Revista Fusión

 Subscripción RSS

FUSION también eres tú,  por eso nos interesan tus opiniones,  tus reflexiones y tu colaboración  para construir un  mundo mejor

Recibe nuestras noticias en tu correo

 


 

 

EL ARBOL DEL BUHO

 

  Soy nómada y mi vida es movimiento, y en el movimiento me encuentro con lo que considero que es conocido aunque en realidad todo es desconocido porque todo está en constante cambio, en transformación.

 

NOVIEMBRE 2007

EL ARBOL DEL BUHO
NÓMADA
POR ELENA G. GOMEZ

Soy nómada, en mis raíces más profundas se mueve la sangre de los nómadas, de los que siempre están en movimiento, los que necesitan conocer, investigar, descubrir…
Estoy encerrada en muros creados por el hombre, unos son físicos y otros mentales, unos encarcelan mi cuerpo, otros tratan de encarcelar mi mente, pero ni unos ni otros son más poderosos que mi sangre, que mi espíritu nómada.
Soy nómada, y nada detiene mi capacidad de moverme, de crear, de investigar.
Quizás algunos necesiten recorrer muchos kilómetros para encontrar lo que necesitan, tal vez porque no se dan cuenta de que en realidad ya existe un espacio infinito entre cada uno de nosotros y todo lo que nos rodea.
Somos átomos, planetas, galaxias, que se mueven en un orden Kaótico y que no chocan entre sí.
Estoy sentada en una habitación que no tiene más de diez metros cuadrados, sin embargo existe un espacio infinito entre todo cuando me rodea y yo.
El espacio no depende de la distancia sino del movimiento, y en el movimiento la profundidad de todo cuanto nos rodea, porque nada es lineal, ni estático ni permanente.
Pienso que camino y camino porque lo pienso.
Nada puede detenerme si yo decido que así sea, por eso no busco fuera lo que ya está dentro de mí, lo que está esperando ser encontrado, lo que se oculta dentro de todo lo visible.
Soy nómada y mi vida es movimiento, y en el movimiento me encuentro con lo que considero que es conocido, aunque en realidad todo es desconocido porque todo está en constante cambio, en transformación.
Camino por las infinitas sendas de la vida, unas entrelazadas con otras, unas dando paso a otras, creando una gigantesca red que entremezcla, de forma incomprensible, los actos, los movimientos y los pensamientos. Nada es casualidad, todo tiene un porqué y un para qué. Buscar el significado de lo que sucede, profundizar en las cosas aparentemente superficiales de la vida me lleva al espacio, de nuevo al espacio, un espacio vacío de formas y lleno de contenidos, un espacio donde todos tenemos una responsabilidad.
Camino, experimento el placer de caminar, de dirigirme a un objetivo, de tener una meta, y en ese movimiento pienso que soy yo la que decido. Lo pienso, pero en realidad creo que no soy sólo yo sino el conjunto de ideas que me forman, que me definen.
Camino pero no siempre veo por dónde camino, no siempre escucho lo que me rodea, no siempre soy consciente de algo más allá que mis propios pensamientos. Y eso, es un gran error.
No basta con caminar, hay que aprender a caminar, y para poder hacerlo debo, en primer lugar, silenciar todos los ruidos, todos mis ruidos, y desde el silencio descubrir el sonido de la vida, las palabras sabias de los que no hablan, no piden, sólo hacen.
Escucho, escucho dentro no lo que se dice sino lo que no se dice, lo que realmente se piensa, lo que se necesita y no se sabe expresar.
Expreso, no lo que otros quieren oír, no lo que yo quiero oír, sino lo que debe ser, lo que se ajusta a la realidad. Sólo así se podrá avanzar, sólo así se podrá trascender la irrealidad que hemos convertido en realidad.
Camino y pienso, escucho, aprendo, no necesito moverme físicamente porque a mi lado, junto a mí, hay mundos por descubrir, espacios por llenar.
Y pienso que si siempre me muevo por lo conocido, si siempre busco lo seguro, si siempre me agarro a lo previsible, estoy matando mi espíritu nómada, ése que me lleva a buscar nuevos territorios, a descubrir nuevos límites.
No hay lugar para el miedo a lo desconocido, no hay lugar para la condena, para juzgar sobre lo bueno o lo malo. Todo en el movimiento es positivo porque todo conduce a aprender, a descubrir.
Busco en el silencio la palabra, ésa que dice lo que pienso, ésa que mira dentro, ésa que respeta a los demás.
Siento mis pies descalzos sobre la tierra, y comprendo que todo cuanto necesito está en ella, dentro y fuera de ella, dentro y fuera de mí, dentro y fuera de ti.
Miro dentro de ella y en su complejidad sólo veo sencillez, una sencillez que necesitamos recuperar, porque sólo así comprenderemos que la verdadera libertad es el poder interno sobre todo lo externo.
Soy nómada. §

   

   
INDICE:   Editorial Nacional, Internacional, Entrevistas, Reportajes, Actualidad
SERVICIOS:   Suscríbete, Suscripción RSS
ESCRÍBENOS:   Publicidad, Contacta con nosotros
CONOCE FUSION:   Qué es FUSION, Han pasado por FUSION, Quince años de andadura

 
Revista Fusión.
I  Aviso Legal  I  Política de privacidad 
Última revisión: abril 07, 2011. 
FA