuro
y eso lo lleva en sus genes"
(Federico Mayor Zaragoza) |
Estamos en una época de transición entre dos
modos distintos de ver y comprender el mundo. Una de las fórmulas está
agotada y nos ha llevado a un callejón sin salida. Otra, lucha por nacer
y es la gran esperanza. Estamos pues ante una crisis. Pero una crisis
muy positiva con vistas al futuro, según palabras del ex director
general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza. "Vivimos desde hace
siglos en una cultura masculina donde impera la fuerza. En el momento en
que en lugar de sólo un 5% de mujeres, que son las que hoy están en los
centros de toma de decisiones, se aumente hasta un 15% ó 20% la
presencia femenina, las cosas cambiarán. Porque es la mujer quien de
forma inherente, tiene un mayor respeto por la vida y una mayor
reticencia a usar la fuerza y el músculo. Ella aporta una visión del
mundo desde dentro y no desde fuera. Desde la globalidad, contemplando a
todos. Desde Cicerón hemos vivido bajo la consigna de ‘si quieres la paz
prepara la guerra’ y así nos ha ido... La mujer es pieza clave en la
construcción de este futuro y eso lo lleva en sus genes".
Nos encontramos ante un momento histórico. El modelo masculino dominante
está deslegitimado por los propios acontecimientos y por más de la mitad
de la ciudadanía. Son los hombres los que deciden sobre cuestiones que
afectan al conjunto de la sociedad. Cuando sale adelante una
reivindicación de la mujer, es considerada por el varón como una pérdida
de derechos adquiridos. Pero la participación de ésta en la vida pública
cada vez es mayor y los aires de renovación vienen empujando con fuerza.
El mundo no puede estar dirigido por los representantes de una sola
parte. ¿Qué es lo que tenemos encima de la mesa? La creación de un nuevo
orden que una perspectivas, que contemple a todas las partes, que
dialogue y no imponga, que establezca nuevos modelos de relación, de
trabajo, de utilización del tiempo, de convivencia. Un modelo femenino
que englobe a ambas partes: hombre y mujer. Nuestro futuro y el de las
generaciones venideras dependen de ello. §
Cuestiones de peso
-Ante la escasez de políticas de
conciliación en las empresas, muchas mujeres deciden
abandonar la empresa en la que trabajan. La familia, las
relaciones son parte importante para muchas de ellas y no ya
a nivel cultural, sino porque estas tareas enriquecen sus
vidas y dan a su existencia una dimensión más profunda. Para
un gran número de mujeres lo más importante son sus hijos,
seguido de su pareja y sus padres. En último lugar está su
trabajo. Intentar conciliar todo en una sola jornada pone a
prueba el equilibrio emocional de cualquiera.
-De esas mujeres que deciden abandonar
la empresa, un 59% reorienta su vida profesional en otro
lugar donde las condiciones se aproximen más a sus
necesidades. Un 27% llega a crear su propia empresa y el 12%
se establece como autónoma.
-Pocas solicitan la excedencia -tan
sólo un 3%- o reducción de jornada (5%) ¿La razón? Conflicto
con la empresa (43%) Y ya no hablemos si se trata de
solicitar la baja maternal, fuente de problemas para el 65%
de directivas que el pasado año la pidieron a sus empresas.
-¿Quién apoya a estas mujeres en su
"doble jornada"? En un 87% de casos, una empleada de hogar.
En un 45% es el marido quien "echa una mano". Las canguros
(36%) y los abuelos (33%), completan la lista. §
Fuente: Estudio
"Directivas en la Empresa" de Nuria Chinchilla, Steven
Poelmans y Consuelo León.
Universidad de Navarra |
Soy mujer... soy madre
S oy mujer, soy madre. Representamos
casi el 50% de la población mundial y en cambio aún se escucha poco
nuestra voz.
Soy el lugar donde todo confluye, donde pasado, presente y futuro se
unen. El seno donde se forjan los que construirán el futuro. Dentro de
mí, de mi vientre, todos los antepasados han entregado su testigo, su
relevo y yo soy la mediadora que tiene la responsabilidad de continuar
el camino.
A veces miro hacia delante y veo que después de tantos años de lucha es
poco el camino recorrido. Pero tengo que entender que no es cuestión de
tiempo sino de que un paso vaya seguido de otro. Que el movimiento nunca
se detenga. A veces en un instante, se puede cambiar el curso de la
historia.
Sé que dentro de mí reside el poder de crear vida con independencia de
que físicamente sea madre o no. Mi objetivo nunca ha sido procrear,
aunque poseo la capacidad de extender mi vida e influencia a todas las
vidas de mi entorno. De una forma innata me puedo comportar como la
Madre Tierra porque soy una con ella.
Soy depositaria de la semilla que oculta la clave del futuro. Poseo un
patrón genético distinto al del varón (XX). Un cerebro distinto, como
están comprobando los científicos. Y es desde esta diferencia desde la
que tengo que mirar a mi alrededor como si fuera la primera vez.
Llegan tiempos de cambio. Sólo tengo que creer en mí, confiar en lo que
tengo dentro y contagiar. No estoy sola. Mi vida es continuación de la
vida de otras mujeres que habitan en la memoria de este planeta. Todas,
unidas, activas, valientes, descubriremos los secretos del poder,
ejerceremos una nueva forma de liderazgo y abriremos las puertas a un
futuro donde quepan todos. En él caminaremos todos y todas... §
Más información en :"Agrupémonos todas" de Isaías
Lafuente (Aguilar) • "Las Zapatistas" de Inmaculada Sánchez
(Esfera de los Libros) "El encanto de Hamelín" de
Mercè Salas (Alienta Editorial) |
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