Revista Fusión

 Subscripción RSS

FUSION también eres tú,  por eso nos interesan tus opiniones,  tus reflexiones y tu colaboración  para construir un  mundo mejor

Recibe nuestras noticias en tu correo

 


 

El Ventano

A mí el que me preocupa un poco, y fíjate que no te conozco, eres tú, Santiago. ¿Alguien te ha pedido permiso para ponerte de modelo para los jóvenes españoles? ¿Te apetece que te adoctrinen delante de toda España y parte del extranjero? ¿Es J.M. un maestro de lujo o es el típico amigo que te da la paliza sin que puedas hacer nada para evitarlo?

NOVIEMBRE 2007

EL VENTANO
CARTA A SANTIAGO
POR ELENA F. VISPO

Querido Santiago:
No sé mucho de ti, excepto tu nombre, que eres joven y que eres español. Además, que tienes un amigo, o un maestro o, en fin, un tipo que se dedica a escribirte cartas y contarte lo que opina de cosas tan trascendentales como España, la familia o la religión. Supongo además, Santiago, que tú o tus padres debéis de ser peces gordos, porque si bien casi todos tenemos quien nos escriba, aunque sea spam al correo electrónico, no a todo el mundo le dedica cartas José María Aznar. Que te escriba un ex-presidente tiene mucho nivel.
De todas formas, deberíais revisar el tema de la privacidad. A mí personalmente me molestaría mucho que mi correspondencia se hiciera pública, pero se ve que a tu amigo J.M. no le molesta para nada. Al fin y al cabo, en otras ocasiones se ha dedicado a airear otras conversaciones con otros amigos, como cuando se permitía estirar los pies encima de la mesa y retar a una carrera al mismísimo George W. El caso es que, por si no lo sabías, ya que el interesado suele ser el último en enterarse, J.M. ha decidido que sus perlas de sabiduría son demasiado importantes para que te las quedes tú solo, así que las ha juntado en un libro: "Cartas a un joven español". Y hasta ha encontrado editorial.
Como ser ex-presidente da cierto cachet, ya te digo, todos los periódicos se han hecho eco del tema. Y gracias a eso me he enterado yo, porque comprar el libro, lo que se dice comprarlo, pagándolo con mis dineros, no lo he hecho. Ni pienso. Pero ya me he enterado de los consejos que te da tu colega J.M., que en este caso va de enrollao porque le está hablando a un joven español. Y ése eres tú. Menudo papelón.
Por ejemplo, parece ser que te preocupa que te llamen facha. Tú sabrás por qué. Pero J.M. te dice que tranquilo. Hay mucha gente que confunde las churras con las merinas, y por eso "en la facultad, tú has oído cómo se mezclan el desprecio al matrimonio entre el hombre y la mujer con alusiones al franquismo y a la dictadura". ¿A qué universidad vas, Santiago? Porque eso habría que escucharlo en vivo y en directo.
En cualquier caso, a ti que no se te confundan los conceptos. Para ser un joven español como Dios manda, hay que tener claras cosas como: "Sin familia no hay nada (…) Sin familia, el sistema sanitario público estaría colapsado. ¿A quién recurres si no tienes hermanos, ni padres, ni hijos?" De ahí se deduce que la crisis de la Seguridad Social no es tal crisis, sino simplemente escasez de natalidad y de valores. Valores como España, que últimamente ha dejado de ser un país para ser un concepto espeso: "España, además de un deber, es una pasión y un sentimiento hondo. No se es español por horas, o a tiempo parcial, aunque no siempre estemos pensando en España (Bien es verdad, Santiago, que lo solemos hacer menos de lo necesario)". Entonces, a ojo ¿cuánto tiempo al día hay que dedicarle al tema para cumplir con la patria?
Hay grandes pensamientos en la prosa de J.M. Como cuando dice que gran parte de la izquierda está aliada con el islamismo radical, como cuando arremete contra los matrimonios homosexuales y sus hijos, o como cuando afirma que negociar con ETA es absurdo, y que incluso cuando él lo intentó ya sabía que aquello no iba a ninguna parte. Le perdió la buena fe, pobrecillo.
Bueno, para qué seguir. El que quiera más que se lea el libro. Lo que pueda decir este hombre, más o menos, ya es esperable. A mí el que me preocupa un poco, y fíjate que no te conozco, eres tú, Santiago. ¿Alguien te ha pedido permiso para ponerte de modelo para los jóvenes españoles? ¿Te apetece que te adoctrinen delante de toda España y parte del extranjero? ¿Es J.M. un maestro de lujo (piensa que ha dado clase en Georgetown)? ¿O es el típico amigo que te da la paliza sin que puedas hacer nada para evitarlo?
Si el caso es este último, no te sientas solo. Eso nos pasa a todos. Quién no conoce al típico pesado que en cuanto te ve se te pega y empieza a darte la brasa con lo divino y lo humano. En general, cuando estoy de humor, yo a esta gente suelo darle conversación, al menos un rato. Lo que me permitan el reloj y la paciencia. Porque he descubierto que, en el fondo, suele ser gente que está muy sola. Y que por eso necesitan hablar mucho y de todo, y convencerte de que tienen la verdad absoluta. Porque es la única forma de convencerse a ellos mismos de paso.
¿El antídoto? Ni idea, Santiago. No pretendo sentar cátedra, como tu amigo J.M. Lo único que se me ocurre es que te lo pienses. Que te leas el libro, si te apetece, las veces que quieras. Y que luego te lo pienses. Que para eso eres joven. Y si me apuras, español. Estaría bien que pensar por uno mismo empezase a ser una costumbre en este país. §

   

   
INDICE:   Editorial Nacional, Internacional, Entrevistas, Reportajes, Actualidad
SERVICIOS:   Suscríbete, Suscripción RSS
ESCRÍBENOS:   Publicidad, Contacta con nosotros
CONOCE FUSION:   Qué es FUSION, Han pasado por FUSION, Quince años de andadura

 
Revista Fusión.
I  Aviso Legal  I  Política de privacidad 
Última revisión: abril 07, 2011. 
FA