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FEBRERO 2006


INTERNACIONAL
OMC: ACUERDOS APLAZADOS A 2013

Francisco Rey Marcos, analista del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH)
Foto: F.R.

"La UE sabe que debe ir eliminando el proteccionismo a sus productos, pero no está dispuesta a hacerlo del modo tan rápido que le piden los socios de la OMC"


El pasado 2005 se cerró con una esperada reunión en Hong Kong de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en la que se aplazaron todos los acuerdos importantes. Los países en vías de desarrollo vieron naufragar sus expectativas de competir con sus productos a nivel mundial, ya que los "países ricos" no renunciaron a los subsidios que ofrecen a sus agricultores. Tendrán que confiar en la promesa de que eso se hará a partir de 2013.
Francisco Rey Marcos, analista del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), detalla los pormenores de esa cumbre.

-¿Cómo se entiende que si la OMC propone la liberalización económica, sólo los países en desarrollo se adecuen a estos parámetros? ¿Cuál es entonces el verdadero objetivo de la OMC?
-La OMC se creó hace pocos años y es heredera de acuerdos previos como el GAP -que estuvo vigente hasta los años 90-, por lo que funciona todavía con muchos sistemas diseñados para proteger las exportaciones o los productos de los países desarrollados. Con la OMC se trata de crear un foro internacional del que formen parte todos los estados, pero desde sus inicios hubo problemas con la incorporación de países que ahora son grandes potencias y que producen grandes bienes que exportan por todo el mundo, como China. La OMC trata de fijar reglas, pero en muchas ocasiones hay una gran incoherencia entre el discurso y la realidad. Por ejemplo, todos los estados desarrollados defienden criterios aparentemente de liberalización del comercio, pero cuando se trata de proteger los bienes propios pues resulta que ahí no interesa la liberalización y sigue habiendo subsidios y subvenciones. El objetivo es proteger sus propios intereses económicos mediante medidas directas o indirectas de carácter proteccionista, pero parece clara la tendencia hacia una mayor liberalización.

-La UE promete ayuda al desarrollo y transformar su política, y dos semanas más tarde defiende el proteccionismo y las subvenciones agrícolas. ¿Hacia dónde cree que será su definición futura, tan necesaria?
-En primer lugar hay que reconocer que la UE, incluso con todas estas incoherencias, sigue siendo el principal donante mundial de ayuda al desarrollo y de ayuda humanitaria, pero a la vez tiene ciertas incoherencias. Muchas veces la política de cooperación para el desarrollo trata de paliar los desequilibrios y las desigualdades creadas por la política comercial. La UE sabe que debe ir eliminando el proteccionismo que se plasma fundamentalmente en la política agrícola común (PAC), lo que sucede es que no está dispuesta a hacerlo del modo tan rápido que le piden los socios de la OMC. Pero estamos ante una Europa de veinticinco miembros en la que Francia ya no es el ombligo del mundo y donde incluso países como España, Grecia o Italia -con grandes agriculturas- han tenido que ir cediendo en sus posturas. Así que la UE sabe que debe ir liberalizando más sus transacciones con los países del tercer mundo, y siendo menos incoherente en las diferentes políticas. En mi opinión eso es un proceso que va a tardar bastantes años. Los que creíamos en una UE con pasos más rápidos, ahora con el fracaso del tratado constitucional somos conscientes de que todo va a ir más lento. Pero el camino de liberalizar más y de suprimir ciertas subvenciones y subsidios agrícolas creo que es evidente.

-Efectivamente se anunció la eliminación de los subsidios a la exportación agrícola para el 2013. ¿Es real esta declaración o la afirmación tiene una doble lectura que los inexpertos desconocemos?
-Puede ser, de hecho la UE aplica muchas veces lo que los técnicos denominan "medidas de efecto equivalente". Es decir, a lo mejor eliminan las subvenciones o favorecen la entrada de productos del tercer mundo, pero luego imponen ciertas restricciones. Ahora son muy típicas las trabas por motivos sanitarios, ecológicos o por no respeto a las patentes, que al final acaban teniendo el mismo efecto que las subvenciones. En este caso, Oxfam Internacional ha realizado un estudio que concluye que los subsidios a la exportación de la UE sólo suponen el 3,5% de las ayudas totales a la agricultura. Y eso es lo que se prometió eliminar. Y en el caso de los Estados Unidos, sus futuras reducciones en ayuda al algodón sólo representan el 10% de la totalidad de las mismas. Es decir, que hay otras formas de subvención indirecta que en realidad están suponiendo subsidios a los agricultores de los países desarrollados. Y eso es mucho más difícil de resolver en estos foros, porque son temas que topan con una gran complejidad técnica.

-¿Qué más problemas pendientes se han aplazado hasta el 2013?
-Como tema fundamental queda pendiente concretar cómo se anularán o suprimirán las subvenciones a los productos agrícolas. Y también coinciden en 2013 la eliminación de la política económica común y compromisos similares en el seno de la OMC.

-Hay quien apunta que la OMC planea un paraíso fiscal de dimensiones planetarias que puede llevar a un caos incontrolable. ¿Comparte esta opinión? ¿Qué consecuencias viviríamos en caso de llevar el capitalismo a tal extremo?
-No sería yo tan dramático, pero la tendencia de muchos estados que hablan de liberalización sí es ésa. No pienso en intenciones ocultas de ciertos países, pero existe el riesgo de que suceda eso y ello sería muy perjudicial para los países empobrecidos.
Las consecuencias que viviríamos con un capitalismo llevado a ese extremo serían la liberalización total de las transacciones financieras, sin ningún control; el posible crecimiento de los actuales paraísos fiscales, y menos posibilidades de recaudación a través de un cierto control de las transacciones financieras. Desde la perspectiva de los que trabajamos en cooperación para el desarrollo, no sólo nos oponemos a eso sino que pensamos que hay que buscar nuevos recursos para el desarrollo, que vengan de un cierto gravamen de las transacciones financieras. Me refiero a la famosa Tasa Tobin y otras iniciativas en la misma línea, que tratan de ser conscientes de que existe el riesgo de una liberalización y un caos fiscal absoluto, y tratan de imponer ciertos gravámenes a esas transacciones. Pero es evidente que otros intentan continuar los paraísos fiscales y la opacidad total de las transacciones financieras. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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