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nos informa de las más recientes investigaciones.
-¿A qué se
debe la muerte o desaparición de las abejas?
-Aunque existen informaciones sobre la posibilidad de una nueva
enfermedad que esté matando a las abejas, no hay investigaciones
suficientemente concluyentes que nos indiquen que ésta sea la única
causa de la mortandad. Mas bien podríamos hablar de una enfermedad
multifactorial en la que puedan estar interviniendo varios factores,
desde el uso de pesticidas en determinados cultivos (girasol, maíz,
frutales), la falta de alimentación proteínica de calidad (polen) debido
a un clima más seco, hasta la acumulación de tóxicos en el interior de
las colmenas. Después de varios años de denuncia por parte de los
sindicatos de apicultores de nuestro país sobre el aumento de la
mortandad de colmenas, en 2006 se concedieron las primeras ayudas para
la investigación. Los primeros resultados de estas investigaciones, de
gran complejidad, estarán disponibles al menos en dos años.
-Pensar en
abejas se asocia a miel, polen, jalea, cera y otros productos que
elaboran. Pero hablar de su muerte se asocia a un desastre ecológico.
¿De qué magnitud?
-Los productos que obtenemos de las colmenas son medicinales y en
ese sentido debemos valorarlos. Algunos de ellos como el propoleo tienen
aplicaciones muy interesantes en determinadas infecciones. Pero el
verdadero valor ecológico y económico de la apicultura es la
polinización, tanto de los cultivos como de la flora silvestre. Los
insectos polinizadores, entre los que se encuentran las abejas, cumplen
un papel fundamental en la naturaleza. La especialización lograda por
las abejas las hace imprescindibles para el mantenimiento de la
biodiversidad y el equilibrio ecológico.
En los cultivos, la polinización de los mismos por parte de las abejas
puede suponer el aumento de entre el 30 y el 50% de la cosecha, lo que
supera con creces el valor económico de todos los productos que podamos
obtener de ellas.
-¿Hay algún
estudio realizado en nuestro país que confirme con datos lo que está
suponiendo la desaparición de las abejas para el medio ambiente y la
economía?
-Los únicos datos de que disponemos para nuestro país, hablan de un
valor de la polinización en España de cuatro mil millones de euros.
Estimaciones hechas para Estados Unidos, en 2006, hablan de una
contribución de las abejas al valor añadido de la agricultura en ese
país de más de 15 billones de dólares americanos.
-¿Se trata
de un fenómeno a escala mundial?
-Llevamos varios años en que se han producido grandes mortandades de
colmenas en países europeos: Alemania, Francia y también en nuestro
país. En marzo de 2005 las organizaciones agrarias se manifestaban
delante del Ministerio de Agricultura para entre otras cuestiones
denunciar una mortalidad significativa de la cabaña apícola y el
despoblamiento de las colmenas. Ha tenido que ocurrir en EE.UU. para que
el problema tenga una gran repercusión. Allí ya se habla del Trastorno
del Colapso de las Colmenas, y se barajan algunas hipótesis, entre las
que podríamos citar: problemas nutricionales, pesticidas como el
imidacloprid (Gaucho) o el thiacloprid (Calypso) y otros pesticidas
sistémicos, virus, varroa, acumulación de restos de pesticidas en los
panales de las colmenas, cambios en el clima y enfermedades del aparato
digestivo de la abeja. También se apunta la posibilidad de que los
tóxicos introducidos en los cultivos transgénicos puedan estar
involucrados en la mortandad. Los agricultores y fruticultores
americanos tienen ya un gravísimo problema para la polinización.
-Algunos investigadores auguran que la desaparición
total de las abejas en el planeta conllevaría hambre para algunas zonas.
¿Son exagerados estos estudios?
-Es difícil prever en su totalidad las repercusiones que la
desaparición de las abejas podría tener para el suministro de alimento.
Lo que sí parece evidente es la gran importancia que tienen en el
desarrollo de los cultivos y las repercusiones que su desaparición
podrían tener en la producción de los mismos, ya que las abejas efectúan
el 80% de la polinización entomófila. Los productos de las colmenas se
pueden importar pero no ocurre así con la polinización. Si apostamos por
la seguridad en el suministro de alimentos y en la producción regional
de alimentos de calidad no podemos olvidarnos de las abejas. Si pensamos
en otra agricultura, posible y muy necesaria, en otro modo de producir
alimentos más respetuoso con el medio ambiente y la salud de las
personas, las abejas tendrán un papel muy importante que cumplir.