DICIEMBRE 2007 |
Foto
cedida por Biovivienda
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Bioviviendas
Las construcciones del pasado ofrecían a sus habitantes
aislamiento térmico y acústico. Hoy se recuperan los beneficios
de antaño y se suman a las comodidades actuales, para lograr un
hogar totalmente ecológico que ya se instala en nuestro país.
Javier Botía, responsable de comunicación de Biovivienda, nos
guía por el interior de estas construcciones.
Texto: Marta Iglesias |
Casas
climáticas |
-¿Qué nos
ofrece una biovivienda que no tengan nuestros modernos edificios?
-Nos ofrece unas condiciones de calidad de vida muy superiores a las
de un edificio actual. Una vivienda al uso tiene problemas de pérdida de
energía, por lo tanto siempre tenemos que estar comunicándole calor o
frío a su interior por medio de sistemas de calefacción o de
refrigeración. Una biovivienda conserva la temperatura y la humedad
estables todo el año -en periodos de seis meses-, con lo cual consigue
calor en invierno y frío en verano de la forma más sana y rentable.
También ofrece una gran seguridad porque resiste todo tipo de desastres
-terremotos, incendios...- y por supuesto frente a robos es la vivienda
más segura del mercado porque es prácticamente inexpugnable.
-Al ver una
de estas casas tapadas con tierra, muchos pensarán en el pasado. ¿En qué
detalles se nota que estamos en el siglo XXI?
-La biovivienda tiene toda la estética de un hogar moderno. Las
paredes y techos son rectos, por medio de un sistema de lupas y
luminiductos se canaliza la luz solar al interior, por lo que la zona
interior tiene más luz que la que tiene ventanas. Disponen de equipos de
climatización, pero como tienes temperatura estable todo el año, con muy
poca energía se mantiene la temperatura interior deseada. Tenemos tarima
flotante, e incluso hemos instalado una cámara de rayos UVA para que
mientras te duches te puedas poner moreno. Con el ahorro de energía tan
grande que suponen estas casas podemos permitirnos ese tipo de detalles.
Los sistemas de alarma son muy distintos. Tirando de una palanca
interior las rejas saltan hacia afuera, de modo que todas las ventanas
se convierten en salidas de emergencia. Tienes puertas acorazadas y lo
último en domótica, pero cuando alguien entra, salta la alarma y en tres
segundos se cubre toda la biovivienda con una nube de humo inocuo que
impide la visibilidad del agresor y no puede robarte. También te vas a
sentir como en una cueva, con mucha tranquilidad, ya que el sonido no
entra porque tienes tres metros de tierra encima y cinco en los
laterales. Así, estas casas pueden construirse en las proximidades de un
aeropuerto o una autopista .
-¿Son
asequibles o, como todo lo bio, tiene altos precios?
-Este es quizá el mayor éxito de la biovivienda: por primera vez la
opción ecológica es la más rentable. Estas casas se construyen en un
tiempo récord -está totalmente terminada en un tiempo inferior a treinta
días- y reducen mucho la mano de obra. En un sólo día se colocan los
módulos de hormigón armado que resisten ocho veces su peso, y al
siguiente se cubre la casa de tierra. La reducción de mano de obra es
espectacular, pero también la reducción de los materiales, porque si
tenemos en cuenta que tres cuartas partes de la vivienda están cubiertas
de tierra pues tendremos menos acabados. Tenemos que hacer menos
fachadas, menos ventanales. Y como toda la preinstalación ya está
diseñada, iremos todavía mucho más rápidos. ¿En qué gastamos nosotros?
Pues en sistemas solares, que ya exige la ley, y muchos otros detalles
de gran calidad. §