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EL ARBOL DEL BUHO

 

Te aconsejo, amiga mía, que aprendas a vivir el presente sin añorar lo que ya no tienes, porque mientras contemplas lo que perdiste estás dejando de valorar lo que ahora tienes, y así, cuando pierdas esto que ahora tienes, que lo perderás, porque todo es temporal, volverás a suspirar por ello, en una palabra, siempre vivirás por detrás.

 

ABRIL 2007

EL ARBOL DEL BUHO
El futuro se mueve
POR ELENA G. GOMEZ

Me llamas y en tus palabras hay dolor, un dolor silencioso. No me dices nada pero lo siento, lo percibo tras tu pregunta..."¿qué es el futuro?".
A ti, lo sé, en estos momentos se te ha roto el futuro. Se han roto tus proyectos, tus planes, por eso dices que no existe, que sólo hay un espacio vacío, un túnel ante ti.
Te hablo, aunque sé que lo que necesitas oír sólo lo escucharás cuando comprendas que no se ha roto nada, cuando comprendas que el futuro no son los planes que uno hace en función, la mayoría de las veces, de lo que a uno le gustaría encontrar.
Recuerdo que hace mucho tiempo una persona me explicó que si quería comprender el futuro tenía que imaginarme una habitación vacía con blancas paredes, y que en ellas a medida que uno se fija, puede ver una parte del futuro, y que si se observa con detenimiento puedes ver cómo hay otra parte que se va escribiendo y borrando según los acontecimientos.
A mí me gusta imaginar esa habitación y pensar que uno de esos infinitos renglones es el espacio donde se encuentra mi futuro.
Y me imagino situaciones que pueden ocurrir, siempre según el presente, porque sé que el futuro está en constante transformación, o como dice mi amigo "el futuro se mueve".
A mí me gusta pensar en el futuro no como un concepto de tiempo, sino como un espacio, un espacio que es infinito y que está en movimiento...
Y en este espacio hay una parte que ya está escrita en la que aparecen aquellos acontecimientos que son inevitables, ineludibles, que, de una u otra forma, están pactados, ya sean personales o colectivos, porque sería un gran error pensar en el futuro sólo de forma individual, cuando nuestras vidas están entremezcladas con las de las demás personas, cuando todo lo que nos sucede nos relaciona con los demás.
En el Espacio-Futuro hay muchas cosas en movimiento, cosas que aparecen y desaparecen en función de la intensidad que le demos o en el esfuerzo que pongamos, cosas temporales, relativas y sometidas a muchos cambios. Por ejemplo, yo puedo pensar en el próximo fin de semana y programar un viaje. Si contemplo ese futuro desde mi presente podríamos decir que es una realidad, pero si mañana, por alguna razón, se cancela el viaje, ese futuro desaparece.
Pero si hay algo que creo caracteriza al Espacio-Futuro es que está lleno de sueños, sueños que llenan de color y sonido el espacio, sueños que son atemporales, libres, imprevisibles.
Entonces te preguntarás ¿por qué no somos capaces de comprender el futuro? ¿Por qué muchas veces las cosas no salen como esperamos a pesar de poner todo de nuestra parte? Yo creo que es porque cometemos el error de querer programarlo. El futuro está vivo y se compone de infinitas y pequeñas circunstancias que se unen y a su vez crean otras circunstancias que nos ofrecen nuevas posibilidades. Es cierto que muchas veces no nos gustan pero casi siempre es porque en realidad no las entendemos, no sabemos ver detrás, ver las puertas que nos abren, las situaciones a las que nos llevan.
Pretender que las cosas sean de una forma determinada impide que podamos realmente comprender y aprender de las cosas que nos pasan.
Catalogamos como buenas o malas situaciones que son relativas. Damos por eternas circunstancias que son temporales, en una palabra, tenemos una confusión importante y, por decirlo de alguna manera, cambiados los tiempos de nuestra existencia.
Te aconsejo, amiga mía, que aprendas a vivir el presente sin añorar lo que ya no tienes, porque mientras contemplas lo que perdiste estás dejando de valorar lo que ahora tienes, y así, cuando pierdas esto que ahora tienes, que lo perderás, porque todo es temporal, volverás a suspirar por ello, en una palabra, siempre vivirás por detrás.
Aprende a vivir el presente sabiendo que con él estás condicionando el futuro pero, a la vez, sin pretender tener controlado el futuro, porque el futuro, en su imprevisibilidad, nos ofrece la oportunidad de improvisar, de aprender, de experimentar cosas nuevas.
Conviértete en actor y en espectador a la vez de tu vida. Aprende a salir de ti para ver las cosas desde otros ángulos, desde otras perspectivas, eso te conducirá a la comprensión de que todo es relativo, de que las cosas, los acontecimientos, las personas, todo es temporal, todo conduce a algo, y la única forma de poder manejar ese destino es, precisamente, no querer influir en él sino estar abierto y preparado para enfrentar lo que nos traiga y, sobre todo, aprende a no sacar conclusiones, porque la vida para entenderla hay que verla de principio a fin, verla como una película y, en una película, no se puede sacar conclusiones sin llegar al final ¿no te parece?. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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