YOYO
Ingredientes (como pá 5 personas):
400 gramos de queso blanco semiduro •
2O tajadas fritas de plátano maduro • 2 huevos • 1/2 litro de aceite de
maíz • 2 cucharadas de leche, una de azúcar y cuatro de harina de trigo
• Papel absorbente
Os
va a gustar esta receta de Juan, un amigo de los de toda la vida. Ayer
me lo encontré y me dijo:
-Amigo, ¿puedes guardarme un secreto?
-Sí, claro.
-Necesito 5.000 euros.
-Como si no me hubieses dicho nada.
Empezamos cortando el queso en rectángulos de un centímetro de grosor y
tan largos y anchos como se hayan hecho las tajadas de plátano.
Juan se echó hace poco una novia y me contó cómo se habían conocido. Ya
en la primera cita hacen el amor y uno le dice al otro:
-Nena, ¿te puedo llamar Eva?
-¿Por qué?
-Porque eres la primera.
-Pues, ¿yo te puedo llamar Peugeot?
-¿Por qué?
-Porque eres el 206...
Se hacen "sandwiches" colocando una rebanada de queso entre dos tajadas
de plátano y se atraviesa todo con un palillo para mantener las piezas
unidas.
Juan es de un pueblo muy humilde... él siempre dice que era un pueblo
tan pobre que en vez de casa de putas tenía una choza de pajas. Igual
esto le marcó en su vida, pues entre otras muchas cosas a Juan le
conocen por su característica principal: lo tacaño que es. Recuerdo que
un día estaba soñando que se estaba tomando un café y se despertó para
no pagarlo.
En un recipiente se baten los huevos y luego se añade leche.
Gradualmente se le agrega el azúcar y la harina, hasta lograr una mezcla
cremosa, uniforme y se recubren los "sandwiches" con ella.
Estaba un poco mosqueado ayer, porque a su novia la acababan de despedir
del trabajo. Estaba de niñera y al regresar de un paseo en el parque con
el bebé, la madre sorprendida ve que trae a otro niño y angustiada le
pregunta:
-¿Qué sucedió? ¿Por qué trae este niño en lugar de mi hijo?
-Señora, usted me ha dicho: si el bebé se ensucia, lo cambia.
Se ponen inmediatamente en aceite caliente y se fríen a fuego alto hasta
que doren por todas partes. Se retiran del fuego, se escurren sobre
papel absorbente y se les quitan los palillos antes de servir.
Pero en fin, quizás otro día os cuente más cosas de Juan. Hoy nos
quedamos con el delicioso sabor de boca que nos dejan estos sandwiches.
Ricos, ¿eh?
Por cierto, aunque no viene a cuento, ¿sabéis cuál es el colmo de un
sordo?
Que al morir le dediquen un minuto de silencio.
/ El Cuñao
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