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 SEPTIEMBRE  2007

Marga Clemente: "Pienso que cada persona tiene alguna relación con un medio concreto que le estimula más de lo normal. El por qué conectas con ese lugar, pertenece ya a la zona de misterios"

Foto: Tierras Polares

Marga Clemente

Polarista

Esta aventurera pretende recorrer a pie cerca de dos mil kilómetros en las zonas más frías del planeta: el casquete polar de Groenlandia, el Polo Norte y la Antártida. Si lo consigue, será la primera mujer española que logre esa hazaña sin avituallamiento aéreo. Ya ha realizado el reto de Groenlandia, junto a su equipo de polaristas: Jaime Barrallo, Manuel Mallo y Óscar Gómez . Texto: Marta Iglesias

 Trío polar

-¿Por qué Marga Clemente consideró que era momento de acometer este reto?
-Porque era el paso siguiente a todo lo que había hecho, ya que he estado en el Ártico varias veces. También por la experiencia que ya tengo, y porque ahora dispongo de tiempo para hacerlo y mi vida personal me lo permite.

-¿Qué te exige cada uno de los tres destinos: Groenlandia de oeste a este, el Polo Norte y el Polo Sur?
-Como características comunes están el frío, el que te lleva muchos días llegar y el peso que debes arrastrar, porque son expediciones en las que tú llevas encima tu propio avituallamiento. Luego cada lugar tiene sus propias durezas. Groenlandia es como el hijo pequeño de la Antártida y todos los días son una rutina en la que ves 360 grados de nieve donde te prueban las tormentas y el viento. En el Polo Norte tienes más crestas, más grietas; puede rajarse el hielo y caerte al agua. Además es muy húmedo y ahora se han incrementado las tormentas. La Antártida es más seca, pero con vientos y tormentas enfurecidas.

-¿Qué balance haces de Groenlandia, el primer punto del viaje?
-Hago muchos balances. Hay una lectura sobre la aventura en sí misma, porque llevamos un montón de información y allí nos cambió todo, y vimos in situ cómo funcionó el material. Como balance personal pues te quedas muy ‘blandito’ porque es una lucha diaria que te exige vivir al instante lo que te plantea el día. A nosotros Groenlandia no nos ha dado tregua un momento: un día te levantabas con tormenta, pero cuando estaba bueno se nos estropeaban cosas como por arte de magia, las fijaciones saltaban de los esquís, se rompían las cuerdas de las pulkas o alguien tenía una torcedura...

-¿Qué valoración hace de su equipo de polaristas y de su labor juntos?
-Yo doy un diez al equipo. Algunos habíamos hecho juntos retos más suaves, pero aquí nos enfrentamos a situaciones incontroladas, ante las cuales no sabes cómo puedes estar tú y cómo pueden reaccionar los demás. Y luego que todo eso tenga una conjunción y que funcione en el sitio, porque tampoco te levantas todos los días con el mismo ánimo, ni estás siempre igual de fuerte. La verdad es que el equipo ha funcionado muy bien. Yo he basado la convivencia en el buen humor, en no tomarte todo demasiado en serio ni trágico. Además es un equipo que sabe respetar muy bien los silencios, y distingue cuando hay que dar calor... Estoy muy contenta con ellos, tenemos previsto hacer juntos todos los retos.

-¿Por qué sientes atracción hacia las zonas polares?
-Porque son zonas inhóspitas, que están como dormidas. Siempre me gustó la nieve, los sitios nevados, porque son lugares silenciosos. Pienso que cada persona tiene alguna relación con un medio concreto que le estimula más de lo normal, donde encuentra una especie de aliado. El por qué conectas, pertenece ya a la zona de misterios (risas). En mi caso me gustan los paisajes nevados porque son rutas muy interiores en las que no tienes ninguna referencia en el paisaje con la que te puedas quedar. No hay montañas, no hay árboles, no hay nada de nada. Entonces lo que hace el paisaje es devolverte muchas veces hacia dentro una y otra vez. Hace como de espejo. Y además pone a prueba tu resistencia, porque es un camino donde lo que cuenta es el paso a paso.

-Si no llegas al final de la ruta, ¿qué es para ti el éxito en una expedición?
-Para mí el éxito son los logros diarios conseguidos hasta el momento en el que te tienes que parar. Éxito es que todo haya funcionado hasta el momento, porque la satisfacción personal es ver cómo te vas enfrentando a cada dificultad diaria. Si luego tienes la suerte de poder acabar la ruta, eso siempre es un regalo. Porque al final lo que más te da es el cómo te has visto, cómo ha funcionado el grupo, cómo has llegado al lugar.

-Las zonas frías del planeta son las más sensibles al cambio climático, ¿lo has notado en tus expediciones?
-Efectivamente, el cambio climático lo he apreciado en Groenlandia y en las noruegas Islas Spitsbergen. Está nevando más porque no hace tanto frío, los vientos son más fuertes y sus direcciones han cambiado. Normalmente las tormentas árticas eran de tres días, ahora ya no. En el Polo Norte no eran frecuentes las tormentas ni los vientos, y ahora hay tormentas de semanas enteras. §

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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