Revista Fusión

 Subscripción RSS

FUSION también eres tú,  por eso nos interesan tus opiniones,  tus reflexiones y tu colaboración  para construir un  mundo mejor

Recibe nuestras noticias en tu correo

 


 

JUNIO 2006

Ventana Nacional
Vivienda, un derecho olvidado

Vivienda, un derecho olvidado

Por fin, parece que el poder de convocatoria de Internet y del teléfono móvil encuentra más aplicaciones, aparte de la consabida cita de fin de semana para tomarse unas copas en masa. Y es que visto lo visto, si funciona para temas "lúdicos" como el botellón, igual ha de funcionar para cuestiones sociales. Así que el mes pasado, algunos decidieron aprovechar la fuerza del "Pásalo" para tocar un tema que ya tiene bastante harta a una buena parte de la población. Vivienda. El problema es de sobra conocido. Para una gran mayoría de la población resulta impensable comprarse un piso en la franja de edad en que uno suele plantearse proyectos vitales. Así que algunos jóvenes se están planteando la posibilidad de organizar actos de protesta por el precio de la vivienda, con la idea de hacerse notar y presionar al gobierno para que tome cartas y plantee soluciones. En principio es un movimiento que nace con un empuje discreto -nada que ver con el poder de convocatoria del botellón- que al menos pone sobre aviso a las autoridades.
Y es que el mercado manda... mientras se le deje. Esta situación tiene alguna posibilidad de cambiar si por fin la sociedad española se activa y pasa a la acción con el artículo 47 de nuestra Constitución en la mano: "Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación (...)". Claro que para eso hay que sacudirse las arañas y salir de casa -la de los padres, se entiende- para reclamar.
La situación afecta a todos. Es cierto que los jóvenes -y no tan jóvenes, superando la treintena- son los principales afectados, pero también lo es el resto de la sociedad, incluidos los padres de las criaturas, que soportan directa o indirectamente las consecuencias de la burbuja especulativa.

En otros países europeos, la compra de una vivienda no constituye una prioridad para la mayoría de los ciudadanos. El alquiler es una práctica más normalizada, no una circunstancia puntual y pasajera

Esperemos que la nueva reforma laboral eche un capote y contribuya a descongestionar la situación, ya que el principal problema, el económico, se debe a la imposibilidad de hacer planes de futuro con unos ingresos menguados e intermitentes. Teniendo en cuenta que tenemos unas tasas de empleo precario de las más altas de Europa, suponemos, esperamos, deseamos que con este paso cambie un poco la situación.
Pero que los pisos dejen de ser artículo de lujo no sólo depende de que se pinche la burbuja inmobiliaria y de que los ingresos se hagan estables. También la mentalidad española es peculiar en este sentido. Para la mayoría, tener una vivienda en propiedad es una de las aspiraciones principales y hacia donde enfocan sus esfuerzos económicos, asumiendo hipotecas de locura, que mantienen a muchas familias atadas de pies y manos durante varias décadas. En otros países europeos, la compra de una vivienda no constituye una prioridad para la mayoría de los ciudadanos. El alquiler es una práctica más normalizada, no una circunstancia puntual y pasajera. Es una fórmula mediante la cual se puede organizar una familia durante toda una vida. Tiene la ventaja de no obligar a un desembolso tan importante todos los meses y permite más movilidad en función de las necesidades puntuales.
Por otra parte, son muchos los jóvenes europeos, que se decantan por el piso compartido como primer paso hacia la independencia. Es una fórmula que en España se asocia únicamente con la etapa estudiantil, pero que puede funcionar, y de hecho funciona, en otras circunstancias. Como todo lo que implica convivencia, exige capacidad de negociación y de entendimiento, pero las ventajas son claras: menos gastos para todos y por lo tanto, posibilidad de empezar antes la vida fuera del hogar familiar.
Tampoco parece fácil acceder a una vivienda de protección oficial, que se sortean como la lotería, ni ha hecho mucha gracia la posibilidad de acceder a un piso pequeño y de alquiler barato, los famosos 30 m
2 de la Ministra Trujillo, que ofreció esa opción como primer escalón hacia la ansiada independencia. La vox populi puso el grito en el cielo. Treinta metros cuadrados parece no ser suficiente espacio para los españoles. Las ganas de independizarse pueden esperar por algo mejor.
En cualquier caso, como siempre, la llave para los cambios está en los ciudadanos y en su capacidad para unirse y exigir lo que como derecho constitucional les corresponde. O eso, o comprarse directamente una tienda de campaña.
Es una opción. /
C.F.

   

   
INDICE:   Editorial Nacional, Internacional, Entrevistas, Reportajes, Actualidad
SERVICIOS:   Suscríbete, Suscripción RSS
ESCRÍBENOS:   Publicidad, Contacta con nosotros
CONOCE FUSION:   Qué es FUSION, Han pasado por FUSION, Quince años de andadura

 
Revista Fusión.
I  Aviso Legal  I  Política de privacidad 
Última revisión: abril 07, 2011. 
FA