-Antes de ser aprobado este Anteproyecto de Ley de Dependencia, desde CCOO-Asturias liderasteis a nivel nacional un debate sobre el tema. ¿Con qué objetivo?
-Llevábamos mucho tiempo defendiendo este derecho. Este anteproyecto en cierta forma hace realidad los objetivos propuestos en el Pacto de Toledo (1995) y el Acuerdo de Mejora de las Pensiones (2001): el ampliar la acción protectora del Estado de Bienestar a las personas dependientes. En aquel momento CCOO propusimos una serie de puntos fundamentales que deberían ser incluidos en esa futura Ley de Dependencia. Mientras estuvo el PP en el gobierno ni miró para ello y cuando Zapatero ganó las elecciones recordó ese compromiso y lo incorporó a su programa electoral. Entonces, desde CCOO empezamos a trabajar a través de una campaña que duró casi un año. La negociación se incluyó en la mesa de diálogo social que desde hace meses trabajaba en este tema y fue el día 19 de diciembre cuando se llegó a un acuerdo. Posteriormente fue aprobado en Consejo de Ministros. El texto del anteproyecto aunque no entra en profundidades, sí recoge los puntos que CCOO sugirió en su día.

-¿Qué derechos se reconocen a los dependientes y a sus familias?
-Este anteproyecto recoge generalidades y será muy importante que la ley se desarrolle con mucho detalle, siguiendo un poco los modelos europeos que ya llevan tiempo trabajando en este tema. Se crearía un sistema similar al de la Seguridad Social que de forma gradual y atendiendo al grado de dependencia -se empezaría por los casos más extremos-, de forma progresiva pudiera dar cobertura a todos los dependientes sobre el 2015. Se empezaría en enero de 2007 con el grupo de gran dependencia (los que necesitan ayuda varias veces al día y la presencia continua de una persona a su lado). Estas personas serían atendidas -insisto en que se habla todo muy general, por tres vías: centros de día, residencias o ayuda a domicilio. Si no se puede optar a ello se contempla la posibilidad de recibir una ayuda para conseguir ese servicio en el mercado. Y en tercer lugar se contempla también que a esa persona dependiente se la pueda cuidar en casa, y que el familiar cuidador pudiera recibir un sueldo.

-Vosotros que estáis mirando con lupa el texto, ¿cuál os parece el punto más conflictivo?
-Con buena voluntad y dinero creo que se solucionaría todo. Nos parece que el punto más conflictivo, donde habrá que emplearse a fondo, va a ser en terreno de la financiación, que por otro lado tampoco se ha explicado mucho. A nosotros desde el sindicato nos parecía bien que en una primera fase se hiciera uso de la caja de la Seguridad Social, que tiene excedente. Luego podría financiarse a través del IRPF a través de una imposición directa que nos parece más justa. Creo que cuando la gente vea que tiene servicios a su disposición, no le importará pagar por ello, siempre y cuando sea de una forma progresiva y justa, cosa que ahora no es. Este modelo ya se está siguiendo en los países nórdicos con gran éxito, porque a la larga se está viendo que es un ahorro. Es mucho más barato que si tú tienes que pagarlo directamente de tu bolsillo. El ministro Caldera sólo ha hablado de financiación a través de los Presupuestos, pero creo que más adelante tendrá que hablar también de impuestos. Un tema delicado por cuestiones electorales.

-El ministro Caldera hablaba ya que para el 2006 hay un fondo de 400 millones de euros para poner en marcha infraestructuras.
-Creo que es para ir adecuando residencias y centros de día. La Ley no será aprobada hasta 2007, un año que coincide además con procesos electorales. A partir de ahora va a ser necesario un gran consenso porque esta Ley para desarrollarse necesita de las CCAA y por supuesto, de las Corporaciones Locales, que van a ser quienes van a aplicar esa ayuda más directamente. En este momento, el diálogo se encuentra a nivel de CCAA, luego será con los ayuntamientos.
Una de las cosas que nos preocupan aquí en CCOO-Asturias es el uso que se pueda hacer de "la privada". Creemos que los servicios públicos han de ser públicos en el amplio sentido de la palabra. Incluso lo concertado tiene que ser subsidiario de lo público y sólo hasta que la vía pública pueda cubrirlo en su totalidad.