
Al precio que está la vivienda en
estos días, tanto de alquiler como con hipoteca, al 90% de los jóvenes
no nos llega el sueldo (cuando lo hay). No nos llega. Así que o te
quedas en el hogar familiar hasta los 45 o te inventas lo inventable. |
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MAYO 2006

Te lo cambio
POR ELENA F. VISPO
Cuánto
estarías dispuesto a pagar por un zapato de montaña? Yo más bien poco,
sobre todo teniendo en cuenta que, por suerte, tengo dos pies que
calzar. Pero a lo mejor si doy más datos, interesa: el zapato es del pie
derecho, marca Xdropa, modelo Bruma. ¡Y está sin usar!
Aún así, tú, avispado lector, dirás: pues no lo compro. Pero es que no
se trata de que lo compres, sino de que lo cambies por algo de más
valor. Preferiblemente, un piso en Gijón. La increíble empresa la ha
puesto en marcha Raúl Herranz, asturiano de 28 años, con residencia en
la casa de su madre. Ha tomado como ejemplo el cachondeo generado por la
Keli Finder, programa patrocinado por el Ministerio de Vivienda, en el
cual te regalan unas zapatillas para que te patees la ciudad a gusto
buscando un piso de 40 metros cuadrados por menos de 1.000 euritos.
Bien, pues este chaval ha ido más lejos y ha dicho: yo cambio un zapato
de montaña por una casa, piso, chalet o lo que sea. Una vivienda digna,
vamos. A ver si cuela.
¿Y cómo? Pues con el sencillo método del trueque. Pero vamos a los
antecedentes, porque tampoco creáis que se lo ha inventado él solo. No:
para inventos raros ya están los americanos. En la página Web
oneredpaperclip.blogspot.com hay otro tipo que está en el mismo negocio,
pero lleva más tiempo, así que a estas alturas ya podemos hacernos una
idea de cómo le va. Empezó con un clip, de ésos que se usan para ordenar
los papeles, de color rojo. Luego lo cambió por un bolígrafo en forma de
pez, que cambió por una aldaba con la cara de E.T, que cambió por una
cocinilla/barcaboa Coleman. A partir de ahí consiguió un generador
eléctrico, y a cambio unos chicos le dieron un barril de cerveza y un
neón de Budweisser.
A todo esto, el chaval empieza a hacerse famosillo, a salir en la tele,
en la prensa y tal. Entonces el tema se pone serio: ofreció ir a
montarle una fiesta al que consiguiera el siguiente trueque, y le dieron
a cambio una moto de nieve; de ahí un viaje con los gastos pagados a
Yahk, Canadá. Cambió el viaje por una furgoneta enorme, luego un
contrato con una discográfica, y por fin un año de alquiler gratis en
Phoenix, Arizona. Ahora mismo está abierta la puja, así que si alguien
tiene pensado mudarse a América, puede plantearse hacer alguna oferta.
Yo paso.
Pero volvamos al producto patrio: cambiozapatoporvivienda.es. El zapato
de montaña ya tiene dueño: un portal de internet dedicado a los juegos
de ordenador se lo ha quedado, a cambio de 50 juegos para consola o PC
que, así a ojo, valen unos 2.000. No está mal, aunque de ahí a un piso
en Gijón aún queda trecho. Pero mira, tacita a tacita.
Desde luego, este chico tiene mucha cara dura pero no es un gorrón. El
trueque es perfectamente legal y honrado, así que habría que ver quién
es el bobo que hace los cambios. Según veo en la Web yanki, algunas
empresas lo hacen por publicidad, otros porque les hace gracia el
invento, y otros porque realmente están interesados en el producto. No
sé con el clip rojo, pero desde luego por el contrato discográfico la
competencia era feroz.
Supongo que es lo que nos queda, claro, ya que al precio que está la
vivienda en estos días, tanto de alquiler como con hipoteca, al 90% de
los jóvenes no nos llega el sueldo (cuando lo hay). No nos llega. Así
que o te quedas en el hogar familiar hasta los 45 o te inventas lo
inventable. Y bueno, internet es un magnífico caldo de cultivo.
Digo yo que, si nos ponemos así, el siguiente que pruebe el trueque que
pida un contrato fijo con un sueldo razonable y una jornada de 35 horas
semanales. A cambio, yo qué sé, de una grapadora de todo a cien. Desde
luego, es mucho más útil que un clip, y puestos a pedir...
Por si las moscas, yo ya estoy buscando buen material para ofrecer. ¿A
alguien le interesa un cenicero de barro recuerdo de Talavera de la
Reina? ∆ |