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ONG

Desplazados de Darfur

Foto: ©Gemma Swart / Intermón Oxfam

JULIO 2007

Intermón Oxfam

 Darfur en el olvido

Desde 2003 se calcula que han muerto en esta región sudanesa 200.000 personas. La espiral de violencia parece incontrolable, y la peor parte recae en las mujeres, ancianos y niños. Las primeras son violadas sistemáticamente, y el resto asesinados y torturados. En contra de la indiferencia internacional, algunas ONG como Intermón Oxfam mantienen allí proyectos, pese a que ya han muerto compañeros cooperantes.

Carmen Rodríguez, portavoz de esta ONG, nos habla de Darfur, pero evita emitir opiniones que pudieran poner en riesgo la vida de sus compañeros.

-¿Qué circunstancias han conducido a Darfur a esta situación?
-El conflicto en Darfur estalló a principios de 2003, cuando grupos rebeldes empezaron a atacar objetivos gubernamentales en reivindicación de una mayor atención a esta región sudanesa tremendamente empobrecida. Desde entonces se calcula que han muerto más de 200.000 personas y más de dos millones han tenido que huir de sus hogares y viven en campos de desplazados dentro del mismo Sudán y más de 230.000 han cruzado la frontera con Chad para buscar refugio en este país. 

-¿Por qué la indiferencia internacional, cuando según las leyes allí se están cometiendo crímenes contra la humanidad?
-Darfur y el vecino Chad padecen el drama que vive gran parte de África: el olvido sobre la situación de miseria y guerra en la que están sumidas muchas zonas de ese continente y que, en la mayoría de los casos, están creadas precisamente por la codicia de nuestros países ricos en el aprovechamiento de sus recursos naturales. En el caso de Darfur y Chad, el conflicto tiene que ver con una escasez de recursos que obliga a la lucha encarnizada por controlarlos. Son zonas muy pobres donde la desertización avanza con rapidez, y no hay suficiente agua, ni tierras para la agricultura y la ganadería. El conflicto no hace más que agravar esta situación, y nuestro mundo mira mientras tanto a otro lado simplemente porque los intereses egoístas de nuestros gobiernos y nuestras empresas no están en juego.

-¿Cómo pueden ayudar los ciudadanos del mundo a variar esta situación?
-Ante cualquier conflicto e injusticia, los ciudadanos podemos y tenemos la obligación de actuar. Podemos ayudar directamente a los afectados por una crisis apoyando a las organizaciones que los atienden y podemos presionar a nuestros gobiernos para que hagan valer el derecho internacional y las obligaciones de proteger a los civiles.

-¿En quién confía para poner solución a los conflictos olvidados, vista la actitud de la ONU y la comunidad internacional?
-Conviene distinguir: las agencias humanitarias de la ONU dan respuesta al sufrimiento de muchas personas en conflictos y desastres. El problema llega cuando hablamos de soluciones y son los gobiernos los que, dentro o fuera de la ONU, tienen que tomar decisiones. Ahí entran los intereses egoístas y los desequilibrios de poder, que se disfrazan de intereses nacionales, económicos o estratégicos./ Marta Iglesias

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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