-El
calentamiento global está derritiendo rápidamente el Polo Norte. ¿Qué
riquezas está dejando al descubierto?
-La verdadera riqueza es el propio hielo y su ecosistema. La amenaza
a su supervivencia es lo que está sacando a la luz las riquezas que para
algunos son las realmente importantes. El subsuelo del Ártico esconde
enormes bolsas de gas natural, así como una cuarta parte de los
yacimientos de petróleo no explotados del mundo. La disputa por su
conquista también pasa por el control de los nuevos caladeros de pesca,
una ilusoria ruta marítima entre los dos grandes océanos del mundo y la
extracción de diamantes y otros minerales.
-Aparte de
riquezas, su derretimiento traerá la soñada ruta marítima que conecte el
Pacífico con el Atlántico. ¿Cuál es su importancia? ¿Qué supondría para
la economía mundial?
-La importancia de esta ruta radica en acortar el tiempo de
navegación y abrir un nuevo canal marítimo entre Europa, la península
escandinava, Rusia y el lejano Oriente. Es un nuevo Canal de Suez de
cerca de unos 5.600 kilómetros con lo que, para la economía mundial,
supondría una reducción muy notable de la distancia a recorrer para el
transporte de mercancías entre los diferentes puertos de todo el mundo.
Se prevé que esta ruta promueva el desarrollo industrial en la zona, por
lo que tal infraestructura conllevará unas consecuencias desastrosas, no
sólo para el ecosistema del Ártico sino también para el resto del mundo.
-¿Qué
países y multinacionales están ya tomando posiciones para conseguir los
recursos naturales y minerales que esconde el Polo Norte?
-Entre los países más importantes se encuentran Estados Unidos y
Rusia. Pero en la conquista de este trofeo también tienen algo que decir
los países que limitan con el Ártico a la hora de conseguir su trozo del
pastel, como por ejemplo Canadá, Noruega, Islandia…
-En este Polo no hay regulación de actividades. ¿Qué puede suponer en
un futuro esta falta de legislación?
-Puede suponer lo que ya está pasando. No existe organismo que vele
por la seguridad de este entorno -tan vulnerado como ya debilitado-,
frente a actividades lucrativas particulares. Si seguimos así, el único
futuro que le queda al hielo del Polo Norte es su
destrucción-desaparición.
-Obtener
estas riquezas pasa por la destrucción de esta zona. ¿Es posible que se
esté acelerando conscientemente, para extraerlas?
-Desde luego no se están poniendo todos los medios disponibles y
necesarios para, al menos, ralentizar el progresivo deshielo. Parece que
el bolsillo llama más la atención que el futuro o la propia seguridad y
conservación del planeta.
-Frente a
estas maniobras gubernamentales y empresariales, ¿pueden hacer algo los
ciudadanos para preservar este ecosistema, en lo que parece una guerra
de David contra Goliat?
-Grano a grano de arena se forma un desierto entero. La acción de
una persona puede ser vista como algo insignificante, pero todas juntas
pueden mover el mundo. El planeta necesita a sus habitantes para
concienciar a gobiernos, organismos internacionales y empresas de que el
único desarrollo posible es el sostenible. Uno a uno podemos
movilizarnos y manifestar nuestro rechazo contra salvajadas como ésta y,
para ello, tan sólo una mano menos ya se echaría en falta.