-Cuáles son
las razones por las que cada año aparecen nueve millones de nuevos casos
de tuberculosis en el mundo?
-La mayoría de casos de tuberculosis se dan en el continente africano y
en particular en el África Subsahariana, aunque hay una prevalencia cada
vez mayor en la Europa del Este, sobre todo en los países de la antigua
Unión Soviética. Creemos que uno de los elementos que ha favorecido el
aumento de la tuberculosis es el incremento de los casos de SIDA. Estos
pacientes con pocas defensas se mueren de otras enfermedades como la
tuberculosis, que es la responsable del 25% de las muertes de los
enfermos de SIDA. Y esto sucede debido al complejo tratamiento que
necesita una persona coinfectada con ambas enfermedades, ya que hay
casos en los que tienen que tomar más de veinte pastillas al día con un
cumplimiento muy diligente de horarios y comidas. En países como Níger,
donde mucha gente no tiene reloj, no puede comer o no tiene posibilidad
de refrigerar los medicamentos, es prácticamente imposible que se pueda
mantener una adherencia ideal al tratamiento. Con lo cual al final el
tratamiento alarga un poco más la vida pero no puede llegar a mantenerla
lo deseable.
-El 99% de
las muertes por tuberculosis se da en los países en desarrollo. ¿A qué
se debe tan alto grado de mortalidad si existen medicamentos que
erradican esta enfermedad?
-A que los medicamentos que tenemos no están adaptados a las
condiciones en las que viven ese 99% de la gente que se muere. En el
África Subsahariana o países de clima tropical, los pacientes no pueden
refrigerar los medicamentos; pero tampoco pueden venir a diario a
tomarlos al centro de salud porque tendrían que caminar durante horas y
tienen que trabajar para poder comer. No tenemos muchas dosis fijas
combinadas, que reducirían las diez pastillas a tres, con lo cual el
tratamiento sería más sencillo. Si a ello añadimos que los tratamientos
siguen siendo los mismos de hace medio siglo, y que los métodos de
diagnóstico se remontan al siglo XIX nos daremos cuenta que todo este
cúmulo de factores está generando tantas muertes.
-¿Por qué
la prevención o tratamiento de esta enfermedad emergente no es
prioritaria en ningún sistema de salud del mundo?
-Una de las razones es que hasta hace muy poco se creía que la
tuberculosis era una enfermedad del pasado, especialmente en nuestros
países, cuando la realidad es que está habiendo un repunte de la misma.
Y yo creo que todavía no hay una asimilación de la gravedad del asunto,
cuando estamos ante una emergencia que no se está tomando como tal en
ningún país. Con nueve millones de casos nuevos y dos millones de
muertes al año, hablamos de una catástrofe. Necesitamos mejores pruebas
diagnósticas y mejores tratamientos, con lo cual sorprende el comunicado
que emitió la OMS el 24 de marzo, día mundial de la tuberculosis, donde
hablaba con tal optimismo que no parecía que estuviéramos ante una
catástrofe médica.
-Precisamente la OMS ha anunciado "Un mundo sin tuberculosis en 2050".
¿Está dando pasos hacia ello o es un anuncio gratuito?
-Creemos que marcarse un objetivo idealista está muy bien, pero a la vez
tiene que ser realista. Y con dos millones de muertes al año, decir que
vamos a erradicar la tuberculosis en el 2050 es absurdo. En teoría la
responsabilidad de la OMS es aglutinar, coordinar todos los esfuerzos
que se realizan para atajar la tuberculosis. Sin embargo la OMS, como
cualquier otra agencia de la ONU, está influenciada por todos los
gobiernos con lo cual antes tiene que motivarlos para que destinen más
recursos y más esfuerzo en investigación y desarrollo.
-La gripe
aviar se ha cobrado menos de cien víctimas, la tuberculosis acaba con
dos millones de personas al año. Una es futura, otra presente y real.
¿Por qué entonces tanta alarma ante la primera y tanta omisión de la
segunda?
-La gripe aviar, de la que ni siquiera podemos decir que es una
emergencia, de pronto reúne todos los esfuerzos en prevención porque es
una enfermedad que nos puede afectar a nosotros. Pero cuando es una
enfermedad que nos toca un poquito de lejos ya no es lo mismo, aunque
sean muchísimos más los muertos, pero son muertos que no tienen nombre
para nosotros. Eso es lamentable.
-La prensa
enfatiza la gripe aviar, la obesidad y las enfermedades
cardiovasculares. ¿Los medios de comunicación son víctimas de los
laboratorios farmacéuticos, que generan alarma ante lo que desean
vender?
-No sé si los laboratorios farmacéuticos ejercen tanta influencia sobre
los medios de comunicación, pero lo cierto es que el Día Mundial de la
Tuberculosis pasó sin pena ni gloria por la mayoría de los medios. En
parte creo que se debe a ese concepto de la tuberculosis como una
enfermedad que ya no debería ser de nuestro tiempo, muy asociada a la
marginalidad, a las cárceles, a los suburbios…
-Con este
panorama tan negro, ¿hay alguna posibilidad de investigar nuevos
medicamentos para la tuberculosis?
-Precisamente el 22 mayo se va a celebrar la Asamblea Mundial de la
Salud donde se discutirá una propuesta presentada por Kenia y Brasil,
que propone un sistema de I+D internacional. Si se aprueba la resolución
tal como ahora está, se daría un cambio histórico porque ello supondría
crear un sistema de investigación y desarrollo en el que todos los
países miembros de la OMS -especialmente los de la UE, Estados Unidos y
Japón-, se comprometiesen a invertir en I+D dedicado a la salud todos
los años. Y la investigación seguiría las prioridades de salud de los
países en vías de desarrollo, apartándose de las prioridades de las
farmacéuticas. Esto sería beneficioso para la tuberculosis y todas las
enfermedades olvidadas. ∆