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MARZO 2007

Albert Figueras

Albert Figueras

Médico

Como médico está preocupado por el uso irracional que hacemos de los medicamentos e intenta combatirlo colaborando en programas de diversos países de América Latina. Como persona, Albert Figueras observa que el sistema desea drogarnos con una felicidad inexistente, de donde deriva el consumismo desmedido. Para ponernos sobre aviso, ha escrito el libro 'Optimizar la vida. Claves para reconocer la felicidad'. Texto: Marta Iglesias

 La vida consciente

Se autodefine como un amante de los paseos por la playa, gran lector y propietario de una curiosidad insaciable. Esta le lleva a escuchar la música de los lugares donde va, intentar comprender los idiomas diferentes, probar sabores nuevos y reírse con los que le rodean. Al leer su libro descubrimos además su vena reflexiva: "Para poder vivir de manera consciente, intensa y con sentido, es necesario comprender la percepción y las respuestas neurológicas humanas. Dar tiempo al tiempo, aprender a nadar sin miedo en nuestro mar de incertidumbre."

-Como médico promueve el uso racional de medicamentos. ¿En qué sentido los utilizamos irracionalmente?
-Básicamente los utilizamos mucho y para cosas en las que a veces no se necesitarían. En esta sociedad pensamos que todo lo que nos pasa se puede solucionar con un medicamento, pero en ocasiones hay otros problemas de base que son los que nos producen algo y si no los cortamos de raíz, pues mal asunto. Quien tiene dolor de espalda porque está en un ambiente laboral estresante, por muchos analgésicos que tome, si no soluciona su relación con el trabajo no solucionará nada.

-¿Buscamos con los medicamentos reproducir sensaciones que genera nuestro cerebro?
-Con algunos medicamentos sí, y algunas personas sí que lo buscan. Hay medicamentos que tienen la capacidad de modificar el estado de ánimo, modificar la manera en que nuestro cerebro responde, igual que hay drogas que producen estos efectos. Sí hay personas que intentan buscar estas sensaciones o modificar su estado mental mediante el medicamento.

"Esperamos alcanzar la felicidad. Y estamos tan acostumbrados a que nos la vendan como algo que debe pagarse y a que nos la pinten como algo inusual, que cuando estamos frente a ella, no la identificamos"

-¿Qué nos han vendido como felicidad y qué considera usted que es?
-Nos han vendido como felicidad una especie de paraíso terrenal al que llegaremos algún día. Nos lo venden desde que somos niños, con los finales felices de los cuentos y lo alimentan de mayores vendiéndonos una casa en el campo donde serás feliz o unas vacaciones en el Caribe donde te olvidarás de los problemas. Esto es un error, porque se trata de una felicidad artificial. Desde mi punto de vista la felicidad son esos pequeños momentos de bienestar que van seguidos o precedidos de momentos en los que no estamos tan bien.

 

"Para poder vivir de una manera consciente, es necesario comprender la percepción y las respuestas neurológicas humanas"

-¿Por qué esos altibajos?
-En la vida todo está cambiando constantemente. En nuestro cuerpo todas las células están creciendo, reproduciéndose, muriéndose y volviendo a nacer. Siempre estamos cambiando, y nuestro entorno también, desde la Tierra, el tiempo, las personas, los seres vivos... Todo es cambio en la vida. Por tanto no hay ningún estado que sea permanente: ni de felicidad ni de infelicidad, ni de bienestar ni de malestar, ni de dolor, sino que hay cambios y oscilaciones. En realidad el cerebro de los seres vivos funciona percibiendo contrastes. Por esa razón si pudiéramos llegar a ese lugar donde podríamos ser felices durante años, el tercer día ya estaríamos hartos de tanta felicidad. No percibiríamos nada.

-Si nuestro objetivo es lograr la felicidad que nos venden, ¿estamos alimentando a las farmacéuticas, los diseñadores de moda, los magnates informáticos... que se ocupan de hacernos 'felices'?
-Sí. Además, si nuestro objetivo es buscar la felicidad que nos venden raramente la encontraremos, sólo lograremos comprar decepción, porque la felicidad no se puede comprar y a partir de un momento el bienestar tampoco. Estar a la última moda en realidad genera decepción, frustración y ansiedad. Esto de alguna manera genera una adicción y cuando uno se vuelve adicto a algo, se pierde toda la magia y no puede volver encontrar felicidad ahí nunca jamás.

"El miedo vende y hace comprar. Por ello no es de extrañar que el miedo se utilice a menudo para lograr una respuesta social determinada. A veces, basta sólo con sugerirlo; ni hace falta nombrarlo"

-¿Nuestro cerebro nos droga, limitando nuestra capacidad más allá de lo que conocemos?
-Sí, y se nota muy claramente cuando nuestro cerebro nos hace tener miedo de algo. En este momento el cerebro nos está limitando. Se nota sobre todo en los miedos irracionales que surgen de asociar -debido a una experiencia anterior- el dolor a algo neutro, como por ejemplo subir a un avión. Hay personas que sólo el hecho de pensar que tienen que subirse a un avión, pues le produce realmente trastornos importantes y eso les limita a actuar. Y tomando como base esta idea se podría ampliar a otros ámbitos.

"La libertad consiste en tener las mínimas adicciones posibles, materiales o cerebrales"

 

-Limitar el territorio, controlar a nuestra pareja... ¿Son efectos del miedo a no tener nada?
-Sí, como personas y como sociedad tenemos un problema: la inseguridad. Es decir, tenemos un nivel de bienestar determinado, y si nos encontramos bien tenemos mucho miedo a perderlo; no aceptamos interiormente la idea de que la vida es cambio. Perder lo que tenemos nos da terror y genera una serie de conductas para intentar comprar al máximo la seguridad.

-¿Qué sucede cuando asumes que en realidad no tienes nada?
-El problema es que dependemos demasiado de las cosas materiales y no tenemos demasiada confianza en nosotros mismos como personas. Basamos nuestra vida en quienes son nuestros conocidos, el barrio en que vivimos, el coche que tenemos o en el título universitario que hemos logrado. Imaginamos vivir sin esto como vacío, pero la verdad es que quien se queda sin nada siempre sale adelante. Cuando uno va vestido de apariencia, tiene miedo a que todo se desmorone como si fuera ceniza.

"Hay alimentos que estimulan los mecanismos de recompensa positiva del cerebro para
aplacar a las personas y dejar el camino libre a quienes quieren el poder"

-¿Puede explicar cómo nuestra adicción a la comida nos vuelve víctimas de los manipuladores?
-Esta idea la saqué de un libro de dietética que estaba traduciendo. El autor hablaba de la historia de la dieta, se refería al panem et circenses de los romanos y hacía una comparación con la actual comida basura. Junto a esto encontré distintos estudios científicos que demostraban que las comidas dulces estimulan los centros de recompensa del cerebro. Por esto nos gusta el dulce y en cambio no tenemos tanta dependencia a otro tipo de sabores. Creo que de aquí parte el que pongan un exceso de sabor dulce a muchas cosas, desde las bebidas hasta las golosinas.

 

"En nuestros genes está grabado el soñar, el imaginar. Si te anulan esto, te conviertes en un comprador compulsivo"

-¿Por qué decía que dejan el camino libre a quienes quieren el poder?
-Básicamente porque si alguien está satisfecho, si alguien se siente bien, si alguien busca su recompensa comiendo dulces, por ejemplo, se ocupa poco de otras cosas. La idea es ésta. Naturalmente hay que tomarla como una imagen, no como algo demostrado. Se supone que si tú estás bien alimentado pues estás tranquilito y a partir de ahí pues hay otros que se encargan de hacer. Como en los romanos, que daban pan y circo al pueblo, y los mandatarios se dedicaban a hacer lo que querían.

-¿El poder más refinado consiste en hacer generar a nuestros propios cerebros sustancias que nos dejan a merced del exterior, que te sientas a gusto comprando, por ejemplo?
-Efectivamente la cosa consiste en hacer que cada vez que tú tienes esta recompensa, haya un estímulo exterior que vaya asociado a esto. Entonces tu cerebro llega a pensar que en realidad la recompensa se debe al estímulo exterior y no a ti mismo. Y buscas todo fuera de ti. Por ejemplo, cuando ves un anuncio de un viaje al Caribe con una pareja feliz. Tú compras el viaje pensando que en realidad estás comprando felicidad con tu pareja. Si lo pasas genial con ella, lo asociarás al viaje, no a lo que tú has hecho. Y además si tú con tu pareja te llevas fatal, el viaje no te dará nada.

-Si somos adictos a ciertos estados mentales, ¿en qué consiste la libertad?
-La libertad consiste en tener las mínimas adicciones posibles, materiales o cerebrales.

"Hoy se han inventado los préstamos inmediatos que piden, sin tapujos, que uno se salte
las etapas de soñar en lo que tanto se desea. Todo este proceso se queda miserablemente reducido a dos verbos: desear y comprar"

-¿Qué nos impide descubrir las nuevas dimensiones que la vida nos ofrece en nuestra realidad cotidiana?
-Creo que el hecho de querer vivir muy deprisa y sobre todo el mirar hacia un futuro inalcanzable. Eso hace que no nos fijemos en lo que ahora mismo tenemos a nuestro lado y disfrutemos de ello.

-¿Qué valor le concede entonces al presente?
-El presente tiene un valor extraordinario. El pasado es recuerdo y el futuro es imaginación. Es decir, tanto el pasado como el futuro son virtuales, el presente es lo que tenemos realmente. Y como el presente determina nuestro futuro por eso tenemos que vivirlo al máximo, aprender e intentar modificarlo si no nos gusta. Tenemos mucho poder de acción, pero si no vivimos este presente no sé que futuro podremos conseguir.

-¿Qué nos perdemos cuando dejamos de soñar, como afirma en su libro?
-Nos perdemos este presente. Esto lo escribí después de ver un anuncio donde te daban en treinta minutos un crédito para comprar un coche. Si el hecho de comprar tiene algún placer es el proceso en el que tú ves algo, piensas si te puede ser útil, lo deseas, imaginas el momento en el que lo tengas y qué vas a hacer con ello y entonces haces el esfuerzo para conseguirlo. Esto vale para una compra, un objetivo en tu trabajo o un cambio en tu vida. Para conseguir lo que quieres tienes que poner la imaginación en funcionamiento, recrear tu experiencia pasada y sobre todo con lo que hay en el momento presente idear estrategias para conseguir esta situación futura.

"Ser creativos significa realizar un camino de aprendizaje, atrevernos a romper la jaula de cristal en la que estamos y ver qué hay un poco más allá"

 

-¿Qué cree que está grabado en los genes: soñar, o desear y comprar?
-En nuestros genes está el soñar porque es lo que durante años y años de evolución, el ser humano ha utilizado. Por ejemplo el hecho de inventar herramientas. Una herramienta se puede inventar porque deseas hacer algo y con tu imaginación inventas un instrumento para conseguirlo. Esto se consigue soñando. Si te anulan esto, te conviertes en un comprador compulsivo, y entonces se pierde esta etapa.

-¿A fuerza de repetir comportamientos, creamos nuevos caminos neuronales y por tanto los grabamos en nuestros genes?
-Llegar a grabar algo en nuestros genes es algo que requiere evolución. No es una cosa inmediata. Cuando repetimos una cosa la grabamos en nuestra memoria, pero no necesariamente pasa a nuestros genes.

-Pero lo que sí existen son unos caminos neuronales creados. Por ejemplo, siempre que me dicen esto yo siempre me enfado. ¿Cómo podemos eliminar estas conexiones neuronales que hemos creado nosotros mismos y que nos impiden seguir creciendo?
-Primero con el conocimiento. Conociendo cómo funcionan los circuitos neuronales, qué dice la ciencia sobre estas conductas y haciendo una reflexión. Por ejemplo, esta mañana estaba trabajando a disgusto en una cosa que me encanta. Así que me puse a pensar por qué y descubrí que me había afectado una situación anterior. Puse en marcha una solución para ello y pude seguir trabajando sin esa tensión. Hay que pararse y solucionar el problema origen.

-¿En qué punto del camino nos encontraremos con la creatividad, tema de su próximo libro?
-Hay varias cosas que nos definen como humanos: el tacto, la palabra o el generar ideas abstractas. Tenemos por tanto creatividad, podemos imaginar. Para mí la solución está en ser creativos, lo cual no significa ser Picasso sino aplicar la imaginación a todas las cosas que hacemos cada día. Ser creativos significa realizar un camino de aprendizaje, atrevernos a romper la jaula de cristal en la que estamos y ver qué hay un poco más allá. Atrevernos a ver el mundo al revés, a ponernos cabeza abajo para ver las cosas distintas. Esto nos ayuda a encontrar este bienestar, esta cara divertida de la vida y a sentirnos mejor. ∆

"Ríase y ame. Bese, toque. No sea tacaño con los sentimientos. Quien no siente no está vivo"

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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