Revista Fusión

 Subscripción RSS

FUSION también eres tú,  por eso nos interesan tus opiniones,  tus reflexiones y tu colaboración  para construir un  mundo mejor

Recibe nuestras noticias en tu correo

 


 

SEPTIEMBRE 2006

Ingenio informativo

Juanjo de la Iglesia
- Periodista -

 

"El sentido crítico de la audiencia se fomenta sencillamente interpretando que los espectadores son al menos tan inteligentes como uno"

 

 

 

 

 

"Todos los programas de entretenimiento son una horterada espantosa, que se basan en la falta de respeto y el cotilleo más infumable. La audiencia no se lo merece"

 

 

 

 

 

 

 

 

"En algunas cadenas, los informativos se parecen cada vez más a un programa truculento de sucesos, contando estupideces que no interesan a nadie"

 

 

 

 

 

 

 

 

"Los responsables de que la televisión sea cada vez más estúpida son los que deciden qué se emite en cada cadena, no la audiencia"

 

 

 

 

 

 

 

Juanjo de la Iglesia

Juanjo de la Iglesia

Lo queramos o no, siempre le recordaremos vestido de traje en el plató de CQC, destilando ingenio. Hoy podemos seguir disfrutando de sus dotes periodísticas en Antena 3 gracias al programa matinal Ruedo Ibérico. El tiempo no ha hecho más que aumentar su ironía y perspicacia para las noticias diarias.

Texto: Marta Iglesias / Fotos: Rafael Bravo

Llega puntual a la ciudad donde más tarde ofrecerá una conferencia junto a Tonino. Pese al calor y al viaje, renuncia a la siesta y se sienta acompañado de un café y sus inseparables cigarrillos dispuesto a contestar una batería de preguntas. A simple vista, en Juanjo de la Iglesia se mezclan irremediablemente dos palabras: ironía y caballerosidad. Posee una mente ágil e inquisitiva que encuentra las contradicciones de la realidad a un ritmo vertiginoso. Pero a su vez su capacidad de respeto al interlocutor y su sincera atención le convierten en un gran conversador.

-¿Siguen existiendo periodistas con ética propia o ésta ha sido sustituida por el criterio del grupo empresarial en el que trabajan?
-Cada vez pasa más eso último a lo que te refieres. No sé si es porque cada vez tienen más fuerza los medios, o porque tienen menos empuje las personas. Hay gente que milita en su medio, y es una cosa que no la entiendo. Comprendo que como profesionales tengamos que hacer el trabajo lo mejor que podamos, aunque a veces hay que hacerlo con una mano en la nariz e igual de bien. Pero es que hay gente que es militante y encima hace gala de ello, y a mí eso me alarma. No es la mayoría, pero cuanto más se va subiendo en el escalafón, en el organigrama de los medios, más te encuentras con ejemplares así.

-Para usted CQC fue la demostración de que se pueden hacer productos que funcionen sin tener que tomar al público por tonto. ¿Sigue alguien interesado en "educar al país en la imbecilidad", como una vez declaró?
-Sí, el convertir al público en acrítico es una constante. Para bien o para mal, la televisión educa. Y los responsables de que la televisión sea cada vez más mema, más vacía, más estúpida, menos crítica -aunque no es así en su totalidad-, son los que deciden qué se emite en cada momento en cada cadena, no la audiencia. Eso que se dice de que hay telebasura porque el público la pide, eso es mentira, y a mí no me importa decirlo con todas las letras. Es la televisión la que ha educado a la audiencia en eso porque conviene por muchas razones. Por un lado, hay a quien le conviene que la gente sea estúpida porque es más fácil contar con un público que no va a distinguir lo bueno de lo malo, que con un público que sea crítico. Por otro, es mucho más fácil hacer tonterías que hacer las cosas bien.

-Si se ha demostrado que los programas interesantes funcionan y que hay buenos profesionales para llevarlos a cabo, ¿por qué insistir en el corazón y los culebrones, como sigue sucediendo?
-Porque es muy fácil de hacer, y porque conviene que la gente piense en esas cosas. Luego hay un tercer problema que es 'lo siento, me estoy arruinando. O meto un programa de corazón o tengo que cerrar'. Pero eso pasa muy pocas veces. Normalmente lo que la gente quiere es forrarse y sabe que lo logra arrojando carnaza al público para que la consuma, a cuatro patas si es posible. Es mucho más fácil hacer cualquier abominación de éstas del corazón, que un buen magazine. El tío más tonto del mundo hace ese programa bien con garantías de éxito sólo siguiendo cuatro reglas: haga usted llorar a la gente, haga usted que el público se escandalice, ponga en ridículo a alguien y falte al respeto a alguna persona.

-¿Cómo fomentar el sentido crítico de la audiencia?
-Sencillamente interpretando que los espectadores son al menos tan inteligentes como uno. El público no es imbécil, no hay que tratarle con paternalismo como si no entendiera nada, porque la gente entiende muchísimas más cosas de las que creen los directores de estos programas.

-¿Por qué los informativos son uniformes en todas las cadenas?
-Más que uniformes, lo que yo creo es que los informativos de televisión en algunas cadenas cada vez se parecen más a un programa truculento de sucesos, contando estupideces que no interesan a nadie. Y luego opino que deberían prescindir de esos enfoques pedagógicos que cuentan al lector lo que quiere leer, regalándole el oído. Es mucho más importante que el lector lea las noticias desde el punto de vista del medio y sepa dónde se ubica el medio, a que le den la información como a él le gusta: machacada y bien mezclada con azúcar para que se la trague, porque probablemente sea mentira. Así el lector cree que está abundando en sus convicciones y en lo que está abundando es en las convicciones del propietario del periódico que pertenece a un grupo de presión.

-Decía Rosa Montero en una de sus columnas, que "el sectarismo político es un veneno que acabará matándonos". ¿Qué responsabilidad tienen los medios de comunicación en transmitir datos veraces y no caer en el juego político que hoy confunde a menudo la información?
-En este país el único sectarismo que veo -quitando los partidos que no mencionaré de extremas izquierdas y folclóricos de tal- está en el PP. El PSOE se está equivocando mucho y creo que no está trabajando como debería, pero no es justo hablar de sectarismo político en general. Lo hay en el PP, donde se acumula el rencor y esto provoca muchas cosas que nunca habían ocurrido. Ni después de perder unas elecciones en una situación tremebunda como le sucedió a Adolfo Suárez; ni cuando se fue Felipe González, que tuvo un acoso de los medios impresionante y podía estar rencorosillo. No creo que un personaje como Zaplana o Acebes hayan existido antes en este país. No me parece razonable lo que están haciendo desde la directiva del Partido Popular, que no desde el Partido Popular: inventarse un enfrentamiento que no existe entre regiones, por motivos pintorescos como el idioma, la lengua, el estatuto. La gente no comparte ese enfrentamiento, ni los conservadores ni los progresistas. Se están inventando una guerra para hacerse con el poder, cosa que no había visto nunca. El electorado conservador de este país tiene un partido que no se corresponde con lo que han votado, ni siquiera con el sentimiento de la gente conservadora. Y esa especie de ofensiva derechosa y militante que se está propagando por algunos medios creo que es muy peligrosa.

-La cantidad de televisiones existentes hoy, ¿están trayendo más calidad y ampliando la variedad de lo ya existente?
-No, con el aumento de televisiones privadas hemos ido a peor. Yo, que tenía dieciséis años cuando murió Franco y he vivido la televisión del franquismo, pensaba que cuando hubiera televisiones privadas habría más competencia y sería mejor. Pero ha sucedido lo contrario y no sé la razón. Tú coges una parrilla de televisión del año setenta y dos y, con toda la censura, ahí estaba Jaime de Armiñán en TVE produciendo unos programas extraordinarios. Había cuatro programas de música a la semana a horarios normales, había programas de divulgación de ciencia a horarios normales. No como el pobre Punset y su programa Redes, que lo emiten sobre las dos de la mañana, o sea unas horas completamente infectas.

-Le gusta apostar por programas diferentes y arriesgados, ¿qué echa de menos en TV hoy y cómo lo cubriría?
-Echo de menos todo tipo de programas bien hechos y en un horario asequible a todo el mundo. No entiendo por qué apenas hay programas de música en televisión que sean en directo. Por que se emplea el 99,9% de los programas de sociedad a hablar de las muertes y enfermedades de las folclóricas y no a entrevistar al director de la orquesta nacional. Se dice que a la gente no le gusta, ¡mentira! La gente disfrutaría mucho más escuchando música clásica, rock and roll o pop que averiguando las inclinaciones sexuales de Encarna Sánchez en su testamento. Estoy seguro que se disfruta más ante un cuadro de Van Gogh que viendo Tómbola. Así que echo de menos que se hagan las cosas bien porque todos los programas de entretenimiento son una horterada espantosa, que se basan en la falta de respeto y el cotilleo más infumable. La audiencia no se lo merece, y menos la de la televisión pública. ∆

EL OBSERVATORIO

Un repaso a la actualidad con Juanjo de la Iglesia

-¿El gobierno acaba de aprobar en Consejo de Ministros el Proyecto de Ley de la Memoria Histórica para rehabilitar a las víctimas del franquismo. ¿Por qué tanto rechazo en las filas del PP, cuando ninguna democracia ha crecido sin romper con la dictadura anterior?
-Porque cuando salimos del franquismo había una situación de miedo a lo que pasara después de Franco. Entonces todo se hizo con mucho cuidadito, pero una cosa es que se hiciera así y otra decir que Francisco Franco fue el salvador de la invasión bolchevique en Europa. No, Franco fue un golpista. Pero lo de ahora es absurdo. ¿Por qué les ha molestado tanto al PP el reconocimiento en el Congreso de la Segunda República, como si fuera el demonio? La Segunda República fue un demonio para Franco, sencillamente porque se le acababa el chollo, porque no le consideraba, no le gustaba y porque no estaba de acuerdo con ella.

-La reforma laboral plantea que tras dos años de contratos temporales encadenados en el mismo puesto, el trabajador pasará a ser fijo. ¿Habrá entonces más fijos o contratos temporales más cortos, en detrimento del trabajador?
-Recuerdo cuando me decían 'Es que como te hagamos un contrato por tres años, luego tenemos que hacerte fijo'. Como si yo fuera el invasor. A mis cuarenta y siete años nunca he tenido ni un solo contrato laboral, más que por obra. No porque no haya querido, sino porque nunca me lo han ofrecido. Siempre hay un mecanismo para evitar los contratos fijos porque es mucho más fácil mandar sobre gente que está en precario, que hacerlo sobre personal que trabaja con seguridad.

-¿Por qué escandaliza la nacionalización de los recursos energéticos de Bolivia y no sus seis millones de pobres?
-No hay que ir tan lejos. En Noruega el petróleo es del Estado y las empresas que operan allí pagan un ochenta por ciento de impuestos sobre los beneficios obtenidos. Y ese dinero se invierte en el Fondo del Petróleo Noruego. ¿Por qué en Noruega está bien que inviertan sus recursos en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y en Bolivia no? Porque Evo Morales es Evo Morales. Creo que tienen todo el derecho del mundo a nacionalizar el petróleo, y yo estoy de acuerdo en que hay ciertas cosas que deben ser del Estado, entre ellas los recursos energéticos y las grandes infraestructuras.

-Por primera vez España y Portugal acaban de acordar una posición común en inmigración de cara a Europa, Africa e Iberoamérica. ¿Qué dice de nuestro europeo país el que ignoremos sistemáticamente a nuestros vecinos, sumiéndolos en la inexistencia?
-Es curioso. No se por qué España y Portugal siempre han vivido de espaldas, siendo tan parecidos y con un idioma similar. La gente conoce antes Londres que Lisboa, cosa que no entiendo porque es mucho más bonita esta última. No sé el motivo, pero me da mucha pena.

-Muchos compañeros de TVE se quedarán en el paro o prejubilados. ¿A quién hay que pedir cuentas?
-A todos los políticos que han pasado por La Moncloa desde que hay democracia, porque nadie se ha tomado en serio el papel de servicio público de los medios de comunicación. Nadie. Todo el mundo ve la televisión y la radio como el aparato de propaganda del Gobierno. Hay que agarrar el toro por los cuernos y decir: 'la televisión pública sirve para esto y hay que dotarla de este presupuesto. Y si el Parlamento la dota de este presupuesto, y esto se gasta y ni se pierde ni se gana, es un servicio que se está dando a los ciudadanos'. ∆

   

   
INDICE:   Editorial Nacional, Internacional, Entrevistas, Reportajes, Actualidad
SERVICIOS:   Suscríbete, Suscripción RSS
ESCRÍBENOS:   Publicidad, Contacta con nosotros
CONOCE FUSION:   Qué es FUSION, Han pasado por FUSION, Quince años de andadura

 
Revista Fusión.
I  Aviso Legal  I  Política de privacidad 
Última revisión: abril 07, 2011. 
FA