NOVIEMBRE 2006
INTERNACIONAL
Amenaza
nuclear
Foto: Justicia i Pau
"Estados Unidos es el máximo
responsable de este escenario de conflicto y caos que existe
en el mundo" |
Intermón Oxfam acaba de
hacer público un informe donde denuncia que el gasto militar de este año
en el mundo alcanzará una cifra récord, más que en la Guerra Fría. ¿A
qué se debe este incremento? ¿Dónde se encuentra el enemigo? De la mano
del economista Arcadi Oliveres,
presidente de la
ONG Justicia y Paz analizamos estas cuestiones.
-Según
señala Intermón Oxfam en su informe, los gastos militares de este año
superarán los realizados durante la Guerra Fría. ¿Cómo hemos llegado
hasta aquí?
-La máxima inversión en gastos militares tuvo lugar durante la Guerra
Fría, allá por 1987 durante el mandato Reagan y su obsesión por la
Guerra de las Galaxias. Aquello originó un gasto que llegó al billón de
dólares, posteriomente se redujo alrededor de una cuarta parte. Dicha
reducción no fue gracias a los esfuerzos de Occidente sino más bien al
declive de la Unión Soviética y los países del Este, la desaparición del
Pacto de Varsovia, etc. Desde 1993 hasta ahora, ha tenido lugar una
tendencia ascendente del gasto militar hasta llegar a este año, en que
sí superaremos ese billón de dólares de inversión. Rusia evidentemente
ha recuperado algo de su gasto militar pero la mayor inversión ha sido
la realizada por los países de la OTAN, curiosamente en un momento donde
el enemigo formal, la Unión Soviética, ha desaparecido. En su lugar han
surgido nuevas excusas: guerra contra el terrorismo, la amenaza del
Islam, etc. Nada de esto justifica el aumento del que hablamos.
-Habla de
la guerra contra el terrorismo, ¿en qué medida EEUU -principal promotor
de esta cruzada- es responsable de esta sensación de amenaza?
-Estados Unidos es el máximo responsable de este escenario de conflicto
y de caos que existe en el mundo. A falta de enemigos, se los ha
inventado. El señor Bush representa los intereses por un lado de la gran
industria petrolera y por otro, del complejo militar industrial en el
que también está embarcado el propio vicepresidente Cheney, además de
otros altos cargos. La justificación del gasto militar que impulsa EEUU
en estos momentos circula en dos direcciones. Por un lado la famosa
cuestión de las intervenciones internacionales, allí donde consideran
que "no van bien las cosas". Con esta excusa se van a Irak, Afganistán o
cualquier país de África. El ejército español también participa en este
"juego" enviando tropas. La segunda cuestión que se han sacado de la
manga es la amenaza o choque de civilizaciones que tiene su origen en
aquello que escribió el politólogo norteamericano Huntington, allá por
la década de los noventa aprovechando que la OTAN estaba sin enemigos. A
partir de sus teorías surge el famoso choque de culturas y el enemigo
pasa a ser toda una civilización: el Islam. Este señor fue hasta su
jubilación director del Instituto de Relaciones Internacionales de la
Universidad de Harvard, prestigiosa universidad privada financiada por
una Fundación llamada Olin. Detrás de esta fundación está una de las
empresas más importantes de municiones de EEUU. Por lo tanto el señor
Huntington tendrá todo el prestigio académico que quiera pero no puede
negar que es todo un "empleado" de la industria de armas.
-Se intenta
impedir que Corea entre a formar parte del grupo de países con arsenal
nuclear. ¿Hacia dónde cree que debería de dirigirse el auténtico debate?
-Lo que aquí reina es una enorme hipocresía. Partiendo de la base de que
Corea del Norte, al igual que cualquier otro país no tiene ningún
derecho a tener armas nucleares, lo que me llama la atención es que
precisamente quienes se lo intentan prohibir son los países que cuentan
con mayor arsenal nuclear. Si este requerimiento fuese realizado por
México o España, me parecería más lógico, pero que sea EEUU, Francia,
Gran Bretaña, China o la propia Rusia, me parece toda una lección de
hipocresía. Creo que no se van a meter mucho con Corea del Norte porque
está en una especie de equilibrio precario entre Rusia y China, y lo más
importante, no tiene petróleo. En el caso de Irán hay un dato
importante. Hasta el año pasado para poder desarrollar ese proyecto, una
de las empresas que le suministró más cantidad de piezas fue la
norteamericana Halliburton, cuyo principal accionista es Dick Cheney,
vicepresidente de EEUU. Esto te puede dar una idea de hasta donde llega
la hipocresía a nivel mundial.
-Durante
los años ochenta, gracias a la presión de la opinión pública, se
firmaron la mayor parte de los tratados de no proliferación. En los
últimos tiempos se han venido abajo ante la indiferencia mundial. ¿Ve
importante el dar a conocer todos estos datos para volver a generar una
nueva conciencia de movilización ciudadana?
-Durante los ochenta y principios de los noventa el arsenal nuclear
acumulado era tan grande que nos escandalizó a todos. Se llegó a decir
que los stock nucleares de los cinco países más ricos hubiesen podido
destruir cualquier forma de vida sobre el planeta hasta cincuenta veces.
Esto generó pánico y en los noventa hubo una serie de conversaciones
Reagan-Gorbachov que se tradujeron en varios tratados de reducción de
armamento nuclear. Si antes podía ser destruido el planeta cincuenta
veces, ahora sólo sería nueve.
La humanidad no puede aceptar un gasto militar de semejantes
proporciones. Hace tres años la FAO hizo una llamada a los países más
ricos para la creación de un fondo de emergencia para salvar las
hambrunas de unos cincuenta mil millones de dólares anuales. Los países
ricos pusieron el grito en el cielo asegurando que ese dinero no lo
encontrarían en ningún sitio. Mira por donde ese dinero no, pero sí
veinte veces más es el que se destina a financiar el gasto militar.
Dicho de otra forma, con el gasto militar de un año se podría eliminar
el hambre en el mundo durante veinte años. Esto es suficiente razón para
salir a la calle y luchar por una distribución justa. En los
presupuestos que acaba de presentar el gobierno español se ha vuelto a
incrementar el gasto militar. Si mis números no me fallan, vamos a
destinar cuarenta y siete millones de euros diarios a este fin. ∆ |