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MAYO 2007

KIM MANRESA
Foto: Archivo personal Kim Manresa.  © Marta Civil


KIM MANRESA

Fotógrafo

 

Es el paradigma de fotógrafo comprometido. El que antepone el ser humano a la técnica. El que invierte el dinero que le dan sus fotos para ayudar a los que ha retratado. La persona que dispara y luego llora a solas en su habitación tras lo que ha visto. Quien considera como su hogar el planeta entero y como amigos a todos aquellos que respetan al prójimo. Pero por una vez ha dejado el dolor para otra ocasión y ha retratado las sonrisas que generan Payasos sin Fronteras. Lo vemos en su nuevo libro ‘Río de Esperanza’.

Fotos: © Kim Manresa

Disparos comprometidos

Asegura Kim Manresa que abrirse al mundo y a las personas que te vas encontrando te enriquece como persona. Si le tomamos a él como referencia, yo añadiría que además activa la mente. No hay más que hablar con él para saber que es una caja de proyectos. Acaba de publicar ‘Río de esperanza’ -que refleja el trabajo de la ONG Payasos sin Fronteras en zonas de postconflicto- y ‘La piel de Cataluña’ con RBA-National Geographic. Tiene una exposición y otro libro a punto sobre cómo el deporte sirve a los inmigrantes para integrarse en nuestro país. Próximamente saldrá a la venta un libro sobre educación donde él pone fotos de escuelas de más de cien países, y varios intelectuales le han escrito una frase alusiva al poder de la enseñanza. Prepara un proyecto sobre casas de adobe, que refleja su interés por la arquitectura... Y todo lo que está en la recámara.

-¿De dónde nació la idea de fotografiar el trabajo de Payasos sin Fronteras?
-Conozco al payaso Tortell Poltrona y a varios cómicos desde la adolescencia, porque soy muy aficionado al teatro y las artes. Hace unos cinco años ellos me comentaron que los fotógrafos siempre retratábamos el drama, pero nunca la esperanza. Así que les acompañé a una expedición a Argelia y me sorprendió ver que personas que no tenían nada, con una obra de teatro o un taller de pintura se olvidaban de todo y reían a carcajadas. A partir de ahí fui acompañándoles a otros lugares y surgió el libro

-¿Has reído o llorado preparándolo?
-He reído y comprobado que tenemos que aprender de los lugares a los que nosotros llamamos Tercer Mundo, donde valoran mucho la solidaridad, la amistad, la familia. He visto padres felices porque han visto reír a sus hijos, que hacían años que no lo hacían. Pero además de secuencias emotivas, también he llorado por la impotencia que sentí.

"Para mantener nuestro estilo de vida vamos destrozando a los países más pobres"

-Tu próximo proyecto es un libro sobre escuelas, ¿qué valor tiene para ti la educación?
-A los trece años dejé el colegio, y creo que me quedaron cosas por aprender. Para mí era una asignatura pendiente, y cuando viajaba veía que la educación estaba por los suelos, que no había escuelas. Mientras aquí tirábamos los libros, allí duraban generaciones.

-¿Son conscientes en el Tercer Mundo de la importancia de aprender?
-Sí, mucho más que nosotros, pero carecen de medios. Mientras que aquí los chavales estudian, pero sus papás les dan todo hecho, en países como Chad, Burkina o Níger saben que aprender a escribir y a sumar les puede salvar la vida. En algunos países los chavales caminan quince o veinte kilómetros para ir a la escuela. Y cuando vas a lugares remotos, muchas veces no te piden comida, te piden solamente lápices. No porque no los haya, sino porque no pueden comprarlos.

-Eres de los que vuelves al cabo de los años a un lugar, haces un seguimiento de la gente. ¿Por qué ese interés en saber qué ha sido de las cosas?
-Yo uso la cámara para explicar historias y dar a conocer una serie de injusticias. He aprendido que la gente más humilde es la que más me ha dado y de la que más he aprendido. Así que si voy a un lugar, hago un reportaje, y puedo ayudar a estas gentes, lo hago y creo un vínculo. Como me implico bastante al hacer los reportajes, luego no puedo distanciarme de la gente.

-¿Qué imagen actual distorsiona más la realidad?
-La de la política , que está totalmente adulterada y ya nadie se cree nada. Es un reflejo de cómo va el país. Hace quince años una información en un periódico de derechas, de izquierdas o de centro, era un poco cambiante pero no había las diferencias de ahora. Hoy a los políticos no les importan los ciudadanos, el medio ambiente, la tercera edad, si la juventud tiene o no vivienda, si se cargan un parque natural para construir un campo de golf. Lo único que desean es enriquecerse. Esto influye en que la actualidad no sea muy objetiva.

"Ahora la economía y la publicidad son las que mandan en la información"

-¿Es más duro lo que ves en España o en el Tercer Mundo?
-Creo que lo paso peor aquí, porque tenemos los medios y no hacemos absolutamente nada. Vivimos tan deprisa que no nos paramos a ver las consecuencias de lo que hacemos. Destruimos los bosques, contaminamos el agua... esto va a un ritmo aceleradísimo. Para mantener nuestro estilo de vida, para cambiar el coche o el móvil cada poco tiempo, vamos destrozando a los países más pobres. Por ejemplo, cuando voy a Nigeria o Camerún, veo que donde antes había un bosque y un pueblo, ahora una petrolera se ha cepillado el bosque, todo está contaminado y se ha cargado a toda la población. Esto es preocupante, porque no nos enteramos o no queremos saber absolutamente nada.

-Frente al interés que muestras por las vidas de los que fotografías, ¿por qué nuestra sociedad se separa cada vez más por razas, autonomías...?
-Yo creo que la población no vive separación por autonomías, es algo creado. Ahora los políticos se dedican a enriquecerse y crispar a la gente para conseguir votos. Los catalanes, vascos, gallegos o andaluces de a pie no les importan. Yo me indigno cuando estoy aquí, en Cataluña, y oigo las barbaridades que dicen los políticos. Es tanto terrorismo el que mata, como el terrorismo dialéctico o el ambiental. Un político que incita a la rebelión sin causa alguna, también es un terrorista y tendría que estar encarcelado a cadena perpetua. Un político que cambia las leyes y convierte un parque natural en una urbanización, practica terrorismo ambiental y también merece cadena perpetua.

-Haciendo caso omiso de los periódicos, y partiendo de tu experiencia, ¿cuáles son los mayores problemas que asolan el Tercer Mundo?
-La globalización hace que estemos mucho peor, porque en todas partes hay de todo, pero solamente se benefician los países ricos mientras que los pobres son más pobres. Un país como Brasil exporta muchas riquezas, sin embargo, y dentro tiene múltiples carencias. En Níger puedes encontrar a la venta un BMW, pero la población no lo puede comprar, con lo que se crean zonas económicas muy potentes que solamente favorecen a los dueños de la industria. Guinea Ecuatorial, debido al petróleo, debería tener una renta per cápita que sería cincuenta veces mayor que la de España y mira cómo están. Vivimos en un momento en que la riqueza de un país es su desastre. Si no tienes porque no tienes, y si tienes vienen los países ricos y las multinacionales y te joden.


Foto: © Kim Manresa

"Es tanto terrorismo el que mata como el terrorismo dialéctico o ambiental. Un político que incita a la rebelión sin causa alguna, tendría que estar encarcelado"

-¿Qué soluciones mejorarían la vida de miles de personas?
-Me preocupa que no llegue el dinero que se da a través de ONG. Con la cantidad de euros que se donaron para el tsunami se podría haber reconstruido el país varias veces, pero no ha llegado. Y eso que allí las cosas son más baratas que aquí. Por ejemplo, España aportó una fortuna para ayudar a reconstruir Nicaragua y Salvador después del huracán Mitch. Y si vas a esos países, te encuentras con que la gente está desesperada porque no han recibido absolutamente nada. El dinero llega y se lo queda la gente que tiene recursos. España dio un montón de medicamentos a Iraq, y se los quedó un hospital que no era el que más los necesitaba, y luego los vendió. En Mauritania ves a la venta alimentos del Mercado Común que son gratuitos.

-¿Por qué nunca llegan a nosotros las noticias tal y como tú las cuentas? ¿Por qué los medios disfrazan de rosa la realidad?
-Porque, a diferencia de antes, los medios son menos independientes. Antes un medio podía ser de derechas o de izquierdas pero estaba al servicio de una comunidad. Ahora la economía y la publicidad son las que mandan en la información.

-¿Cuáles son los pequeños placeres de la vida que valora Kim Manresa?
-Me gustan mucho la amistad, la familia, la honestidad, dar un paseo, ver a los amigos, ir con mi hija a dar una vuelta, explicarle cuentos de animales. Cuando viajo y voy por el desierto, me gusta encender un fuego donde reunirnos todo el pueblo, bailar y contar las cosas que han pasado durante el día. Amo las cosas participativas; lo que no me gusta es este individualismo que perdura hoy en día.

Kim en siete clicks

1-Una imagen que tengas grabada en la retina?
-Me han marcado mucho los reportajes de derechos humanos que he realizado. Y también recuerdo especialmente los momentos en los que voy por el desierto y de pronto veo a los amigos que vienen corriendo a saludarme.

2-¿Una lágrima derramada?

-Cuando voy a Sierra Leona y veo tantos niños mutilados, me caen las lágrimas al pensar en qué guerra tan injusta. Cuando hice el reportaje de la prostitución infantil, lloré con las historias que me contaron las niñas de diez años. Sufrí mucho con la ablación de Kadi. A menudo veo cosas duras por las que lloraría, pero me hago fuerte para hacer la foto y luego a solas en mi habitación se me caen las lágrimas.

3-¿Qué te provoca una sonrisa?

-Sonrío cuando recuerdo las actuaciones de payasos que reflejé en ‘Un río de esperanza’. Incluso en el libro hay fotografías con las que te ríes a carcajadas.

4-¿Quiénes son tus mejores amigos?

-Están desperdigados por todo el mundo: Barcelona, Burkina, Senegal, Madrid... Son grandes amigos por los que daría el alma. Pero lo que todos tienen en común es que respetan al ser humano por encima de todo. Y la mezcla de ello te enriquece como persona.

5-¿Una injusticia que te enciende?

-La ignorancia de los políticos de este país y que intenten manipularnos, algo que sucede ahora en España. Y me enciende porque éste es un país con buena gente, donde puedes pasear, reírte, disfrutar de una historia impresionante y parajes maravillosos. Podríamos vivir de puta madre aunque cuatro chalados piensen que no.

6-¿Un lugar al que no puedes dejar de volver?

-África occidental.

7-Un sueño alcanzable y otro inalcanzable.

-Como inalcanzable me gustaría ver un mundo mucho mejor, donde no hubiera guerras, mucho más justo. Que los medicamentos llegaran a todas partes y la gente los pudiera comprar. Que en medio del desierto crecieran naranjos y olivos y un vergel. Y como alcanzable, me gustaría que no se perdieran las tertulias de amigos, que están desapareciendo.

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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