-¿Qué beneficios aporta la risa y el humor en las personas?
-Como trabajador social he experimentado que si utilizamos la ironía, el humor o una sonrisa, se facilita la relación y el acercamiento con la persona que tenemos delante. Le mostramos confianza y a partir de aquí empezamos a trabajar. No somos terapeutas, pero vemos que con el humor conseguimos beneficios en la gente. Sobre todo en aquella que no tiene motivos para reírse o está en situaciones muy precarias, porque por unos minutos intentamos mejorar su situación emocional o psicológica.

-En una terapia sobre la risa, ¿por qué es tan contagiosa y a qué se debe su capacidad de transformación?
-Hay gente que utiliza la risoterapia para reírse y punto, sin ninguna finalidad. Nosotros intentamos darle una intencionalidad a la risa mediante un gag o una frase, y creemos que entonces sus efectos se vuelven terapéuticos. Su capacidad de transformación se debe a aspectos biológicos, químicos y también empáticos. Si yo estoy de buen humor te puedo contagiar, y lo mismo si estoy rígido, enfadado o malhumorado. Por eso la risa es contagiosa y tiene efecto multiplicador.

-¿Qué labor realiza Payasos Sin Fronteras para llevar el humor a otros países?
-Intentar mejorar la situación emocional y psicológica de gentes que están en campos de refugiados, que viven en la exclusión social, o están en situaciones de emergencia o catástrofes. En otros casos intentamos sensibilizar y provocar, crear una voz de defensa o denuncia dentro de los ámbitos civiles. De forma más práctica tratamos de llevar una sonrisa donde más se necesite. Yo regresé a principios de año de Colombia y he colaborado en un proyecto que funciona al norte de ese país, en un circo social con chicos y chicas. También he realizado un proyecto de cooperación en Lérida de formación con jóvenes y he participado en espectáculos de hospitales, para ancianos y disminuidos psíquicos y mentales.

-En nuestra sociedad agobiada por las prisas y el estrés, ¿deberíamos reírnos más? ¿Podemos decir que somos de carácter alegre?
-En el fondo sí, lo que pasa es que las prisas nos quitan tiempo para relajarnos. Yo creo que para empezar he de reírme de mí mismo, porque entonces hago un acto de humildad e intento ser más relativo con lo demás. Creo que hay maneras de mejorar nuestra calidad de vida y ahí entra también la risa.