JULIO 2007
NACIONAL
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“Denunciar desde dentro de la dministración puede ser nefasto para
el denunciante, pues no goza de protección alguna” |
ESPAÑA, MAS
CORRUPCION
Cada año la organización
Transparency International mide el grado de corrupción de los países.
Los últimos datos confirman que los españoles perciben más corrupción
que el año anterior, debido fundamentalmente a las tramas urbanísticas
que han salido a la luz. El autor del informe en nuestro país, Manuel
Villoria Mendieta -Catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos, de
Madrid- nos traduce las cifras en realidades.
-¿Por qué el
ciudadano percibe más corrupción que el año pasado? ¿Se basa en hechos
reales o en estereotipos. y
prejuicios?
-La percepción de los expertos y de los ejecutivos de altas empresas nos
da pie a elaborar lo que se llama el Indice de Percepción de Corrupción
(IPC). En éste ha habido un pequeño incremento con respecto al año
pasado. Aunque el cambio no es muy fuerte, indica una tendencia hacia
una mayor conciencia de este problema. Refleja que, al menos en el
ámbito local, se han destapado demasiados escándalos como para que eso
no genere una preocupación. Luego realizamos encuestas a los ciudadanos
para realizar el Barómetro Global de Corrupción. De los resultados
podemos deducir que la gente de a pie aprecia un cierto deterioro en las
instituciones públicas, pero también en la prensa o el sector privado.
Diríamos que hay un mayor pesimismo generalizado, que tiene su razón de
ser en los escándalos de corrupción urbanística.
-Aparte de la
urbanística, ¿qué otro tipo de corrupciones se aprecian en España?
-Muchísimas, tantos como tipos de
corrupción hay. Depende cómo se analice. Dentro de la corrupción
política por ejemplo está la corrupción parlamentaria, la corrupción de
los electos que sobre todo tiene que ver con el transfuguismo,
especialmente si el tránsfuga recibe una contrapartida por ese cambio.
Otro ejemplo de corrupción es la del ámbito judicial, que en los últimos
años ha dado lugar al caso Estevill, el Presidente de la Audiencia de
Las Palmas o la juez de Marbella. Esta corrupción es muy baja en España
pero se dan algunos casos. Luego están los temas de financiación de
partidos y la financiación ventajista o corrupta y ahí también hay un
campo importante de corrupción o de incumplimientos de la normativa, de
falta de control... y eso también los ciudadanos de alguna forma lo
perciben. No es sólo el Caso Filesa, que sucedió en su momento, tenemos
el caso del Ayuntamiento de Telde, en Gran Canaria, que demuestra que
los partidos pueden ser mayoritariamente honestos pero que hay gente que
utiliza cargos públicos para financiar al partido, por ponerlo en
términos positivos. Esos son tres casos. Luego están los casos de
clientelismo, cuyo mejor ejemplo es de la Diputación que financia sobre
todo a los municipios gobernados por miembros de su mismo partido. Hay
tantas posibilidades, que el tema da para hablar durante horas...
-¿En qué sentido la
corrupción urbanística está contribuyendo a deslegitimar las
instituciones democráticas?
-Cuando un ciudadano entiende que en su
municipio se abusa del poder público, de la información y de los
recursos para un beneficio privado de los responsables públicos, es
evidente que hay una deslegitimación del sistema. Aunque esto no quiere
decir que luego, como tristemente se ha visto, la gente vaya a votar y
elija a los mismos corruptos. En estos casos se vota con cinismo. Es
decir, no es lo mismo votar con convicción, por ideas, por un proyecto,
que hacerlo cínicamente por lo que yo voy a sacar de esto, que es lo que
se está dando. Yo lo llamo ‘el envilecimiento del voto’ porque la gente
vota por intereses muy concretos, muy parciales, por intereses, sin
visión de conjunto, sin visión a largo plazo, con una falta de
solidaridad intergeneracional terrible. Da lo mismo si destrozan el
entorno a sus hijos, con tal de enriquecerse.
-¿Por qué cree que
en nuestro país no existe una oficina o agencia especializada en
prevenir las actuaciones corruptas?
-Existe una Fiscalía Anticorrupción, que
empieza a trabajar una vez que hay corrupción, denuncia y datos. Pero no
hay una oficina de prevención como sucede en Alemania, Francia o Reino
Unido, que se adelanta a esta lacra a través de mecanismos diversos como
formación, códigos de ética, estudios de impacto, gestión de riesgos.
Creo que aquí no existe esta figura porque nadie se ha puesto a
pensarlo, a reflexionar sobre el tema y a entender la importancia de
este problema. En España tenemos una visión legalista y juridicista
absurda. Se cree que basta con elaborar una ley penal y ya está, pero
luego falta el cambio cultural, la prevención, la formación...
-¿El que España no
tenga sistema de protección a los denunciantes de casos de corrupción
puede hacer que se denuncie menos?
-En España prácticamente no existe la
denuncia interna. Y todo porque denunciar desde dentro de la
Administración puede ser nefasto para el denunciante, no hay protección
alguna. En muchos países eso está en funcionamiento, aunque en ninguno
lo hace perfectamente. Es muy importante que si denuncias y tienes
razón, te protejan. § |