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DICIEMBRE 2007
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Foto:
Alfonso Fernández-Manso
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Dent ro de la provincia de
León hay un espacio único, con una cultura, una identidad y un
paisaje propio: El Bierzo. Estas navidades pásate por esta
comarca y conoce algunas de las poblaciones más importantes.
Para que no te pierdas hemos trazado un recorrido que empieza en
Ponferrada, y continúa en Bembibre, Fabero, Cacabelos y
Camponaraya. Encontrarás atractivas propuestas turísticas, junto
a locales y servicios que te harán más agradable el viaje. Por
el camino descubrirás "La mirada circular", hablaremos con
mujeres empresarias y con Eloy Santín, un veterano montañero con
muchas experiencias en la mochila. |
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EL BIERZO
La mirada
circular
Situado en un punto central
imaginario de El Bierzo, giremos sobre nosotros mismos para
tener una visión completa de la zona. Para convertir ese paseo
virtual en una realidad, se están habilitando quince atractivas
sendas que nos transportarán a la naturaleza, la historia y la
cultura de esta comarca leonesa. Texto: Marta Iglesias
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Etapas para
un círculo perfecto
Etapa 1. Senda
de la Herrería
Etapa 2. Senda de las Aguas
Etapa 3. Senda del Carbón
Etapa 4. Senda del Urogallo
Etapa 5. Senda del Oso
Etapa 6. Senda de los Prados
Etapa 7. Senda de las Nieves
Etapa 8. Senda de los Celtas
Etapa 9. Senda de las Brañas
Etapa 10. Senda de las Pallozas
Etapa 11. Senda del Camino
Etapa 12. Senda del Wolframio
Etapa 13. Senda de los Castaños
Etapa 14. Senda del Oro
Etapa 15. Senda del Silencio |
E ste proyecto que
ya está en avanzado desarrollo, se presenta como una iniciativa de
turismo inteligente y sostenible. Inteligente porque tiene en cuenta los
diversos aspectos que conforman El Bierzo, a fin de ofrecer un turismo
lejos de las masas. Sostenible porque respeta la bella naturaleza de la
zona y la convierte en modo de vida. Sumando ambas, el objetivo es
tentar a viajeros y antiguos pobladores a volver una y otra vez y, por
qué no, a instalarse aquí.
A lo largo de quince ingeniosas sendas temáticas conoceremos gran parte
de El Bierzo, hasta completar un total de 330 kilómetros que componen La
Mirada Circular. La sugerencia de sus organizadores es comenzar en
sentido inverso a las agujas del reloj - partiendo de la localidad de
Santiago de Peñalba-, para descubrir la historia, economía y sociedad
del lugar. Visitaremos desde antiguos castros celtas y fortalezas
templarias, a minas explotadas por romanos o los más recientes
yacimientos de wolframio. En el camino atravesaremos la Cordillera
Cantábrica, la Reserva de la Biosfera de los Ancares, la Sierra de la
Lastra y las tierras medias de El Bierzo, donde los viñedos dan paso a
los campos de cereal y las explotaciones mineras.
Podemos ir a paso lento, en bicicleta o practicando la marcha nórdica.
Tres maneras de recorrer estas sendas para que elijamos la que mejor se
adapta a nuestra personalidad.
Un día redondo
Si pensamos que La Mirada
Circular es simplemente un nombre original con el que se han rebautizado
los caminos, estamos muy equivocados. Sus creadores están dispuestos a
facilitarnos el viaje en todo lo posible y poner la tecnología a
nuestros pies. Gracias a www.lamiradacircular.com podemos programar
nuestro GPS para realizar los paseos siguendo sus indicaciones, y
descargar en Google Maps imágenes de la zona tomadas por satélite y
ajustadas a cada ruta. Además tenemos la posibilidad de viajar con un
guía de excepción, ya que la web dispone de audioguías en formato
podcast. Estos son archivos digitales sonoros que pueden escucharse en
un mp3 o iPod durante el recorrido para que tengamos más claro el origen
de lo que estamos viendo.
En otro apartado se detallan todas las rutas para que tengamos más
información a la hora de elegir, y se completan con un mapa
tridimensional desarrollado con alta tecnología. No faltan sugerencias
culinarias, alojamientos recomendados y consejos básicos que facilitarán
nuestro viaje y lograrán que no se nos escape ni un detalle. Como punto
final, la página ofrece información muy actualizada sobre el clima en la
zona a través del sistema AccuWeather.
Todo para lograr un paseo redondo por El Bierzo, que una principio y
fin. §
Eloy Santín
Montañero
El joven Eloy Santín estaba obsesionado por subir cada vez
más alto, y por el camino más difícil. Especialista en escalada
en roca, abrió numerosas vías en la década de los sesenta y
setenta. Hasta que cambió su filosofía del deporte. Entonces
nació el actual Eloy Santín, un montañero que disfruta de la
naturaleza, los compañeros de escalada y el reto personal que
supone cada ascensión. Uno de los más queridos escaladores de la
comarca de El Bierzo.
Texto: M.I. Foto cedida por E. Santín. |
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Pasión por las cumbres
A hora
Eloy Santín mide su vida antes y después de la ascensión al Cho
Oyu, donde pudo probarse en una montaña de ocho mil metros. Su
proyecto actual es subir con su compañero Nacho Sáez los más de
cuatrocientos dosmiles que hay en Castilla y León.
-¿Cómo elige las montañas a subir?
-Para las grandes montañas me baso en la historia que
tienen, en que no exijan dificultad técnica muy seria, y que no
sean montañas muy arriesgadas. Yo quería probarme en altura y
entonces fui al Gasherbrum II -aunque no llegué a la cumbre
porque nos hizo muy mal tiempo, no estaba muy bien aclimatado y
preferí bajarme desde el Campo II-, y luego al Cho Oyu. Este
último tenía para mí gran atractivo porque fue de las primeras
montañas que se subieron en modalidad alpina, con muy poquita
gente y se hizo por el Tíbet, un país que tenía muchas ganas de
conocer. Las que están más cerca las elijo en base a las ganas,
el sentimiento y también porque quieren ir mis compañeros de
escalada, algo que me motiva mucho.
-¿Qué importancia tiene alcanzar la cumbre?
-Para mí hacer montaña con una cierta dificultad tiene el
importante atractivo de subirlas con compañeros con los que te
encuentres a gusto. Tengo una máxima que aplico, sobre todo en
montañas de altura, donde hay un cierto riesgo: ‘yo tengo que
cuidar de mis compañeros y mis compañeros tienen que cuidar de
mí’. Eso me da una visión de la montaña que no tenía de los 16 a
los 33 años, cuando me planteaba hacer vías de escalada y si no
tenían dificultad, para mí la montaña no tenía ningún interés.
Ahora mi filosofía se basa en disfrutar de la montaña y de la
compañía, y en superarme a mí mismo. La importancia de la cumbre
te la explico con un ejemplo: en el Cho Oyu nos dimos la vuelta
a 8.150 m. aproximadamente, nos quedaba sólo una llanura con
ligera elevación. Como se metía mal tiempo, decidimos regresar.
Por mi parte, yo considero hecha la cumbre como si hubiese
estado en la misma cima, porque las dificultades estaban ya
superadas. Pero estadísticamente no he hecho cumbre y respeto
este criterio.
-¿Qué valores destacados forja el alpinismo?
-Creo que te prepara para la vida. Todos tenemos problemas
cotidianos en nuestro trabajo o familiares. En esos momentos
pienso en el día que lo pasé mal en una escalada, cuando me
pilló una tormenta, o me doy una excursión mental por la unidad
de cuidados intensivos de un hospital. Y veo que lo que tengo
delante no es tan problemático. La montaña curte, si eres
observador en ese sentido, y además te regala experiencias de
las que estás orgulloso en tu vida. En mi caso las cosas que
siempre recordaré son mi familia, la Oeste del Naranjo en el 74,
el primer maratón que corrí y el ochomil que conseguí hacer. En
cambio aún resultándome atractivo mi trabajo, no me produce las
mismas satisfacciones.
-¿Cómo pone a prueba el cuerpo y la mente escalar un ochomil?
¿Cómo sabe uno que está preparado para afrontarlo?
-Creo que hace falta tener muchísima ilusión y a la vez
tener la cabeza serena, porque un ochomil no se consigue cuando
llegas a la cumbre sino al regresar al campo base. Después
requiere un entrenamiento físico más o menos serio según lo que
te plantees, conocimiento técnico y medios, como buen equipo y
material. Por otro lado, creo que nunca sabes si estás preparado
para subir un ochomil salvo que hayas subido alguno. Una de las
cosas más atractivas de la montaña es que cuando te propones
algo difícil te plantea cuestiones como: ¿seré capaz de hacerlo?
La otra pregunta es: ¿lo hago por mí o para presumir delante de
mis amigos? Si lo haces por figurar terminarás abandonando este
deporte, porque es francamente duro llegar a una cumbre de ocho
mil metros. Y por último, ¿seré capaz de hacerlo? Si lo tuvieras
claro, a lo mejor no hacías el esfuerzo.
-¿Qué diría que ha ganado con los años, en lo que a subir
montañas se refiere?
-He aprendido a disfrutarlas más, lo cual no quiere decir
que no me cueste. Yo tuve una época en la que no veía la
montaña, sino la dificultad de la pared. Ahora tengo una teoría:
la escalada es una especialidad, la montaña es una filosofía.
Por eso para mí es tan atractivo subir un ochomil como ascender
a Peña Ubiña. Lo disfruto todo. Y con ello te das cuenta que no
dejarás nunca la montaña -salvo que pase algo grave-, aunque
sabes que el nivel de dificultad o rapidez va a ir bajando. No
te puedes plantear subir al ritmo de Jorge Egocheaga, igual que
una persona de cincuenta años no puede hacer gimnasia rítmica al
ritmo de una cría de quince. Pero yo creo que hay cosas -sobre
todo cuando el cuerpo te responde, como es mi caso- que se van
supliendo con la capacidad agónica que te dan los años a base de
los esfuerzos y sacrificios que has hecho. §
De tú a tú:
-Su montaña preferida de El Bierzo... Las Peñas
de Ferradillo.
-El reto que más le ha supuesto... Sin
ninguna duda, el ochomil que he hecho: el Cho Oyu.
-La montaña que lleva grabada en el corazón y
sabe que nunca subirá... En el corazón llevo
grabado el Naranjo por la Oeste (1974), pero una que
no podré subir nunca es el Cerro Torre.
-Características que más valora en los compañeros
de cordada... Más que la técnica ni ninguna otra
cosa valoro en ellos la amistad, un amigo que se
preocupe de mí, y yo de él. Porque a veces en la
montaña hay mucha obsesión por conseguir un
objetivo, y esto puede hacerte olvidar los valores
humanos. § |
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Red
Empresarial de Mujeres en Movimiento
En pos de
lograr la soñada igualdad, las mujeres se unen en diferentes
ámbitos. En El Bierzo acaba de nacer una red de emprendedoras
para colaborar mutuamente y orientar a otras compañeras en los
entresijos del mundo empresarial. Dos de sus miembros -Nélida
Fernández y Silvia Gutiérrez-, responden a nuestras preguntas.
/ Texto: M.I. Foto: Fabián
M. Domínguez |
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Empresas en
femenino
-¿Por qué la Red se
centra sólo en las mujeres?
Nélida: Porque somos un
colectivo poco representado en las asociaciones empresariales
tradicionales y necesitábamos un espacio en el que compartir
experiencias y sentirnos identificadas.
-¿Cuáles son las
dificultades más comunes que se encuentran las mujeres
empresarias del Bierzo? ¿Es posible solucionarlas desde la unión
de emprendedoras?
Silvia: Los principales
problemas que nos encontramos son dificultades en la obtención
de información relacionada con el desarrollo de nuestras
empresas en campos como las subvenciones, la gestión empresarial
o la contratación. También disponemos de pocos recursos
formativos dirigidos a mujeres empresarias. Y seguimos teniendo
problemas para conciliar nuestra vida empresarial con la
familiar por la escasez de guarderías y otros servicios en la
zona.
-Se autodefinen como
‘Mujeres en movimiento’. ¿Todavía queda mucho estatismo por
romper, heredado de esta sociedad patriarcal?
N: Romper con el rol que se nos
ha asignado tradicionalmente por nuestro género es complicado,
ya que intervienen múltiples factores. No obstante, cada vez son
más visibles los logros en este sentido.
S: Por mi parte creo que hemos avanzado muchísimo y que en la
mayoría de los campos nos hemos colocado al mismo nivel que los
hombres. Sin embargo, tal vez nos queda avanzar en la iniciativa
de proyecto, en asumir riesgos y en el convencimiento de que
somos iguales y de que también nosotras podemos llegar a los
puestos directivos y de decisión de empresas.
-¿Debemos echarnos una
mano entre nosotras para alcanzar la igualdad, en este caso a
nivel laboral?
S: En ocasiones somos las
propias mujeres las que nos ponemos límites y barreras
laborales, y las que creemos que no podemos desempeñar según qué
puestos de trabajo. Tenemos la obligación para con nosotras
mismas de aunar esfuerzos para romper con esas barreras y seguir
avanzando.
N: Por supuesto que debemos ayudarnos entre nosotras. Debemos
empezar por nosotras mismas a considerar la igualdad laboral
como algo natural y concienciar al resto de la sociedad. Tiene
que llegar el día en el que sea absurdo hablar de "igualdad
laboral".
-¿Qué logran las
mujeres cuando se unen, para cualquier causa?
N: Las mujeres unidas podemos
lograr lo que nos propongamos.
S: La unión nos hace ser escuchadas y luchar con más fuerza,
amparadas en el grupo. Nuestra voz resuena con más fuerza si
somos un grupo fuerte y dinámico, que trabaja por alcanzar sus
objetivos. § |
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