REVUELTO DE AJOS TIERNOS
Y GAMBAS
Ingredientes (como pá 6 personas):
600 grs. de gambas peladas •
12 huevos
• 6 manojos de ajos tiernos • aceite • sal
Sí,
ya sé que es una receta sencilla y económica, pero me la dijo Fredo, un
amigo que lo está pasando mal desde que llegó el euro porque como
desaparecieron las moneditas de cinco duros -esas del agujerito-, ya no
puede mirar por el dinero...
Comenzamos cortando los ajos tiernos y cociéndolos en abundante agua
hirviendo con sal, y los reservamos.
Y es que ha tenido problemas con el dinero; primero le pilló lo de
Gescartera. Me contaba:
-¿En qué se parece Gescartera a un entierro?
-Pues que son cuatro los que se llevan la caja y los demás van detrás
llorando.
A continuación pelamos las gambas crudas y también las separamos. Como
veis, esta receta es muy entretenida, mientras pelas gambas se te pasa
todo en un suspiro... Pero como te decía, Fredo quedó muy tocado con lo
del dinero. El otro día se le acerca su mujer:
-¡¡Cariño, cariño, quiero Fornicar!!
-¡¡Uy sí, mira: tienes la Clavecar, tienes la MasterCar y ahora quieres
la Fornicar!! ¡¡Es que lo quieres todo!!
Batimos en un bol los huevos y en una sartén ponemos un par de
cucharadas de aceite para saltear los ajos. Cuando estén medio
salteados, ponéis las gambas para que también se salteen y ¡hala, todo
salteado...!
Pues con Fredo coincidí en el entierro de un millonario que había dejado
una inmensa fortuna a sus herederos. Fredo lloraba desconsoladamente, y
le pregunté:
-¿Eres de la familia?
-No, no lo soy. ¡Por eso lloro!
Cuando las gambas y los ajos están salteados, añadimos los huevos ya
batidos y comenzamos a remover con un poco de arte.
Parece que 2005 le fue mejor:
-Este año me ha ido tan bien, que no sé cuánto he ganado.
-¡Qué suerte!
-No tanta...
-¿Por qué?
-Porque Hacienda sí lo sabe.
Sazonar con sal y seguir revolviendo hasta que el revuelto se
"semi-cuaje". Lo sirves inmediatamente y menuda cenita más rica.
Bueno, al final Fredo me convenció para invertir en Bolsa con él y
claro, no nos fue tan bien. Le dije:
-Desde que compramos aquellas acciones no duermo, perdimos más de la
mitad de nuestros ahorros.
Fredo me contesta:
-Pues yo duermo como un niño chico.
-¿Cómo es eso?
-Sí, me despierto cada media hora llorando.
/ El Cuñao
|