...de pronto la carta se gira y
se ha convertido en la Reina de Corazones que tú sostienes firmemente en
la mano. Una sonrisa se dibuja en tu cara, acostumbrada a los
tratamientos de hospital o a la soledad de la vejez. Ayudados de la
magia, la Fundación Abracadabra consigue hacer soñar a niños enfermos y
tercera edad. Su presidente, Juan José García, nos cuenta el truco para
lograrlo.
Texto: M. Iglesias. Fotos: Fundación Abracadabra
Magia
que cambia el mundo
-¿Qué
reacción producen los trucos de magia en vuestros espectadores? ¿Qué
aporta a niños enfermos y tercera edad?
-Sobre todo les crea ilusión, sorpresa y les traslada a otro lugar
distinto. Está ocurriendo algo imposible delante de sus ojos, y se
olvidan de la situación que viven a diario. Para los niños lo que ven
está en consonancia con lo que viven, con su vida, con su imaginación.
Respecto a los mayores quizá la sorpresa sea mayor porque nos
encontramos con que muchísimos de ellos a sus 80 ó 90 años no han visto
nunca magia y les crea absoluta sorpresa ver algo imposible delante de
sus ojos. Cuando ellos consideran que a su edad es difícil ver
imposibles.
-¿De qué
manera diferente recibe la magia un adulto y un niño?
-Los niños de entre 8 y 9 años saben que ahí hay truco, quieren
saberlo y muchas veces lo adivinan; desde luego participan de una forma
más interactiva con el mago. Mientras, el adulto se queda más en su
posición de espectador, viendo qué hace el mago y cómo logra
ilusionarle.
-¿Por qué
los adultos han perdido la magia en su vida cotidiana y cómo pueden
recuperarla?
-Por mucho que nos neguemos los adultos, se pierde la ilusión
conforme pasan los años. Pero mediante los trucos de ilusionismo se
consigue que durante ese rato se vuelva a la infancia, se vuelva a creer
que las cosas pueden suceder por arte de magia y que la vida no es tan
dura como muchas veces se manifiesta. Esa y otras manifestaciones
artísticas consiguen devolver al adulto a la niñez y al juego.
-Tras años
alejada del gran público, la magia ha vuelto a través de festivales y
programas televisivos. ¿Por qué este es un momento propicio para su
regreso?
-Creo que España tiene magníficos magos que han estado muy activos
siempre, pero hasta hace poco -y desconozco la causa- no han tenido la
repercusión que se merecen en los medios de comunicación. Y cuando ves
algo en televisión, es cuando parece que existe. El ser humano necesita
la magia en cualquier momento, le gusta, la busca, y su resurgir puede
ser pura coincidencia o fruto del trabajo de muchos magos a lo largo de
estos años.
-¿Cómo vive
el mago -que conoce donde está el truco-, la expectación que producen
sus espectáculos?
-Todos los magos tienen gran parte de niño, en la medida en que
buscan con su conocimiento mágico sorprender al resto. En definitiva, es
un juego donde tienes que transmitir al espectador que aquello es magia
pura, que no hay truco, que es imposible que aquello suceda, pero
sucede. La situación hacia el espectador siempre es de respeto, pero
disfrutas viendo las caras y la reacción de la gente.
-¿Qué
diferencia existe entre la Magia, con mayúsculas, y el ilusionismo?
-Creo que más que buscar las diferencias, hay que buscar las
coincidencias. Ambas son cosas imposibles que suceden. El amor, la
amistad o una puesta de sol son mágicas. Venimos a calificar con esa
palabra las cosas extraordinarias que nos acontecen y a las que no
encontramos ninguna explicación. ∆