-¿Qué características tiene la banca ética que ha
puesto en marcha Fiare?
-Nos integramos dentro de la corriente de banca ética, pero Fiare
tiene tres pilares fundamentales: es un proyecto en construcción
permanente; es un proyecto participativo y ciudadano que se hará activo
en otros lugares si hay redes que quieran ponerlo en marcha en esos
territorios; y por último es una propuesta que busca superar las
insuficiencias éticas del mercado financiero actual. Desde ese punto de
vista restringimos los préstamos, de tal manera que nosotros sólo
ofrecemos apoyo financiero a las entidades que trabajan con personas
excluidas o en riesgo de exclusión. Así trabajamos en los ámbitos de
cooperación internacional, cooperación al desarrollo, economía
solidaria, inserción social, cultura, deporte no profesional o
regeneración medioambiental.
-¿Qué tipos de depósitos ofrecen al público y qué
ventajas obtiene el cliente con respecto a un sistema bancario
tradicional?
-A pesar de que nuestro objetivo es constituirnos como una entidad
financiera como cualquier otra, de momento tenemos una oferta limitada.
Ofrecemos la posibilidad de hacer depósitos a plazo o depósitos con
operatividad limitada sobre los que se pueden hacer un par de
movimientos mensuales, ya sea de imposición o de reintegro. Al
depositante le ofrecemos la posibilidad de elegir el destino preferente
de su dinero, le pedimos que asuma un compromiso con los principios
inspiradores del proyecto, y la declaración de que está aportando dinero
que no ha sido obtenido de manera ilícita, ni es dinero que no ha
tributado. Nosotros le ofrecemos una información transparente en tiempo
real de cuál es el destino de su dinero, a través de nuestra web.
-¿Por qué cree que en sólo seis meses les han
confiado cinco millones de euros en depósitos? ¿La gente buscaba un
banco basado en valores solidarios?
-Cuando iniciamos los planes de viabilidad nos dimos cuenta de que
hay bastante gente que no está interesada en ese medio punto de más de
ahorro que le da un banco a costa de no saber qué hace con su dinero, de
matarle a comisiones o de tratarle mal. La incógnita era si íbamos a ser
capaces de generar la suficiente confianza en el entorno, porque manejar
dinero son palabras mayores. Por muy bonito que sea el discurso, si la
gente identifica esto con un chiringuito, una cosa oscura o no sabe qué
gente hay detrás, pues no se fía.
-¿Cómo combinan la rentabilidad de un banco con la
solidaridad?
-Como no aspiramos a la superrentabilidad pues no tenemos esa
presión. El Proyecto Fiare tiene dos objetivos fundamentales: financiar
actividades económicas que tengan impacto social positivo y ofrecer al
ahorrador-inversor responsable la posibilidad de apoyar este tipo de
acciones. Nosotros no tenemos un objetivo de rentabilidad económica,
sólo tenemos que ser sostenibles. Por eso no tenemos presión por imputar
comisiones y sólo cargamos los gastos directamente relacionados con la
gestión.
-¿Por qué es tan difícil de creer que el dinero puede
convertirse en un sistema de ayuda, más allá del enriquecimiento de unos
cuantos?
-La razón es que la esfera de lo económico nos ha colonizado en
todos los aspectos de nuestra vida y sólo merece la pena lo que es
rentable. Pero nosotros estamos convencidos de que hay mucha gente
-sobre todo en sociedades donde las necesidades básicas están cubiertas-
para la que ese mero cálculo de rentabilidad no es suficiente. ∆